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CEIP Virgen de la Paz. La Gramática de la Fantasía

Revista Digital EducaMadrid

Fecha de publicación: 8 de febrero de 2024

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Resumen

Uno de los objetivos para los alumnos de Educación Infantil es iniciarse en el aprendizaje de la lectoescritura. Sin embargo, cada curso con más fuerza, solemos sobrecargar de forma inconsciente a nuestros mayores de infantil en relación con el aprendizaje de la escritura y la lectura, con el fin de asegurar un cambio satisfactorio de etapa pero sin percatarnos de sus necesidades y ritmos. La “Gramática de la fantasía” pretende abrir un hilo de debate y reflexión entre los docentes con el fin de respetar a los protagonistas de nuestro trabajo, los niños de infantil.

Experiencias

Nivel: Educación Infantil

Autora

Casandra Arenal Hernández

CEIP Virgen de la Paz (Collado Mediano)

1. CONTEXTO

El Los recursos y aspectos metodológicos que recojo en este documento han sido desarrollados en diferentes centros de la Comunidad de Madrid durante los últimos diez años. Han dado lugar a diversas experiencias enriquecidas por entornos dispares, que engloban tanto zonas de difícil desempeño como contextos con un nivel socioeconómico medio-alto.

Foto 1

2. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

Todavía recuerdo el día en el que por primera vez llegué a un aula de Infantil, no como docente, sino como niña. Aquel era un lugar atractivo, amable, colorido, el aula del Ratón Vaquero nos daba la bienvenida; aún puedo cantar alguna estrofa de su canción. Mi memoria no alcanza a recordar la cara de mi maestra, pero siempre he sabido que si he querido dedicarme a la docencia ella tuvo mucho que ver. No estoy segura de si aprendimos pronto a leer o escribir nuestras primeras palabras pero tengo la certeza de que aquellos días fueron felices, divertidos, llenos de juegos y amigos con los que compartir.

Desde que comencé mi docencia en el segundo ciclo, me he propuesto que el aula se convierta en ese entorno amable que recuerdo, en ese espacio en el que lo más importante sea ser feliz, donde el juego sea nuestra principal herramienta de trabajo, y la motivación y la toma de elecciones por parte de los pequeños estén muy presentes.

Trabajo cada curso en esta línea, con el fin de recuperar la esencia de esta etapa. No obstante, no debemos confundir esto con pasar el rato o jugar libremente durante toda la jornada escolar (a pesar de que el juego libre debe tener también su espacio). Debemos valorar las necesidades y requerimientos de nuestros alumnos de forma organizada para así, de verdad, dar una respuesta ajustada a las necesidades de cada alumno y dar a esta etapa la importancia que merece. Esto es aplicable a todos los conceptos que trabajamos en Educación Infantil, pero si hay uno especialmente remarcable, del que quiero hablar en esta ocasión, es el aprendizaje de la lectoescritura.

¿Por qué no consigo que mis alumnos escriban sobre su fin de semana? ¿Por qué algunos de ellos se quedan sesiones enteras frente al papel sin lograr escribir ni una letra? Seguro que muchos os planteáis a diario estas preguntas. La respuesta, a mi parecer, es sencilla: todavía no están preparados.

La adquisición de la lectoescritura constituye, sin duda, uno de los aspectos que posiblemente crea mayor incertidumbre entre los docentes de esta etapa, especialmente durante el último curso. En muchas ocasiones, nos sentimos agobiados por su paso a Primaria, por las familias e incluso por el “qué dirán” nuestros compañeros, y especialmente por nuestros propios alumnos, que si no alcanzan un buen nivel lectoescritor sufrirán las consecuencias en su incorporación a Primaria. Toda esta presión hace que nos olvidemos de lo más importante, que adquieran la lectoescritura de forma significativa y motivadora, feliz.

A lo largo de mi docencia, tras trabajar con diferentes grupos de edades y en diversos contextos, he podido comprobar una premisa que se repite: todos los niños, antes o después, sienten interés por el texto escrito, las letras, las palabras. ¿Estamos entonces interfiriendo en su aprendizaje? ¿Rompemos su motivación a través de copias tempranas y exigencias que están por encima de los niveles madurativos de nuestros alumnos? ¿Observáis que los niños son muy felices en 3 y 4 años pero que al llegar a los 5 ya, en algunos casos, comienzan a no sentirse tan atraídos por el “cole” porque tienen deberes, tienen que escribir, porque tienen muchas tareas y menos tiempo para jugar?

No os sintáis mal, no somos culpables de la carga que la etapa ha ido asumiendo pero sí estamos a tiempo de elegir un camino más motivador para nuestras clases, donde prevalezcan sus intereses y donde su palabra se tenga en cuenta.

