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Los enigmas de la mente humana

Bases de las emociones

Las Bases de las Emociones

Emociones

Según Fernández-Abascal y Palmero (1999) una emoción se define como un mecanismo de reacción que se activa cuando se recibe algún estímulo que pueda indicar una amenaza, desequilibrio o peligro para así poder desarrollar una reacción óptima para controlar la situación utilizando todos los medios posibles. Las emociones varían acorde a cada persona, que las experimenta de una u otra manera dependiendo del aprendizaje, de las experiencias vividas con anterioridad y del contexto en el que se desarrolle la situación [4].

Se han definido siete emociones básicas de las cuales derivan el resto de las emociones que identificamos. Dichas emociones básicas universales son la sorpresa, el miedo, la alegría, la ira, el asco, el desprecio y la tristeza. Estas actúan con sus propias unidades de acción para prepararse así para unas respuestas determinadas, las cuales facilitan la tarea de reconocerlas pues son características de cada una [5]. Por ejemplo, el miedo produce que el ritmo cardíaco se eleve, aumentando el riego de sangre a los músculos y facilitando una huida en caso de que fuera necesario [4].

En las emociones podemos encontrar el estado de ánimo, los sentimientos, es decir, los pensamientos sobre las emociones procesados de forma consciente y el temperamento, los parámetros habituales de respuesta [1].

Además, en estas intervienen múltiples componentes:

Fisiológicos: procesos involuntarios en en sistema nervioso central y autónomo además de en cambios neuroendocrinos y neuromodeladores.

Cognitivos: el procesamiento subjetivo de la información de manera tanto consciente como inconsciente.

Conductuales: de utilidad comunicativa (la voz, lenguaje corporal...).

[1]

Función de las emociones
Desconocido. Función de las emociones (Public Domain)

La Teoría de Darwin sobre las bases de las emociones

A lo largo de la historia se han ido desarrollando una infinidad de teorías sobre el funcionamiento de algo tan presente en la vida humana como son las emociones. Una de estas teorías fue realizada por el conocido naturalista inglés Charles Darwin y, al igual que su más extendida aportación científica, está plenamente relacionada con la evolución.

Dicha teoría sostiene que las emociones son el resultado de la evolución y que son extremadamente importantes para que un ser vivo tenga un rol en la sociedad y se incluya plenamente en esta pues son un elemento clave determinante de la conducta. Además, si un ser vivo es incapaz de detectar y reconocer las emociones en otros seres vivos, dicho individuo tendrá muchas dificultades para encajar, por lo que muy probablemente acabará aislado de la sociedad. A parte de todo esto, Darwin mantenía que las emociones suelen ir de la mano con los mismos estados de ánimo y que son universales.

[2]

La fisiología y las emociones
Desconocido. La fisiología y las emociones (Public Domain)

Neurofisiología de las emociones

Numerosos estudios avalan que el sistema nervioso está completamente ligado a las emociones, en especial el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo [1].

El sistema límbico, el cual se encuentra bajo la corteza y cerca del tálamo, es un conjunto de estructuras entre las cuales se incluyen el hipocampo, la amígdala y el hipotálamo entre otras. Dicho sistema es aparentemente el mayor responsable de la vida emocional de los seres humanos además de que está plenamente relacionado con la formación de recuerdos. También tiene un papel en la regulación de respuestas emocionales (como el miedo o el placer, por ejemplo), en el aprendizaje y en la memoria[1].

El hipotálamo

Localizado debajo del tálamo, sobre la glándula pituitaria (con la que mantiene una estrecha relación) y dentro de los dos tractos ópticos, el hipotálamo es de las partes con más funciones del cerebro pues regula y controla las funciones del sistema nervioso tanto simpático como parasimpático, recibe información desde múltiples fuentes y está muy relacionado con la homeostasis [1].

Además, regula los sistemas hormonales, así como circuitos reflejos viscerales. Recibe también información desde el tracto solitario y es el responsable de producir respuestas autónomas y endocrinas relacionadas con una emoción. Debido a todo esto, si se estimula el hipotálamo, los estados emocionales se pueden manifestar [2].

La amígdala

Situada en el extremo inferior del hipocampo a ambos lados del tálamo, la amígdala es una masa cuya forma es similar a la de dos almendras [1].

La amígdala tiene una infinidad de funciones, ya que no solo regula la expresión autonómica, la experiencia cognitiva de emoción, es la estructura límbica más involucrada en la experiencia emocional y en la ponderación emocional [2].

También es sabido que permite que tanto la memoria como la imaginación recuerden emociones experimentadas con anterioridad, que localizan las reacciones instintivas, que incorporan en los factores cognitivos relacionados con la emoción el aprendizaje y la experiencia, o que desarrolla un papel en suprimir respuestas emocionales viscerales [2].

A parte de todo esto, la amígdala tiene bastantes vías de salida, llamadas eferencias, recibiendo aferencias del hipocampo y produciendo eferencias al hipotálamo, e interviene en otras regiones para regular la expresión somática de las emociones [2].

El hipocampo

Ubicado en dos especies de cuernos que forman una curva del hipotálamo a la amígdala, el hipocampo se encuentra completamente vinculado con la transformación de los recuerdos a corto plazo en aquellos de la memoria a largo plazo además del aprendizaje [1].

AprendemosJuntos BBVA. La neurociencia de las emociones (Dominio público)

Visitar este vídeo para más información: https://youtu.be/p_p7wxYwlbM

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