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Visor

Pájaros de buen agüero

La amenaza de la gripe aviar se cierne sobre unos cuervos legendarios: los que, según la leyenda, custodian la Torre de Londres. 

    Por este motivo, los legendarios cuervos de la Torre, Branwen, Hugine, Munin, Gwyllum, Thor y Baldrick, han sido encerrados en unas jaulas especiales, en el interior de un edificio que algunos consideran el símbolo del imperio británico y otros el escenario de sangrientos episodios históricos que incluye magnicidios e infanticidios, de unas monarquías caracterizadas por una crueldad que el genial Shakespeare reflejó en alguna de sus obras.

    Esta construcción de origen normando, construida por Guillermo I El Conquistador en el siglo XI, fue residencia real hasta la muerte de James I, en 1625, está bajo la protección, según la leyenda, de estos cuervos. Asociados con la muerte desde siempre, la profecía, que se remonta a tiempos de los celtas, dice que nadie podrá conquistar el país mientras que Bran, un rey guerrero con forma de cuervo, no sea molestado.  Por este motivo, en el siglo XVII Carlos II, que reinstauró la monarquía tras la muerte de Oliver Cromwell, estableció por decreto la presencia de seis cuervos en el lugar  y su protección real, para asegurar la pervivencia de la Corona.

    Desde entonces, se cree que la Torre Blanca y todo el imperio británico se mantendrán en pie en tanto estos cuervos permanezcan en la Torre.  Por ello estos animales son intocables y son custodiados por uno de los guardas de honor –los 40 Beefeaters- que custodian desde el siglo XIV el lugar. Para ayudar  a convencerlos para que se queden, se les ha cortado las alas. Cuando un cuervo muere es sustituido por otro salvaje. El miedo a la rápida extensión de lagripe aviar por Europa ha motivado esta preocupación y el interés por protegerlos de su infección… Por si acaso.