¿Y por qué la Gramática de la Fantasía? Este bonito nombre, creado por mi amiga y compañera Laura Sanz, siempre tan creativa, recoge una idea quizá algo abstracta: la fantasía también puede tener gramática. Tradicionalmente, se ha acercado el texto escrito a los más pequeños a través de la fantasía, los cuentos y las fábulas. Y así lo seguimos haciendo, en cierto modo. Sin embargo, desde mi humilde experiencia, he descubierto que esto no es suficiente para motivar a nuestros niños en la actualidad, los cuales necesitan ver la practicidad de sus aprendizajes y no quedarse únicamente en lo imaginativo, sino incorporar a su día a día el texto de forma significativa.

Sin más alcance, es lo que pretendo con este pequeño documento, recoger unas breves claves que ayuden a aquellos que se sientan abrumados por hacer frente a la enseñanza de la lectoescritura y el trabajo de la competencia en comunicación lingüística, que recoge el reciente Decreto 36/2022, de 8 de junio; así como invitar a todos los docentes de infantil a escuchar a sus pequeños, observarles y disfrutar de su aprendizaje autónomo de forma tranquila y amable, reflexionando sobre sus intereses y necesidades y acercando la lectoescritura a través de propuestas atractivas y motivadoras

2.1. Claves para el aprendizaje de la lectoescritura

En primer lugar, es muy necesario que tengamos en cuenta que el aprendizaje de la lectoescritura requiere el desarrollo previo de una serie de avances a nivel cognitivo y psicomotor. Por este motivo, sugiero siempre actuar bajo la premisa del respeto de los diferentes ritmos de aprendizaje, algo muy instaurado a nivel teórico pero que, en muchos casos, no resulta tan obvio a nivel práctico.

En este sentido, es necesario que antes de plantearnos que nuestros alumnos aprendan a leer y escribir, debamos observar que se han alcanzado ciertos parámetros de desarrollo, lo que conocemos por objetivos de prelectura y preescritura que trabajamos desde los primeros cursos de infantil.

De este modo, uno de los aspectos más relevantes a nivel motor será la adquisición de un buen desarrollo de su motricidad fina, a través de propuestas que favorezcan el buen desarrollo de la pinza y el ajuste de la prensión de su mano dominante. Algunas pueden ser: manipulación de masas donde trabajar la presión, trasvase de elementos de un recipiente a otro con sus deditos, ensertables …es decir, debemos trabajar mucho con las manos antes de facilitarles utensilios de trabajo como las pinturas o el lápiz (especialmente en el curso de 3 años).

Sin duda, otro de los aspectos más relevantes va a estar relacionado con el desarrollo perceptivo, tanto a nivel auditivo como visual y espacio-temporal, ya que no podremos exigir a aquellos alumnos que, por ejemplo, no sean capaces de orientarse de forma adecuada en el espacio lo hagan en un espacio tan reducido como es una hoja de DIN A4. Por ello, es preferible comenzar expresando en superficies más amplias, siempre de más a menos, como pintar en el suelo con tizas, sobre papel continuo, cartulinas grandes, y hojas de DIN A3, progresivamente y en función de las necesidades individuales de cada alumno y no solamente del grupo. Es decir, habrá alumnos que trabajen sobre una cartulina grande mientras otros lo hagan en un DIN A4,la individualización constituye un factor fundamental en el aprendizaje y su progresión.

Junto a estos quiero destacar la importancia de un óptimo desarrollo lingüístico a nivel oral, que ayude a transcribir sin errores o reproducir lo recogido en el texto de forma significativa. Para ello será importante trabajar previamente el ámbito fonológico a través de juegos y praxias.

Y no quiero dejar al margen el ámbito afectivo- emocional, especialmente en este tipo de aprendizajes que suelen dar lugar, en muchas ocasiones y especialmente entre las familias, a comparativas en cuanto a su nivel de desarrollo lectoescritor, que afectarán duramente a la autoestima de nuestros pequeños. No olvidéis que cada uno tiene su ritmo y que ejercer presión sobre su aprendizaje solo servirá para desmotivar y hacer perder la ilusión.

Quizá todo esto resulta obvio pero en muchas ocasiones lo dejamos de lado y solo nos centramos en querer introducir las letras, las frases, los textos…, perdiendo de vista lo importante, el medio que utilizamos para hacerlo.

Veamos entonces cuáles son las claves que nos acercarán a aprendizajes lectoescritores felices y respetados. 

