P. ¿Cómo se da el paso de ser docente y lanzarse a asumir proyectos de internacionalización en un centro educativo? ¿Cuánto tiempo lleva implicada en el desarrollo de este tipo de proyectos?

R: Para mí el paso a la internacionalización de mi actividad docente ocurrió de un modo natural. Yo buscaba espacios de aprendizaje real para mi alumnado. Espacios de aprendizaje en los que pudieran aplicar lo que aprendían en mi asignatura de Geografía e Historia, donde pudieran aprender aplicando y aprender experimentando. Por eso cuando la plataforma eTwinning llegó a España en el año 2005 ofreciendo la posibilidad de realizar proyectos colaborativos con otros centros europeos, me lancé de lleno a ella. Al año siguiente, en 2006, el Servicio Nacional de Apoyo Educativo (INTEF) me ofreció ser embajadora eTwinning para animar a otros docentes a realizar proyectos en esta plataforma. Así que llevo en proyectos de internacionalización ya 18 años.

Cuando cambié de centro educativo llevé eTwinning conmigo desarrollando proyectos con los compañeros de esos centros y sembrando el gusanillo en esos equipos directivos. Al llegar al IES Parque de Lisboa me encontré con un instituto que ya había apostado por la internacionalización participando en los antiguos proyectos Comenius y, por eso, fue muy sencillo. Al crearse el Programa Erasmus Plus decidimos abordar la internacionalización del centro de una forma más clara, diseñando un plan que formase parte de nuestra oferta educativa. Así, Erasmus Plus y eTwinning se combinaron como espacios para mejorar la calidad de nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje, para implantar una metodología de trabajo por proyectos, y para ofrecer espacios reales de aprendizaje a nuestro alumnado mediante movilidades digitales y físicas.

 

P. Como directora y coordinadora Erasmus Plus en el IES Parque de Lisboa de Alcorcón, ¿por qué considera que es importante la participación de los centros educativos en Programas Educativos Europeos?

R: No concibo la educación de nuestros alumnos sin su participación en Programas Educativos Europeos. En primer lugar, porque estamos formando ciudadanos europeos que deberán ejercer derechos y deberes en el futuro. Formarse como ciudadano europeo requiere “sentirse” ciudadano europeo y esto no es algo que pueda aprenderse de forma teórica, debe experimentarse. Desarrollar proyectos colaborativos con otros alumnos europeos, comunicarse con ellos, compartir ideas y experiencias a través de proyectos digitales en la plataforma eTwinning y a través de experiencias de aprendizaje de corta o larga duración en centros educativos europeos gracias al programa Erasmus, es la mejor manera de descubrir que somos iguales a pesar de nuestras diferencias. Los alumnos necesitan descubrir que lo que nos convierte en ciudadanos europeos son los valores que compartimos. Y que compartimos también deseos, inquietudes, incertidumbres y esperanzas similares. Tener experiencias educativas en y con otros docentes y alumnos/as europeos es lo que permite a nuestro alumnado sentirse ciudadano europeo.

En segundo lugar, debemos dar el salto que ya se dio en la universidad y construir el Espacio Europeo de Educación. Un espacio que permita a alumnos/as de Educación Secundaria cursar parte de sus estudios en centros europeos fuera de su país. De hecho, en el IES Parque de Lisboa tenemos ya experiencias de aprendizaje de larga duración en las que los alumnos de 4º de ESO y de 1º de Bachillerato estudian un periodo de entre 6 semanas a 2 meses en centros europeos asociados. Este curso nuestro alumnado estudiará en centros de Francia, Italia y Dinamarca y, nosotros, a su vez, recibiremos alumnos de estos institutos. Estos programas de aprendizaje de larga duración suponen un enriquecimiento académico al conocer otras metodologías, docentes y centros educativos, pero, sobre todo, suponen un enriquecimiento personal y madurativo. Los estudiantes tienen experiencias inolvidables que les hacen ser más autónomos, que incrementan su autoestima y su motivación hacia el aprendizaje, que les permiten consolidar competencias clave y que les ayudan a madurar.

