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Visor

Conservatorio Profesional de Música Arturo Soria. Los secretos del violín: una experiencia educativa en el entorno de las enseñanzas artísticas

Revista Digital EducaMadrid

Fecha de publicación: 15 de septiembre de 2023

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Resumen

Las enseñanzas musicales profesionales son largas y el aprendizaje de un instrumento supone una importante inversión de tiempo de estudio en solitario y de clases semanales individuales durante, aproximadamente, diez años. Sin embargo, con talleres interactivos como “Los secretos del violín” se ofrece un espacio colectivo, distendido y enriquecedor, para que los estudiantes más jóvenes de especialidades de cuerda frotada complementen sus clases prácticas y descubran junto a sus compañeros los secretos de su instrumento.

Experiencias

Nivel: Enseñanzas de Régimen Especial

Autora

Elena Rodríguez Adame 

Conservatorio Profesional de Música Arturo Soria (Madrid)

1. CONTEXTO: ¿QUÉ ES EL CONSERVATORIO?

En el marco de una sociedad moderna, informatizada y frenética, sucede a menudo que, si no te toca de cerca, se desconoce “de qué va esto de estudiar en el conservatorio”. Solemos iniciarnos en el estudio de un instrumento a la edad de 7 u 8 años y quedan por delante nada menos que cuatro cursos de Enseñanzas Elementales y otros seis correspondientes a las Enseñanzas Profesionales. En el mejor de los casos, y si el estudiante siente que a pesar de las innumerables horas de práctica, ha encontrado su vocación, le siguen cuatro años más de estudio en las Enseñanzas Superiores.

En total 14 años, que se compaginan con las enseñanzas de Régimen General, en la que se dice que es la carrera más larga y la que se empieza desde más joven, y en cuyos largos años de dedicación el pilar fundamental es el estudio individual del instrumento. Por supuesto, merece la pena.

1.1. Justificación: la necesidad de conocer al instrumento

Conectando a través de la música la etapa de docente con la de estudiante, recuerdo que, a veces, se echa de menos el sentimiento de grupo, más propio de una clase colectiva. Las clases instrumentales en el conservatorio son de carácter individual, por lo que recuerdo también cómo, en mis años de principiante con el violín, esperaba deseosa que llegase la clase colectiva semanal. Pero lo cierto es que casi cualquier niño quiere relacionarse con otros compañeros que, al igual que ellos, tocan solitarios en sus casas, compartiendo la inquietud común de la música, que, recordemos, no deja de ser un lenguaje y una de las maneras más bellas de comunicación interpersonal.

También recuerdo cómo fue mi paso, motivada casi por una inercia natural, por las Enseñanzas Profesionales. Y también cuando, ya orientada a la profesionalización como violinista, y estudiando todas las horas de mi jornada, me di cuenta de que no podía controlar mi instrumento si aun no lo conocía físicamente en profundidad. Y es que el violín, a pesar de ser artesanía pura y no albergar mecanismo ni tecnología, se convierte en un gran desconocido si nunca nadie te lo ha “desnudado”. Por eso decidí dar vida a “Los secretos del violín”.

1.2. Objetivos y contenidos: el conocimiento más allá de la interpretación

La idea de compartir este taller con los alumnos surge a raíz de la iniciativa del centro en la celebración de su tradicional Semana Cultural, donde toda la comunidad educativa está invitada a compartir diversas actividades en el centro, más allá de las propiamente desarrolladas en las aulas. Por eso, el taller no solo se restringe a mis alumnos de violín, sino que pueden participar además alumnos de Enseñanzas Elementales de otras especialidades de cuerda frotada, especialmente de viola, por su evidente afinidad. No obstante, el espíritu de la actividad es el de ser un espacio-taller de puertas abiertas, por lo que los padres de algunos alumnos también pudieron participar, no solo con la intención de ser una actividad lúdica y cultural, sino también con el objetivo de poder convertirles en ayudantes en las tareas de afinación y mantenimiento del instrumento de sus hijos.

Este taller resultó ser una actividad educativa con una importante componente lúdica y experimental para mí como profesora, pero especialmente para el alumnado, más aun por haberse llevado a cabo en un entorno educativo donde las enseñanzas práctico-musicales se suelen desarrollar, en mayor medida y como ya hemos visto, de forma individual.

