Los jóvenes encuestados suspenden la ciencia en España con un 4,6 en comparación con Europa y con un 4,1 respecto a la ciencia en el resto del mundo, datos que alimentan ese hundimiento de la percepción de la ciencia de nuestro país.

“Es preocupante que la percepción de la Ciencia en España sea tan pobre en comparación con otros países. Este estudio muestra que los alumnos de ESO ya tienen una perspectiva de una situación precaria y limitada de la Ciencia en España. Y esto, desgraciadamente, redunda en que en estas edades se van formando las ideas y sentir sobre elecciones futuras”, analiza José Antonio López Moreno, investigador del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la UCM.

En el estudio “Evaluación Nacional de la cultura científica en Educación Secundaria Obligatoria” han participado más de 8.000 alumnos de ESO de doce comunidades autónomas con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años.

“Inicialmente el objetivo del estudio era evaluar la percepción de la Ciencia y Cultura Científica en alumnos de ESO. Pero al comenzar la pandemia cambió y se propuso evaluar al alumnado que habían participado antes de la pandemia una vez habían retornado a las clases. De este modo teníamos un experimento natural: alumnos observados antes y durante la pandemia. La hipótesis era que la percepción de la ciencia tendría que haber cambiado en los alumnos de ESO debido a todos los eventos relacionados con la COVID-19”, comenta López Moreno.

La infección aumenta la desconfianza

Entre los resultados que más han llamado la atención a los investigadores están que los alumnos que habían estado infectados por el virus SARS-CoV-2 puntuaban significativamente menor en que la Ciencia significaba progreso (-9.9%) o que la Ciencia era útil (-11,2%) y les parece más aburrida (+15%) en comparación con los alumnos que no habían sido infectados.

“Este “menosprecio” por la utilidad de la ciencia en los alumnos que habían estado infectados podría venir explicado porque, o bien son los que tienen conductas más de riesgo ante infecciones o bien porque, después de haberse contagiado, ha disminuido su creencia en la utilidad de la ciencia”, explica el investigador de la UCM. 

A pesar de estas valoraciones, los alumnos encuestados califican a los científicos como inteligentes (42.3%), trabajadores (25,1%) y sabios (10,7%). En cambio, cuando se les pregunta por las palabras que no caracterizan a un científico responden: ser mentiroso (17,7%), deportista (13,7%) y político (10,3%).

Otras conclusiones del trabajo son que un 62% de alumnos de ESO afirman que han tenido algún amigo con COVID-19, el tiempo en actividades culturales ha sido sustituido por el uso de videojuegos y que el uso de Internet y las redes sociales se ha incrementado entre el 15 y el 7% según el día de la semana.

 

FUENTE | UCM-mi+d