P: El IES Parque de Lisboa de Alcorcón cuenta con numerosos reconocimientos de instituciones públicas y privadas, entre los que destacan los tres Sellos Europeos de Calidad Educativa otorgados en 2021 por la Comisión Europea y seis Sellos Nacionales de Calidad Educativa entre 2021 y 2023 por el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado. ¿Qué acciones y/o proyectos considera que han propiciado para que en su centro le otorguen este tipo de reconocimientos?

R: Nuestros proyectos han recibido siempre una puntuación muy alta, tanto en las evaluaciones del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) del Ministerio de Educación que se encarga de valorar los proyectos eTwinning, como por parte del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) que evalúa los proyectos Erasmus. Creo que se debe en primer lugar a que los proyectos que desarrollamos sitúan al alumno como centro de su propio aprendizaje. Los proyectos dan protagonismo al alumno, a sus intereses y capacidades y le ofrecen espacios en los que puedan consolidar lo aprendido en las distintas asignaturas. También destaca el hecho de que los proyectos tienen a menudo un carácter interdisciplinar.

Al mismo tiempo, parten de cuestiones que interesan y rodean al alumnado, temas de actualidad y suelen tener una proyección de aprendizaje-servicio. Es decir, no son meros proyectos académicos relacionados con contenidos, sino que están diseñados para tratar de resolver problemas que nos rodean. Además, la calidad de los proyectos se apoya de manera clara en la calidad de los docentes del IES Parque de Lisboa. Otro valor añadido es la creación de comunidad educativa ya que los proyectos implican a buena parte del profesorado y del alumnado y también a sus familias. 

P. Como una de las primeras embajadoras eTwinning en España, y líder en uno de los doce centros eTwinning de referencia en la Comunidad de Madrid, ¿qué aspectos debe plantearse un profesor antes de trabajar en eTwinning en su centro?

R: El primer objetivo a la hora de diseñar un proyecto eTwinning es que éste logre producir aprendizajes en el alumnado. Un proyecto de éxito es aquel en el que los alumnos han aprendido y madurado. Por tanto, las dos preguntas clave para diseñar un proyecto eTwinning son: ¿qué quiero que aprendan mis alumnos y qué competencias quiero que desarrollen? y ¿qué camino, qué situaciones de aprendizaje van a facilitar que las logren? Es importante diseñar proyectos curriculares, es decir, que se ajusten a los objetivos, contenidos y competencias que los alumnos tienen que desarrollar en cada nivel educativo, pero, también, que los aspectos curriculares vayan acompañados de un enfoque que interese al alumno (temas de actualidad, retos, problemas del contexto social…).

Curiosamente, una cuestión que suele preocupar a los profesores que se acercan por primera vez a estos proyectos es el idioma de comunicación. Los proyectos pueden desarrollarse en cualquier idioma de la Unión Europea. En el IES Parque de Lisboa, por su carácter bilingüe, la mayoría son proyectos se desarrollan en inglés, pero hemos tenido también proyectos en castellano y francés. Hay muchos centros europeos que ofertan español como segundo idioma y que están deseando que sus alumnos desarrollen proyectos en nuestra lengua. También suele inquietarles no saber sobre qué tema trabajar. Esto tampoco es un problema. Cuando un docente tiene una idea de proyecto lo propone en la plataforma eTwinning para encontrar otros docentes con los que colaborar. 

 

P. A partir del 2014, los centros educativos de la Comunidad de Madrid comenzaron a participar en el programa Erasmus+. En 2022 el IES Parque de Lisboa obtuvo la Acreditación de Centro Erasmus para Educación Escolar. Como coordinadora Erasmus, ¿cuáles son las claves para conseguir una mayor implicación y motivación del profesorado en la puesta en marcha de este tipo de proyectos?, ¿cuáles son las principales dificultades que pueden encontrar a la hora de ponerlos en marcha?

R: La implicación del profesorado se logra mediante un proyecto educativo compartido en el que los profesores sientan que tienen voz y que sus aportaciones son escuchadas y valoradas. Desde el equipo directivo se apoya y orienta a cada profesor o grupo de profesores que desea realizar un proyecto o una actividad que suponga un valor añadido a la formación de nuestro alumnado. Se estimula que sean los propios docentes los que propongan sus ideas y diseñen los proyectos a realizar y se les ayuda en aquello que necesiten para dar forma a esos planes.

