Los hábitos que se adquieren en la infancia son decisivos en el comportamiento alimenticio de la edad adulta, así, los niños deben aprender a comer y a alimentarse adquiriendo hábitos saludables adecuados que les permitan mantener una alimentación correcta a lo largo de su vida adulta. En esta labor deben tomar parte tanto el entorno familiar como el centro educativo pues el comedor escolar contribuye significativamente a la alimentación de los escolares desempeñando, tanto una función nutricional, como contribuyendo a la adquisición y consolidación de hábitos alimentarios saludables.
Ministerio de Educación Secretaría General Técnica Subdirección General de Documentación y Publicaciones. Madrid. 2011.
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