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El Enlace Químico

Enlace iónico

El enlace iónico se produce por transferencia de electrones entre un metal, capaz de ceder electrones, y un no metal, capaz de captarlos. Es decir, entre átomos con electronegatividades muy diferentes. Por ejemplo el cloruro de sodio se forma:

Na - 1 e- → Na+

Cl + 1 e- → Cl-

Las fuerzas de atracción electrostática entre iones de diferente signo dan lugar al enlace iónico. Se denomina electrovalencia o valencia iónica al número de electrones intercambiados por cada elemento en un enlace iónico.

Enlace iónico

Redes cristalinas

En un compuesto iónico cada ion se rodea de un número de iones de signo contrario (índice de coordinación) que se disponen en el espacio formando redes cristalinas, cuya estructura geométrica depende del tamaño de los iones y de su carga. Por ejemplo, el NaCl forma una red cúbica centrada en las caras, mientras que en el cloruro de cesio la red es cúbica centrada en el cuerpo.

Redes iónicas

Energía reticular

La formación de redes cristalinas se puede justificar energéticamente. Si consideramos el proceso de formación de iones para el NaCl:

Na - 1 e- → Na+                    ΔE = 495,0 kJ/mol

                            Cl + 1 e- → Cl-                      ΔE = - 349,5 kJ/mol                               

El balance energético para la formación del cloruro de sodio sería de + 145,5 kJ/mol, luego el sistema no se estabilizaría. Al formarse el cristal por atracción electrostática entre los iones, se libera una cantidad de energía, denominada energía de red o energía reticular que hace que el balance energético total sea negativo.

                                            Na - 1 e- → Na+           ΔE = 495,0 kJ/mol

                                            Cl + 1 e- → Cl-             ΔE = -349,5 kJ/mol

                                            Na+ + Cl- → NaCl         ΔE = -765,0 kJ/mol

ΔET = -619,5 kJ/mol

La energía reticular se define como la energía que se desprende al formarse un mol de un cristal iónico a partir de sus iones en estado gaseoso. Un cristal será tanto más estable cuanto mayor sea su energía reticular.

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