Kiwa es la diosa polinesia de los crustáceos. Ha servido para dar nombre a una nueva familia -Kiwaidae- cuyo único representante por el momento es Kiwa hirsuta, este nuevo crustáceo capturado por buceadores californianos en abril de 2005 e identificado por investigadores franceses, a 2.300 metros de profundidad, al sur de la Isla de Pascua, en el Pacífico Sur, y que recuerda a una langosta. Es un animal blanco, ciego, de unos 15 cm de longitud, y su detalle más singular es la presencia de un pelaje sedoso recubriendo sus pinzas. Sobre estos pelos crecen bacterias filamentosas que parecen ser imprescindibles para la supervivencia del organismo. En efecto Kiwa hirsuta viven en las inmediaciones de fuentes hidrotermales cargadas de sustancias tóxicas que surgen cerca de la dorsal Pacífico-antártica. Las bacterias que cobijan sus apéndices parecen servir para detoxificar las aguas. Desde el siglo XIX no se había descrito una familia nueva en este grupo de crustáceos decápodos.