Practicidad

Sin duda, tal y como he observado durante estos años, una de las herramientas que más me ha servido para acercar a mis alumnoss al aprendizaje de la lectoescritura ha sido mostrarles la funcionalidad de la escritura. ¿Cómo? Sencillo, utilizar la escritura en el día a día en el aula debe convertirse en un hábito: haciendo listas en la pizarra, utilizando carteles para el aula y los materiales, escribiendo notas informativas a las familias haciéndoles partícipes, mostrando la importancia de leer carteles de información cuando os desplazáis por el centro o alrededores, etc. Es decir, invitándoles a participar mostrándoles cómo a través de la lectoescritura podemos comunicarnos con nuestro alrededor. Os aseguro que es fascinante cómo se va despertando en ellos esa necesidad de escribir una palabra a mamá en un precioso dibujo, una carta a un amigo para pedirle que venga a casa a jugar. O cómo muestran su ilusión al realizar una lectura global, que han deducido por contexto, de un etiquetado del aula. En definitiva, plasmar nuestra intención en que poco a poco descubran el texto escrito sin necesidad de comenzar por la copia de palabras sin sentido intrínseco a sus intereses.

Foto 2. La libertad escritora favorecerá enormemente su evolución

Significatividad

Y esto nos lleva a otro aspecto de los que, a mi parecer, constituye la base de un buen aprendizaje lectoescritor. Podríamos hacer referencia a las aportaciones de Ausubel en este sentido, pero buscando la practicidad, al igual que con nuestros alumnos, prefiero centrarme en cómo fomentar esta significatividad dentro del aula. En realidad es sencillo, todos aprendemos más de aquello que nos interesa, por lo tanto conocer bien a nuestros alumnos será primordial para responder a este principio, lo que supone la individualización en función de las características de nuestros escolares. ¿Cuáles son sus intereses? ¿Qué momentos son los más óptimos para trabajar con ellos según qué actividades?

En relación con este principio me gustaría hacer un inciso en lo que supuso un antes y un después en la enseñanza de la lectoescritura en infantil: la fonética. Porque, ¿qué hay más significativo que escribir lo que escuchamos? En este sentido, comenzaremos trabajando a través de cuentos, juegos, canciones, el sonido de cada letra, trabajando así desde temprano la correspondencia grafema-fonema. Si os encontráis en un momento en el que ya conocen el nombre de las letras podemos insistir en que además, cada una realiza un sonido y cuando se juntan forman las palabras, como ya sugieren algunas editoriales. Es importante que cuando leamos para ellos mostremos cómo ir enlazando los sonidos; por ejemplo, es útil hacerlo cuando mostramos bits y hacemos lecturas de palabras significativas. No os importe que cuando comiencen a leer alarguen mucho los sonidos o los reproduzcan de forma aislada, poco a poco irán enlazándolos y la magia surgirá, disfrutadla.

Foto 3. El trabajo del propio nombre y los de sus compañeros constituye el punto de partida para el aprendizaje de la lectoescritura

El juego

Como bien sabemos el juego constituye una de las actividades principales que favorece el desarrollo y aprendizaje de los pequeños, fomenta el desarrollo de grandes habilidades y destrezas y permite el descubrimiento del mundo que les rodea. Así, los que formamos parte de la crianza de los más pequeños debemos fomentar este juego, a priori libre, para fomentar el desarrollo de nuevos aprendizajes. ¿Y por qué digo “a priori libre”? Pues bien, porque a pesar de que Russel define el juego como “una actividad generadora de placer, que no se realiza con una finalidad exterior a ella, sino por sí misma”, mi propuesta para trabajar los contenidos lectoescritores a través del juego es preparar un espacio en el que los alumnos tengan a su disposición diferentes materiales y propuestas con las que jugar de forma libre. Pero que hayan sido seleccionados con una finalidad didáctica, con una estructura concreta, con el fin de acercarles a los aprendizajes que queremos que desarrollen de forma autónoma.

En este sentido prepararemos un espacio agradable, una zona del aula, en el que coloquemos diversos materiales que fomenten el aprendizaje de la lectoescritura como los que tenéis recogidos en el apartado de recursos. Es importante que los alumnos conozcan bien cómo utilizar el material y que se lo ofrezcamos de forma organizada para favorecer la dinámica del espacio. Además, debe existir variedad de material pero no grandes cantidades que den lugar a muchos estímulos a los que atender y espacios difíciles de organizar y recoger.

Foto 4. Enriquecer nuestras zonas de juego y trabajo con material lectoescritor potenciará el interés de nuestros alumnos

Motivación

El juego lleva intrínseco un gran valor motivacional, sin embargo, no siempre es suficiente, o no para todos. Por ello, es importante que atendamos a la motivación individual de nuestros alumnos, que nos mantengamos atentos a sus intereses y necesidades y los utilicemos como recurso para acercarles la lectoescritura. Todos conocemos alumnos que no sienten ningún interés por los contenidos que trabajamos en el aula pero de repente nos percatamos de que muestran una gran motivación por el mundo de los dinosaurios, el espacio…Pues bien, ese momento es el que debemos aprovechar para dar respuesta a sus necesidades y acercarles las ventajas de la lectura y la escritura para seguir descubriendo aspectos de esa temática que tanto les interesa. Evidentemente, esto es más difícil dentro de grupos con una ratio elevada, y supone mucho más trabajo, atención y observación por parte del docente, pero merece la pena cuando ves sus caritas de ilusión. Además, si estamos atentos suele haber temáticas que, más o menos, motivan a un gran número de niños y no me refiero a los míticos centros de interés o proyectos, sino a sus motivaciones reales como pueden ser: las piedras, los insectos, los dibujos animados, la manipulación de elementos…

