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Visor

CEIP Joaquín Costa. Arte cooperativo

Revista Digital Educamadrid

Fecha de publicación 12 de junio de 2020

Resumen

Se presenta una actividad realizada en el aula, durante tres sesiones, para la asignatura de Valores Sociales y Cívicos. El objetivo de esta actividad es fomentar el trabajo en equipo a través de una obra de arte de grandes dimensiones. Por otro lado, también se mencionan las diferentes fases del proyecto, así como una conclusión personal.

Experiencias

Nivel Educación Primaria

Autor

Miguel Cambronero Resta

CEIP Joaquín Costa (Madrid)

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1. INTRODUCCIÓN

Esta propuesta nace bajo el paraguas de la asignatura de Valores Sociales y Cívicos en el 2º curso de Educación Primaria del CEP Joaquín Costa, de Madrid.

En el currículo de la asignatura, según el Decreto 89/2014 que establece el currículo de Educación Primaria en la Comunidad de Madrid, esta actividad pretende trabajar multitud de contenidos, a saber:

  • Desarrollo de la creatividad, autonomía y capacidad de emprendimiento. Asunción de responsabilidades en la vida personal y comunitaria. Espíritu de trabajo y colaboración.
  • Desarrollo de la capacidad de diálogo.
  • Relación con los demás. Tolerancia. Aceptación del otro. Empatía. Desarrollo de habilidades sociales. El respeto a la libertad individual.
  • Desarrollo de actitudes de respeto y colaboración en las actividades y trabajos realizadas en grupo.

Dentro de esos contenidos, esencialmente se pretende trabajar y desarrollar el trabajo en equipo a través de retos cooperativos en los que se presenta un desafío que los alumnos deben conseguir. La única forma de lograrlos es trabajando con los demás, respetando las opiniones de los otros y llegando a acuerdos.

Esos retos cooperativos suponen una técnica específica del Aprendizaje Cooperativo, definido por Fernández-Rio (2017) como un “modelo pedagógico en el que los estudiantes aprenden con, de y por otros estudiantes a través de un planteamiento de enseñanza-aprendizaje que facilita y potencia esta interacción e interdependencia positivas y en el que docente y estudiantes actúan como co-aprendices”.

2. PROPUESTA PEDAGÓGICA

Para ello, en primer lugar, se entrega a cada alumno una pieza del puzle. Esa pieza corresponde a una parte de un cuadro que previamente se ha dividido en varias piezas iguales (hojas de tamaño folio). En este caso se ha optado por un cuadro cubista, “El Guernica”, de Pablo Picasso (figura 1). El hecho de que sea una obra cubista hace más difícil la tarea de reconocer una pieza del cuadro de manera individual, lo que hace más importante la necesidad de juntar las diferentes piezas para poder acceder a la obra completa.

Dibujo de "El Guernica" en blanco y negro
 Obra "El Guernica" en blanco y negro

En la primera parte de la tarea, cada alumno debe decorar a su manera esa pieza. Puesto que representan pequeñas parcelas de obras más grandes, es prácticamente imposible reconocer figuras o elementos en cada pieza. Se explica a los alumnos que es normal que no vean nada en su pieza, al igual que pasa con el trabajo en equipo, un trabajo individual nunca será tan bueno como el mismo ejecutado con la ayuda de los demás. Se les explica que una vez que todos junten sus piezas para formar un puzle de grandes dimensiones, resultará ser una obra de arte de bella factura.

Durante esta sesión, los alumnos que han terminado su parte, pueden ayudar a sus compañeros, de esa forma se implican unos con otros y participan en varias piezas del puzle.

Una vez que todos han terminado sus piezas, tras un breve periodo en el que los alumnos intentan adivinar a qué puede corresponder la obra de arte, el profesor les muestra una fotografía de la pintura original (figura 2).

Alumnos observando la obra de referencia
Figura 2. Alumnos observando la obra de referencia

Deben utilizar esa referencia para intentar conseguir por grupos esa figura entre todos. Para eso, deben otorgarse roles entre ellos. Unos recortan las piezas, otros repasan las que falta algo por colorear, otros dirigen la tarea…(figuras 3 y 4).

Alumnos colocando piezas

Figura 3. Alumnos colocando las piezas.

Alumnos repasando piezas

Figura 4. Alumnos repasando las piezas.

Al final de la tarea, una vez que han conseguido colocar de forma correcta todas las piezas que forman la obra de Arte Cooperativo (figura 5), los alumnos deben pegar las piezas en un lienzo (representado en papel continuo). En él, deben buscar, entre todos, un nombre para la obra que sea representativo y de igual manera deben firmar el cuadro para que se sientan aún más partícipes de su trabajo.

Obra terminada

Figura 5. Obra terminada

Una vez que se ha colocado la obra en un lugar de referencia, aún con la alegría y la emoción de haber cumplido un desafío, comienza la fase de reflexión.