El hecho de que los profesores vean que el alumnado disfruta y aprende, que mejora su actitud hacia el aprendizaje y que desarrolla competencias también facilita que valoren positivamente participar en estos proyectos. Además, durante los mismos y especialmente en las movilidades de aprendizaje, docentes y alumnos encuentran espacios y tiempos más tranquilos en los que conocerse y compartir gustos, deseos e inquietudes que, a veces, el ritmo del instituto no facilita. El diseño de proyectos y su desarrollo también fomenta la comunicación entre docentes del propio centro y entre docentes de centros educativos distintos. Permite compartir materiales, metodologías, retos, dificultades y ofrece también un espacio para las relaciones personales entre compañeros. Los proyectos son una buena oportunidad para crear equipo.

Respecto a las dificultades destacaría la falta de tiempo. La longitud de los currículos educativos y una burocracia cada vez más intensa resta tiempo de trabajo para el diseño de proyectos y exige que el profesorado, en ocasiones, deba dedicar parte de su tiempo libre a esta tarea. Sería deseable un reconocimiento formativo o en productividad a los profesores que se implican en este tipo de proyectos, porque esta metodología de trabajo exige tiempo, esfuerzo, compromiso e implicación que va mucho más allá de enseñar una asignatura. No obstante, cuando un profesor ve a un alumno disfrutar, aprender y mejorar a través de un proyecto que ha diseñado, se le olvidan los sacrificios hechos y se valora aún más la profesión docente.

 

P. ¿Cuáles son las principales plataformas de difusión y/o participación donde los docentes pueden informarse y presentar sus proyectos?

R: La página web del Servicio Nacional de Apoyo eTwinning recoge artículos sobre proyectos concretos y/o metodologías educativas. Se pueden consultar kits de proyectos y buenas prácticas para inspirarse y se puede enviar artículos propios sobre tu proyecto. La Plataforma de Resultados de Proyectos Erasmus+ es una base de datos con la información de los proyectos desarrollados en cada país y cada centro educativo, recoge también las direcciones de contacto de esos centros así que es un buen punto de partida para encontrar inspiración y socios. La Revista Digital de EducaMadrid tiene también un espacio para la difusión de estos proyectos, así como algunos números de la Revista Debates del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid. La Dirección General de Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza publica anualmente un libro digital titulado “Programas Educativos Europeos” en el que recoge las novedades así como buenas prácticas de centros madrileños que pueden servir de ideas para iniciar un proyecto propio. La red de formación del profesorado de la Comunidad de Madrid también ofrece cursos que cuentan siempre con ejemplos de buenas prácticas. Y existen multitud de espacios de encuentro para presentar proyectos como el Congreso STEMadrid, los encuentros de las asociaciones de profesores y muchas otras convocatorias de entidades privadas.

 

P: En su opinión, ¿cómo ha transformado los programas europeos en educación la enseñanza-aprendizaje en el aula? ¿Qué iniciativas se han impulsado desde su centro que han conllevado una transformación metodológica?

R: Los programas europeos han transformado la educación porque han permitido derribar las paredes y los tiempos del aula. La plataforma eTwinning ha permitido que alumnos de distintos centros educativos cuenten con un espacio digital seguro para comunicarse, colaborar, trabajar y aprender juntos. Los proyectos motivan tanto al alumnado que es habitual que no les importe continuar trabajando en casa cuando cualquier otra tarea enviada para después de la jornada lectiva les resulta tediosa o poco motivadora. Han transformado la metodología, el modo de enseñar y el modo de aprender. La metodología se ha vuelto activa y ha situado al alumno en el centro del aprendizaje.

Ahora, el alumno tiene que investigar, lanzar hipótesis y comprobar, experimentar ideas, ser creativo en el diseño de productos y en la solución de problemas, tomar la iniciativa en la negociación. Tiene que aprender a comunicarse con alumnos de otros centros, aprender a escuchar y a colaborar. Tiene que aprender a encontrar y seleccionar información veraz, desarrollar el pensamiento crítico para negociar, apoyar sus argumentos y ofrecer propuestas razonadas, tiene que desarrollar competencias lingüísticas y digitales, consolidar la multiperspectiva en la resolución de retos…Como veis, las ventajas para el alumnado que trabaja en proyectos europeos son infinitas.