De esta manera, el taller contribuye de forma indirecta a desarrollar contenidos tanto curriculares como extracurriculares de las enseñanzas musicales. Persigue como fin último facilitar la consecución de los objetivos técnicos y musicales que se espera que cualquier alumno de la especialidad de violín adquiera en su paso por el conservatorio: la producción del sonido, las herramientas para controlarlo, la importancia del mantenimiento de la madera para obtener de ella los mejores resultados, el sentimiento de pertenencia a un colectivo, la adquisición de cultura musical general y, sobre todo, el gusto por el instrumento.

2. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

Al ser una actividad dirigida a un gran número de alumnos y de público, pero de aforo controlado debido a la situación sanitaria y social en la que se realizó, era difícil conocer con certeza, en las horas previas a la recepción de los participantes, cuál sería la acogida del  taller entre el alumnado del centro. Al llenarse la clase, los mismos alumnos hicieron que esa inquietud se convirtiera rápidamente en confort. Y empezamos a destapar secretos, los secretos del violín.

2.1. Recursos humanos y materiales

Para llevar a cabo el taller “Los secretos del violín”, fue indispensable una gran cantidad de material tangible. El contacto con los materiales y las herramientas de fabricación del instrumento son el núcleo didáctico que da vida a este proyecto. Este material es:

  • Un aula amplia con un gran espacio central
  • Pantalla táctil interactiva para la visualización de imágenes
  • Un violín en construcción, desmontado, con todas sus partes por separado
  • Un arco de violín desmontado, con todas sus partes por separado
  • Un violín y un arco montados y terminados
  • Diversas herramientas de construcción y reparación del intrumento (almero, cepillo, gomas, cola, lijas, etc)
  • Diversos materiales de limpieza y mantenimiento del instrumento (linimento limpiador, alcohol, gamuza, algodón,…)

Del mismo modo, además de la inestimable labor organizativa de tiempos y espacios por parte del centro, conté con la ayuda de dos compañeros, profesores de mi especialidad, que colaboraron con la organización del espacio y los materiales, así como de gestionar las normas de aforo e higiene durante el desarrollo de la actividad.

Imágenes 1 y 2. Aula y materiales

2.2. Organización, temporalización y publicidad

La organización del evento ha resultado ser una tarea sencilla por estar encuadrada en un proyecto de mayor envergadura como la Semana Cultural del centro. En este sentido, la dirección del conservatorio y el jefe del departamento de cuerda me facilitan el acceso a todos los materiales fijos de aula y a los espacios necesarios.

Por otra parte, la organización del taller precisó también de una labor previa de preparación de los materiales, así como de la exposición, tanto audiovisual como oral, que la acompañaba. Temporalmente, la realización del taller es una actividad sencilla y, a pesar de contar con una sola sesión de duración, la aplicación de los conocimientos que adquieren los alumnos será válida durante muchos años.

En cuanto a la publicidad del taller, el centro elaboró folletos y cartelería con todas las actividades de la semana, entre las que figuraba “Los Secretos del Violín”. Además, a título individual y con la colaboración de la dirección, elaboré un cartel específico para el taller, que, sumado al poder de la información entre profesores y alumnos, suscitaron un gran interés por la actividad.

2.3. Desarrollo de las actividades: aprender, compartir y disfrutar

En el taller se contemplaron diferentes actividades. Comenzamos con un módulo teórico de carácter audiovisual, donde los alumnos pudieron conocer los orígenes de los instrumentos de cuerda frotada de la familia del violín, cómo están construidos y cuál es la función, tanto acústica como estética, de sus diferentes partes estructurales. Para los jóvenes instrumentistas es sorprendente descubrir las piezas internas del instrumento y del arco, pues es difícil apreciarlas en instrumentos acabados y que están a las órdenes de la interpretación, como los que ellos utilizan asiduamente. Para mí es enormemente gratificante ver sus reacciones de sorpresa, sus muestras de satisfacción y el sentirme partícipe en la tarea de enseñarles los secretos, más básicos, de la luthería.

Imagen 3. Explicación del interior de un violín

La sorpresa final de este primer módulo teórico es un vídeo a cámara súper lenta de los movimientos que realiza la cuerda de un violín al ser frotada por el arco y que son imperceptibles al ojo humano a velocidad real. Sin duda, una imagen que perdura en cuaquier músico que la visualice. De esta manera, descubrimos por qué suena un violín y conocemos su funcionamiento acústico, desde la cuerda hasta el oído.