Ritmos

En último lugar, pero siendo quizá uno de los aspectos más importantes para la adquisición de la lectoescritura, quiero hacer referencia al respeto de los ritmos individuales de aprendizaje. No podemos pretender que todos nuestros alumnos de 5 años acaben el curso sabiendo leer y escribir. Esto solo nos llevará al agobio y a la frustración, haciéndonos sentir erróneamente docentes fracasados. Debemos respetar sus niveles madurativos y confiar en que si seguimos bien los pasos y tenemos en cuenta los aspectos que he comentado en este texto, la magia de la gramática surgirá antes o después y será cuando el niño esté preparado para ello, cuando sienta la motivación suficiente para sumergirse en el mundo de las letras y comenzar su camino. Por ello es imprescindible realizar una buena planificación y atención lo más individualizada posible que vaya ofreciendo a cada alumno esa pequeña ayuda, incentivo, que le permita ir avanzando en su aprendizaje, en su descubrimiento y motivación hacia la lectoescritura. En este sentido, la graduación de la dificultad de las propuestas que planteamos en el aula, son un magnífico recurso para atender a diversos ritmos dentro de la misma actividad.

2.2. Recursos

La dotación de recursos más interesante que podemos crear es aquella que encaje con nuestra aula, con las temáticas a trabajar y nuestras ideas de actividades motivadoras. En redes sociales podéis encontrar un sinfín de docentes que nos ofrecen recursos e ideas en este sentido, del mismo modo que Pinterest es un entorno fabuloso para encontrar y compartir recursos docentes.

Si bien, algunos materiales que pueden enriquecer vuestros momentos y zonas lectoescritoras pueden ser: letras móviles en diferentes versiones, sellos de letras, pizarras velleda, bits de letras y palabras significativas, pinzas con letras, depresores con letras, bandejas de arena para realizar grafías, cajas sensoriales con pasta de letras, objetos en miniatura para escribir sus nombres, revistas y periódicos para recortar letras, notas adhesivas de colores en las que escribir, libretas para escribir, bolis, lápices y rotuladores de colores atractivos, cuentos y libros informativos, puzzles de letras o palabras, etc.

3. EVALUACIÓN

Todo cambio proviene de una reflexión, una autocritica personal que nos permita afrontar nuevos retos para hacer frente a nuevas situaciones educativas. En este sentido, sumidos en un mundo de continuo cambio la evaluación de nuestro trabajo nos servirá para mejorar, dinamizar nuestras aulas y dar respuestas ajustadas a las necesidades de nuestros alumnos fomentando aprendizajes satisfactorios.

A lo largo del aprendizaje de la lectoescritura la observación directa de la evolución de nuestros alumnos será nuestra herramienta de trabajo principal a partir de la cual diseñar nuestra intervención. En este sentido, debemos contemplar tiempos destinados a esta observación y recogida de información que nos permita ser objetivos y prácticos en nuestra labor docente.

4. CONCLUSIONES

Tal y como se desprende de esta experiencia el respeto hacia el desarrollo evolutivo de nuestros alumnos/as constituirá la parte fundamental de una enseñanza de calidad que se ajuste a las necesidades y ritmos de nuestros peques, mostrándoles la utilidad de la lectoescritura en nuestra vida diaria y atendiendo a sus intereses y motivaciones.

La etapa de infantil no merece la carga de contenidos, que no pertenecen a nuestro currículo, que sin darnos cuenta ha ido asumiendo en este sentido. Por ello, está en nuestra mano que esto cambie y vuelva a adquirir el sentido del crecimiento personal y disfrute infantil sin la necesidad de ir anteponiendo el logro de contenidos que corresponden a etapas posteriores, para los cuales nuestros alumnos no siempre están preparados.

Teniendo esto en cuenta, os invito a reflexionar sobre vuestra tarea, realizar una crítica autoevaluación y a aprender a disfrutar del proceso de aprendizaje tanto como lo hacen nuestros peques, a vivirlo con ellos desde la felicidad de llegar cada día al aula con nuevas propuestas que desarrollar, a ser partícipes de las mismas, y prepararlas con mucho amor para que infantil continúe siendo ese espacio amable y cariñoso que respeta a cada niño y hace lo posible por hacerle feliz.

Os aseguro que ver el avance y progreso en mis alumnos a la vez que disfrutan del proceso constituye el motor que me lleva a mejorar cada día como docente.

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