El papel del profesor también ha cambiado. Se ha convertido en un guía atento que motiva y estimula al alumno, que ofrece y verifica las fuentes de información seleccionadas, que resuelve dudas, que acompaña y ayuda al alumnado en la construcción de su conocimiento y de su escala de valores, que ofrece retos constantes ajustados al punto de partida de cada alumno. En definitiva, el profesor sigue siendo la figura de referencia en la enseñanza, pero ha dejado parte del espacio del proceso educativo al alumno para que éste aprenda a aprender y se haga responsable de su propio aprendizaje.

La transformación metodológica del IES Parque de Lisboa ha ido produciéndose de una manera silenciosa y progresiva a través del desarrollo de proyectos interdisciplinares. El uso de herramientas digitales también se ha generalizado. Cada alumno cuenta con su propia herramienta digital que completa y enriquece las dinámicas de la clase tradicional y que facilita el trabajo en equipos multinacionales en proyectos eTwinning y Erasmus. Esta transformación ha ido acompañada de varios proyectos de formación en el centro en aquellas cuestiones en las que hemos ido detectando que necesitábamos mejorar o profundizar (competencia digital, metodologías activas, metodología ABP, plataforma ESEP, evaluación en entornos digitales…). Estas sesiones de formación no sólo han mejorado nuestros conocimientos, sino que nos han ofrecido espacios para compartir, diseñar juntos y crear equipo.

 

P. Si tuviera que elegir un proyecto de internacionalización liderado como docente durante tu carrera profesional, ¿cuál elegiría? ¿Podría explicarnos con más detalle cómo fue el proyecto?

R: Todos los proyectos tienen algo especial y te recuerdan a los alumnos con los que los desarrollaste y a los que viste crecer y madurar. Cada proyecto es mágico y te permite descubrir características de tus alumnos que en la clase tradicional pasan desapercibidas. Quizás por el reconocimiento externo recibido, por las experiencias vividas durante el mismo y porque superó a la etapa del cierre de centros educativos durante el COVID-19, el proyecto que destacaría es “Bridging the Dream Gaps: Breaking barriers, Building Futures”.

 

P. Después de tantos años dedicada a fomentar la internacionalización en los centros educativos, ¿qué le ha aportado en su trayectoria profesional? ¿Qué considera que le enseña al alumnado y al docente?

R: La internacionalización me ha traído formación y experiencia, motivación e ilusión. Me ha permitido conocer a otros docentes y centros europeos y ver cómo hacían las cosas. Eso me ha permitido aprender de ellos para mejorar mi práctica docente y mi instituto, pero también me ha hecho sentir orgullosa de lo bien que trabajan los profesores de mi instituto, de la calidad de su trabajo y de su implicación con la educación y, más allá de mi centro, de lo bien que se trabaja en los centros educativos madrileños. Los proyectos eTwinning españoles tienen siempre una elevada calidad que refleja la calidad de los docentes madrileños. La internacionalización también me ha traído compañeros que se han convertido en amigos por toda Europa. Me ha traído aprendizaje a lo largo de la vida y una curiosidad por aprender que no se acaba. He obtenido reconocimiento profesional, no sólo por los reconocimientos y premios de distintas instituciones, sino también por compañeros docentes que recurren a mí cuando quieren iniciar un proyecto o tienen dificultades en su desarrollo.

Creo que la internacionalización enseña al docente y al alumnado la vida real al enfrentarle a espacios de aprendizaje y experimentación reales en los que lo que enseñamos y aprendemos toma forma y vida y  sirve para obtener conclusiones y alcanzar objetivos. También nos enseña a derribar prejuicios y estereotipos culturales, religiosos, de género… porque al trabajar con alumnos y profesores de otros países vemos que no somos tan diferentes, que compartimos los mismos deseos, intereses y valores. La internacionalización de los centros y los programas educativos europeos hacen real el lema europeo “unidos en la diversidad”. Y, lo más importante, conecta la escuela con la vida real y hace que el alumnado perciba que lo que aprende aquí le sirve para su presente y para su futuro.

 

P. Recientemente su centro ha recibido el Premio Europeo de Innovación Educativa EITA 2023 en la categoría de Educación Secundaria por el proyecto “Bridging the Dream Gap: Breaking Barriers, Building Futures”.  ¿De qué trata este proyecto? ¿Qué supone haber sido seleccionado por el Servicio Español para la Internacionalización Educativa como el mejor proyecto de España y uno de los mejores de Europa? ¿Qué impacto ha tenido para el alumnado y el profesorado?

