El consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, asistió a esta jornada, donde comprobó de primera mano los trabajos presentados por los estudiantes madrileños.

La prueba consta de dos modalidades. La junior, destinada a niños y adolescentes de entre 8 y 18 años, en la que participan con un prototipo telecontrolado realizado por ellos y, opcionalmente, con otro autónomo. Por su parte, la sénior está abierta a jóvenes de hasta 30 años, que deben presentar robots completamente autónomos. Los equipos, además, tienen que mostrar los proyectos ante un jurado que otorgará diversos premios. Los vencedores a nivel nacional accederán a la final con tres máquinas por país en cada modalidad.

Este año los robots tenían que realizar la prueba Farming Mars (Cultivando en Marte), en la que debían desplazar unas plantas, colocarlas en tiestos y jardineras, orientar unos paneles solares o polinizar las flores con unas mariquitas robóticas, entre otras opciones.

Como novedad, esta edición ha incluido la actividad "el padrino tecnológico", una colaboración entre el Aula de Robótica de la UAH y un proyecto solidario que desarrolla sillas de ruedas motorizadas para donarlas a centros educativos con estudiantes con dificultades de movilidad. De esta manera, los alumnos tienen la oportunidad de participar en una prueba similar a la de Eurobot.

Por otra parte, alrededor del campeonato se celebraron otras acciones con el objetivo acercar la investigación y la tecnología a la sociedad. Entre ellas, la visita a laboratorios de la Escuela Politécnica Superior o la participación en talleres organizados por empresas especializadas.