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La casa encantada

Carmen

LA CASA ENCANTADA

 

Había una joven que un día soñó con una bonita casa en lo alto de una montaña con su sendero, con su jardín, etc. Subió a la casa y llamó a la puerta, le abrió un señor con la barba blanca y justo cuando ella iba a hablarle al señor despertó. Varios días siguió soñando con lo mismo, hasta que un día mientras iba en el coche vio un sendero que  conducía hasta una casa blanca, que tenía jardín, ¡era la casa de sus sueños! Subió el camino y llegó a la casa y llamó a la puerta, le abrió el mismo señor de su sueño y ella le preguntó:

 

-¿Se vende esta casa?-preguntó la joven.

 

-Si, pero no te recomiendo comprarla-dijo el viejo misteriosamente.

 

-¿Por qué?- preguntó la joven intrigada.

 

-Te voy a dejar que lo averigües tú- respondió el viejo- te dejaré que estés aquí una semana, y si no te a pasado nada o te a gustado te la vendo, pero si sales corriendo y gritando “socorro, socorro”reconocerás que llevaba razón.

 

La joven se instaló y puso su ropa en su cuarto, las cosas de higiene en el cuarto de baño y la comida en el armario de las galletas y las comidas que necesitan estar en el frigorífico en la nevera y el congelador.                                                                                                                                                                                                                  La joven después de limpiar la casa se acomodó en el sillón y se puso la televisión. De repente se apagó la  televisión, la aspiradora se puso en marcha y el sillón se puso a andar como si tuviera vida, la casa parecía embrujada. La joven asustada fue a la caseta de los plomos y apagó todo, todo se calmó. La joven ya más tranquila se puso a leer un libro.

 Llegó la noche y no había pasado nada fuera de lo normal, pero cuando se acostó la cama se empezó a mover los cuadros se caían, parecía un terremoto. La joven a duras penas llegó a la ventana para asomarse si había un terremoto fuera, pero no lo había, entonces ya supo que aquella casa estaba encantada de verdad. Ya terminada la movida se acostó y durmió bastante bien. Pasaron varios días y pasaba lo mismo, y la joven cada día estaba más asustada. Hasta que un día, cuando sólo le quedaba dos días para que llegase el viejo se acordó de unas palabras que le  había dicho el viejo antes de haberse ido: “Abajo en el sótano hay una puerta que nunca he logrado abrir, sospecho que allí estará la extraña magia.” La joven bajo al sótano e intento abrirla, lo intentó y lo intento hasta que lo consiguió. Había una larga escalera, la bajo y llegó a un sitio donde había un ordenador manejado por alguien, había un tubo que estaba más o menos donde el frigorífico y muchos robots merodeando por allí. La joven se acercó para descubrir                                                                                             quien estaba detrás de aquel escándalo.

 

-P…e…r…d…o…n…e…-dijo la joven asustada

 

 

 

 

 

 

 El sillón se dio la vuelta y apareció el rostro de… ¡EL VIEJO! La joven asombrada casi se queda sin respiración, pero al final despertó de sus asombros. Al fin se apresuro a preguntar:

 

- ¿¡Qué hace usted aquí?!

 

El viejo se quedó sin palabras, pero al final pudo decirle:

 

- Eso mismo digo yo, te dije que no bajaras abajo y me has desobedecido.

 

- Mentira me dijiste: Abajo en el sótano hay una puerta que nunca he logrado abrir, sospecho que allí estará la extraña magia.

 

El viejo se quedó como una piedra y le dijo:

 

-Ven acércate te voy a decir la verdad-la joven se acercó al viejo y se acomodó en una silla- desde pequeño odio que me lleven la contraria. El día que me fui de casa me compré esta maravillosa casa. Toda la gente quería comprarse esta casa, así yo le dejaba que probase una semana no tenía yo la maquinaria esta y a la gente le encantaba. A mi cliente le encanto la casa y me la quería comprar pero como odio que me lleven la contraria se me ocurrió hacer lo de la casa encantada para que nadie quisiera cómprala y les mentía diciéndole lo del sótano, hasta que llegaste tú y me descubriste, por eso te voy a dar esta casa.

 

La joven le dio el dinero acordado y se quedó viviendo en la casa y en cuanto al viejo se fue  a vivir a la playa. Y colorín colorado este cuento se a acabado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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