R: El proyecto nace del Informe PISA 2015 y del estudio realizado por los profesores de Psicología Brian, Leslie y Cimpian en 2017 sobre “Estereotipos de género sobre capacidad intelectual”. Ambos estudios ponían de manifiesto como ya a la temprana edad de 6 años las niñas empiezan a pensar que tienen menos capacidad intelectual que sus compañeros masculinos, que “son menos inteligentes que los chicos”, incluso aunque estén obteniendo mejores notas que ellos. Según el estudio de Cimpian, asumir esta idea hace que ya, a los 6 años, las chicas empiecen a reducir sus intereses y sus aspiraciones, limitando las elecciones que tomarán en su vida personal y profesional. Este prejuicio ha sido denominado “Brecha de sueños” (Dream Gap) y es una de los razones que explican el menor interés de las chicas hacia las carreras STEM (Ciencias, Tecnología e Ingeniería) y hacia papeles de liderazgo y gestión de equipos. La brecha de sueños no está basada en capacidades reales de niños y niñas sino en las capacidades percibidas.

Cuando conocí estos datos decidí crear un proyecto en el que alumnos pudiesen investigar y descubrir si existía una diferencia real entre hombres y mujeres en cuanto a capacidad intelectual que determinase su desarrollo profesional. Al preguntar a los alumnos me di cuenta de que quizás uno de los problemas era la falta de referentes femeninos reales. Por ello el proyecto se centro en que el alumnado conociese a mujeres reales que estaban desarrollando carreras exitosas en la actualidad en distintos campos: ciencia, tecnología, investigación, ciencias sociales, deporte, arte, literatura… Queríamos que hablasen con ellas, que las entrevistasen, que conociesen su trayectoria y sus campos de trabajo.

Al proyecto se sumaron docentes de Tecnología y de Lengua Castellana y a continuación, buscamos socios en la plataforma eTwinning, y decidimos trabajar con un centro de Cerdeña (Italia) y otro de Esmirna (Turquía) porque esto permitía que el alumnado pudiese comparar también la situación de la mujer en tres países con contextos culturales y religiosos algo diferentes al nuestro.

Los 90 alumnos que participaron en el proyecto eTwinning entrevistaron a investigadoras que trabajan en instituciones de reconocido prestigio (CIEMAT, CSIC, Universidad Complutense, Museo Geominero, Museo Arqueológico…). Además les permitió visitar las instalaciones a la sala acorazada del Museo Arqueológico o el Laboratorio Nacional de Fusión del CIEMAT. 

En la segunda fase del proyecto, coincidiendo con la pandemia por COVID-A9 y el cierre de la educación presencial, investigamos sobre mujeres que en el pasado jugaron un papel relevante en la configuración de la sociedad actual. En la tercera fase del proyecto, el objetivo era conocer a mujeres que estaban desarrollando carreras profesionales exitosas en el arte, la literatura y el deporte. Nuestras mentoras deportistas nos prepararon también talleres y prácticas de su deporte que el alumnado disfrutó enormemente. En esta fase mantuvimos un encuentro con la alcaldesa y la concejala de Educación y otro con la concejala de Feminismo, igualdad y emprendimiento de Alcorcón. Los alumnos presentaron el proyecto y sus propuestas para mejorar la visibilidad de las mujeres profesionales de Alcorcón y solicitaron más apoyo para el deporte femenino de la localidad.

Así pues, los resultados del proyecto y el impacto en el centro, en la comunidad educativa y en la localidad han sido muy importantes. El proyecto ha obtenido el Premio Europeo de Innovación Educativa EITA 2023 en la categoría de Educación Secundaria, que otorga cada año la Comisión Europea. Fue seleccionado por el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) como el mejor proyecto de España en esa categoría y por tanto representó a nuestro país en los premios obteniendo este importante reconocimiento.