La segunda fase de la actividad es eminentemente práctica, con la particularidad de estar al margen de la interpretación instrumental. Se desarrollan contenidos directamente relacionados con las clases instrumentales pero es una sesión con un formato completamente distinto al habitual.

Puesto que las clases instrumentales individuales tienen una periodicidad semanal, uno de los mayores retos que supone para los alumnos de cuerda pasar una semana sin ver a su profesor es la afinación del instrumento. Por eso, los alumnos aprendieron en el taller a manejar los elementos básicos para afinar un violín: tensores y clavijas. Esto les permitió experimentar con un instrumento de prueba y perdieron el miedo a romper cuerdas o a desajustar el instrumento. Cabe decir que la afinación del violín es un contenido que tarda varios años en adquirirse, se convierte en un proceso lento que requiere de un oído maduro y un tacto fino.

Lo mismo sucede a la hora de cambiar cuerdas que están rotas o deterioradas, pero es indispensable manipular las partes móviles del instrumento a pesar de los riesgos que conlleva.

Es común, y comprensible, que centremos las actividades de las clases en cuestiones interpretativas, técnicas y musicales, y que se dedique menos tiempo a contenidos extracurriculares como los relativos a la conservación de nuestros instrumentos. En el taller “Los secretos del violín” intento transmitir a los alumnos que el violín es a la vez un instrumento musical y una pieza de artesanía, por lo que hay que ocuparse de su mantenimiento y limpieza. En el taller también pongo a disposición de los asistentes herramientas, consejos y técnicas básicas de limpieza de los instrumentos, conocimientos que después pueden poner en práctica en su quehacer cotidiano.

Finalmente, y para satisfacer la necesidad de experimentar, tocar y descubrir propia de los alumnos, les ofrezco la oportunidad de manipular un bien poco común: un violín sin terminar, abierto, en proceso de construcción.

En el campo de la acústica existen multitud de conceptos que resultan demasiado abstractos para los alumnos de corta edad. Por eso, para entender bien el funcionamiento sonoro del violín, es más sencillo y ameno explicarlo en una sesión interactiva y con soportes materiales tangibles, como los que pongo a su disposición en este taller. Así, adquieren estos conocimientos sin necesidad de explicaciones teóricas extensas.

A su vez, tener una experiencia cercana a la luthería hace que estos contenidos perduren en la memoria, pues resulta una actividad diferente y original que les ofrece la oportunidad de observar y manipular materiales a los que, de otro modo, no tendrían acceso: tocar la crin de caballo de la mecha suelta de un un arco, ver por primera vez la barra armónica que alberga en su interior el instrumento, apreciar el color real del abeto, oler la madera sin barnizar o tocar las herramientas que usa un luthier. Todo ello para ofrecer una experiencia sensorial que contribuye a avivar la curiosidad del alumno por su instrumento, yendo más allá de los sonidos musicales que de él se obtienen.

Una vez desmontado por completo el violín y conocido sus secretos a fondo, les pido que, en sus casas, se animen a mirar a través de las aberturas de su instrumento (llamadas efes, debido a su forma) y que me cuenten si pueden ver el alma, la barra armónica, la etiqueta de su violín y qué pone en ella, incluso si consiguen distinguir de qué tipo de madera está hecho su diapasón. No solo consigo que retengan estos nombres en su mente, sino también que desarrollen curiosidad por ellos y conozcan su función, hecho que a la larga les repercutirá muy positivamente a la hora de interpretar.

Imagen 4. Conociendo herramientas y materiales

3. EVALUACIÓN Y CONCLUSIONES

Este taller ha resultado ser una enriquecedora experiencia tanto para los alumnos como para mí, además de constituir una agradable jornada de convivencia entre miembros de toda la comunidad educativa.

Además de desarrollar contenidos propios de las enseñanzas musicales, la actividad ha contribuido a crear un sentimiento de pertenencia a un grupo: el de los jóvenes instrumentistas de cuerda. Buena prueba de ello, y muy satisfactoria, son los comentarios y preguntas que los asistentes me hacen llegar en las semanas posteriores al taller y que suponen un valioso feedback, una muestra muy positiva de la evaluación de la actividad, y con la que constato la utilidad pedagógica y lúdica del taller “Los secretos del violín”.


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Fecha de publicación: 15 de septiembre de 2023