2.1. Fase de reflexión

Siempre que se realizan trabajos mediante técnica de Aprendizaje Cooperativo, es imprescindible que exista un periodo de compartir, de expresar y de reflexión grupal, y en ocasiones también individual (Casey, 2016).

En este caso, la reflexión se ha realizado de forma grupal, dando la palabra a los alumnos que, de forma voluntaria, querían comentar algo. En ella, todos sentados alrededor de la obra, se invita a los alumnos a hablar y verbalizar diferentes aspectos sobre la tarea. En un primer momento se les da total autonomía para que se expresen con libertad y comenten cualquier aspecto que quieran destacar durante todo el tiempo que ha durado la tarea (dos sesiones). A continuación, si el profesor lo considera oportuno, puede guiar a los alumnos sobre temas como:

  • ¿Qué nos ha gustado más de la actividad?
  • ¿Qué ha sido lo más difícil de esta tarea?
  • ¿Ha sido fácil ponerse de acuerdo con los demás?
  • ¿Cómo os habéis sentido durante la tarea? ¿Y al final?


2.2. Evaluación de la propuesta

A la hora de la evaluación, hay que ser coherente tanto con la metodología como con el objetivo fundamental que se pretende lograr con la actividad. Para ello se han utilizado diferentes tipos de evaluación como la heteroevaluación y la autoevaluación, a fin de involucrar y hacer partícipes a los alumnos en su propio proceso de aprendizaje.

La heteroevaluación consiste en la evaluación que realiza normalmente el profesor sobre el alumnado. En esta evaluación el profesor no comparte nada con sus alumnos. (Blázquez, 2017).

En ella se evalúa mediante el instrumento de la lista de control, la consecución o no de los siguientes estándares de aprendizaje evaluables, propuestos por el Decreto 89/2014:

  • 2.1. Trabaja en equipo valorando el esfuerzo individual y colectivo para la consecución de objetivos.
  • 2.3. Realiza actividades cooperativas detectando los sentimientos y pensamientos que subyacen en lo que se está diciendo.
  • 7.2. Desarrolla actitudes de respeto y solidaridad hacia los demás en situaciones formales e informales de interacción social.

Por otro lado, la autoevaluación que es la técnica de evaluarse a uno mismo, surge entendiendo el proceso de aprendizaje como un proceso interno del individuo, por lo tanto, no siempre es objetivable, por lo que el único que sabe si lo está realizando o no y en qué medida es el alumno (Tardif, 1997).

Para realizar esta autoevaluación, los alumnos deben contestar a una serie de preguntas sobre su actuación individual y grupal en la tarea. En ellas deben contestar Sí, No o A veces a una serie de preguntas, a saber:

  • ¿Has participado junto con tus compañeros para realizar la obra de arte?
  • ¿Has respetado, en todo momento, a los demás durante la realización de la tarea?
  • ¿Has intentado hacer tu parte del trabajo lo mejor posible?

Al final del documento hay dos preguntas abiertas que permiten conocer más sobre su propio proceso reflexivo.

  • En general, ¿crees que has podido trabajar mejor en algún aspecto? ¿En cuál?
  • Has ayudado a resolver algún problema entre tus compañeros, ¿cuál?

3. CONCLUSIÓN

Para concluir, me gustaría poder expresar que la experiencia que acaba de leer ha sido profundamente exitosa y reconfortarte. El hecho de proponer actividades en equipo y dejar de lado de competición hace que los alumnos puedan establecer alianzas y conseguir metas mucho más complejas.

Puede parecer un tópico la frase de que los maestros aprendemos de nuestros alumnos. En esta ocasión no puedo estar más de acuerdo. He cambiado mis creencias iniciales sobre la actividad en la que pensaba que cierto tipo de alumnos iban a actuar de forma egoísta y no para el equipo. Sin embargo, me han demostrado que estando motivados son perfectamente capaces de cumplir con el objetivo y, tras varias actividades de esta dinámica, de concienciarse y pensar más en los demás teniendo como objetivo el bien común. Ha sido un verdadero placer sorprenderme con las reacciones de ayuda y cooperación encontradas en los alumnos durante las sesiones que ha durado la experiencia.

Por último, considero imprescindible, tal y como se ha comentado en el texto, hacer un breve y grupal periodo de reflexión sobre la tarea. En él podemos conocer las impresiones de los alumnos y debemos invitarles a que participen y expresen sus emociones y sentimientos durante la tarea.

BIBLIOGRAFÍA

Blázquez, D. (2017). Cómo evaluar bien Educación Física. El enfoque de la evaluación formativa. Barcelona. INDE
Casey, A. (2016). Models-Based Practice. En C.D. Ennis (ed.). Handbook of Physical Education Pedagogy (capítulo 6). London. Routledge.
Fernández-Rio, J. (2017). El Ciclo del Aprendizaje Cooperativo: una guía para implementar de manera efectiva el aprendizaje cooperativo en educación física. Retos nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación, 32, 244-249.
Tardif, J. (1997). Pour un enseignement stratégique. Montreal. Logiques.