Pero, más allá de este galardón que, para nosotros representa el reconocimiento a un trabajo bien hecho y al esfuerzo realizado por docentes, alumnado y familias, el impacto del proyecto ha sido enorme en la educación de nuestro alumnado. Entre los logros del proyecto me gustaría destacar el empoderamiento de las alumnas que aumentaron sus aspiraciones personales y profesionales. Un porcentaje más elevado de alumnas, se decantaban al finalizar el proyecto, por carreras profesionales ligadas a la investigación, la tecnología y la ingeniería. También ha aumentado la autoestima y autoimagen de nuestras alumnas, que se muestran más seguras y proactivas a la hora de proponerse como gestoras de equipos y ejercer puestos de representación y liderazgo.

Han disminuido los prejuicios y estereotipos de género sobre la diferente capacidad intelectual de hombres y mujeres, al poner nombre, cara y voz a mujeres con carreras profesionales exitosas en la actualidad cuyo trabajo modela nuestra sociedad y puede cambiar el mundo. Además, han disminuido los prejuicios y estereotipos culturales gracias a la colaboración con nuestros socios turcos e italianos y la experiencia de vivir en sus familias y de acoger a sus alumnos en las nuestras.

Esto ha contribuido, además, a fomentar el sentimiento de ciudadanía europea entre los participantes que han entendido que lo que nos une es más que lo que nos separa, que los valores de paz, solidaridad, democracia e igualdad son compartidos por todos y que las diferencias culturales, en lugar de separarnos, nos enriquecen. Ha aumentado el compromiso democrático de nuestro alumnado que ha vivido en primera persona la experiencia de utilizar su voz y trasladar sus propuestas al consistorio de nuestra localidad, hacer sugerencias y señalar dificultades para mejorar entre todos nuestro municipio.

P. Dada su gran trayectoria profesional en materia de internacionalización, ¿qué consejos podría dar a profesores y alumnos que quieran participar en este tipo de proyectos? ¿Cuáles son los retos que deben plantearse los docentes en materia de internacionalización?

Me gustaría animar a los docentes a participar en programas europeos y en programas de internacionalización por el salto cualitativo que supone en la mejora de la calidad de la enseñanza, pero también porque son ilusionantes, motivadores y están llenos de aventuras. Mi consejo sería que no tuvieran miedo. Para alguien que empieza por primera vez en estos proyectos el vértigo es mucho. No se sabe por dónde empezar. Pero no se debe tener miedo, se debe buscar información y ayuda. La ayuda se encuentra en muchos lugares, es gratuita y está siempre disponible. Se puede contactar con la Embajada eTwinning de la Comunidad de Madrid, formada por docentes que desarrollamos proyectos todos los años y que estamos a pie de aula. Se puede contar con el apoyo de los asesores de Programas Europeos de la Dirección General de Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza que atienden dudas y resuelven las dificultades que puedan surgir. También, por supuesto, con el Servicio Nacional de Apoyo eTwinning que asesora, guía y resuelve dudas para eTwinning y con el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación que hace lo mismo para Erasmus.

Mi consejo es que participen en los cursos de la Red de Formación del Profesorado de la Comunidad de Madrid o que soliciten que un embajador vaya a su centro a formarles o que realicen las miniformaciones (MOOC-NOOC) del INTEF. Y, sobre todo, que no tengan miedo. No es necesario empezar con proyectos muy elaborados. Se puede empezar con proyectos sencillos, con pocos objetivos y actividades asociadas en la plataforma eTwinning y, cuando se adquiera seguridad, hacer proyectos más complejos. En el caso de Erasmus, es necesaria la colaboración del equipo directivo y el diseño de un proyecto claro de internacionalización ligado al proyecto educativo del centro, por lo que, es importante crear un grupo de docentes comprometido que quiera afrontar esta aventura. También es importante que sepan que no siempre es necesario tener una idea o crear un proyecto propio, ya que otros docentes ofrecen sus ideas de proyectos en eTwinning buscando socios. Así que también pueden localizar un proyecto ofrecido por otro docente que les interese y se ajuste curricularmente y colaborar con él.

Respecto a los retos en materia de internacionalización me gustaría indicar que el objetivo de la internacionalización es mejorar la calidad de la educación, la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y  que, por tanto, el reto es el mismo que los docentes afrontamos a diario, el de ofrecer a nuestros alumnos/as espacios de aprendizaje en los que madurar y aprender, en los que se formen como ciudadanos responsables y en los que adquieran las competencias y habilidades necesarias para afrontar cualquier reto personal o profesional que el futuro les presente.