Durante la crisis de COVID-19, los países implementaron una serie de medidas para frenar el impacto educativo de la pandemia. En tiempos de emergencia, la rapidez en la implementación de las respuestas es clave, pero la evidencia de lo que puede funcionar es limitada y las limitaciones de recursos y capacidad son vinculantes. Un marco que proporcione una perspectiva de implementación coherente puede ahorrar tiempo y generar mejores resultados.

A medida que los países exploran formas de reabrir escuelas y diseñar nuevos modelos de educación que amplíen las fronteras de las escuelas físicas a través de la tecnología, este documento propone un marco que puede ayudar a los gobiernos a estructurar la estrategia de implementación de sus respuestas educativas en evolución al COVID-19.

Consiste en un conjunto de recomendaciones generales y preguntas de orientación que pueden informar el desarrollo de estrategias de educación a medio plazo y, en términos más generales, ayudar a desarrollar la resiliencia de los sistemas escolares para posibles emergencias educativas.

Acceso al documento