LLAMADA

Elena Buiza

El último hombre sobre La Tierra

 

De repente alguien llamó a la puerta, el hombre pensó “¿Cómo era posible que alguien llamara si era el último hombre del planeta?”

-¿Si? -dijo el hombre un poco dudoso de querer abrir- ¿Quién es?

-Se que estas asustado, pero no me temas, no eres el único del mundo.

-Entonces, ¿quién eres?

-Soy…soy…

La misteriosa persona tardaba contestar, y parecía como si le costara, ¿qué estaba ocultando aquel ser misterioso?

-Contesta ya o vete de aquí –dijo enfadado el hombre.

-Se que a lo mejor no crees en estas cosas pero soy un fantasma.

-¿Entonces como llamas a la puerta, no deberías traspasarla?

-Sí, pero al ser el único fantasma que existe tengo cualidades únicas.

-Eso es genial.

-¿Bueno puedo pasar o no?

-Sí, claro, claro.

Las horas pasaban en aquella habitación oscura, llena de telarañas y llena de humedades, daba pena verla. En una de esas conversaciones que surgían al fantasma se le ocurrió que aquel hombre podría ayudarle. Y dijo:

-Yo estoy aquí por una simple razón, pero antes de eso tengo que hacerte una pregunta.

-Di.

-¿No te ha extrañado que un hombre pudiera ver a un fantasma?

-Sí.

-Pues bien, me puedes ver porque necesito tu ayuda.

-¿Y que necesitas?

-Que me lleves al puerto de los Antiguos Estados Unidos, donde antes había tanta gente.

-¿Pero a cuál de los cientos de puertos he de llevarte?

-Al que esté más lejos de donde estamos ahora mismo.

-¿Y si no te importa decírmelo… dónde estamos?, ha pasado mucho tiempo desde que soy el único hombre del mundo y voy vagando desde entonces y no sé ni donde estoy.

-Estás en España.

-Pues vamos a coger un coche y nos vamos a uno de los puertos de España para ir a los Antiguos Estado Unidos.

-De acuerdo.

Fueron a uno de los puertos de España en coche, pero al llegar allí el hombre se dio cuenta de algo y se lo dijo al fantasma:

-Oye si tienes poderes especiales, ¿por qué no vas volando hasta allí?

-Porque ir hasta allí es la misión que tengo y por lo tanto no puedo volar para conseguirlo.

Una vez en el puerto cogieron un barco y se dirigieron al destino del fantasma. Llegaron al lugar y de la nada se abrió un torbellino de luz que se tragó al fantasma, mientras esto pasaba el fantasma se despidió del hombre y se fue hacia dentro de torbellino.

-Algo tan impresionante y solo yo he podido verlo. Hubiera sido mejor que más gente lo hubiera visto, pero tan solo yo existo ahora…

 

Fin