La hiperventilación es un proceso en el cual respiramos de una forma más profunda y acelerada, obteniendo así más aire del necesario.

Al hiperventilar, hacemos que nuestro nivel de CO2 en el plasma sanguíneo disminuya (conocido como hipocapnia) ya que al respirar, lo que inhalamos es oxígeno y lo que exhalamos es dióxido de carbono, por lo que el equilibrio de CO2 y O2 se rompe. Al reducir nuestros niveles de dióxido de carbono en la sangre, se genera una alteración en el pH sanguíneo que hace que nuestra sangre se convierta en alcalina. Si este proceso ocurre muy a menudo se le llama síndrome de hiperventilación.

Técnica respiratoria:

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Cuando nos encontramos en este proceso, nuestro cuerpo intenta regular automáticamente la respiración haciéndonos parecer que no somos capaces de respirar al ritmo necesario y por lo tanto intentamos ir a uno más rápido. Esto no contribuye al equilibrio de CO2 y O2 y nos genera una sensación de angustia y ahogo.

Las causas de la hiperventilación son múltiples, pero las principales suelen estar asociadas a consecuencias médicas como enfermedades, dolor, sangrado, o relacionadas con el estrés y la ansiedad (que es la causa más frecuente y por lo que comúnmente se llama ataque de ansiedad).

Una persona que sufre de hiperventilación comienza experimentar ciertos síntomas como pueden ser mareos, hormigueo, tensión muscular, cambios de temperatura corporal, temblores, sequedad bucal, insomnio, etc.

Para tratar con este hecho, se suelen aconsejar ciertas pautas, ya sea para uno mismo o para ayudar a otra persona. Si no se suelen dar con frecuencia, o es la primera vez que ocurre, se debe regular la respiración lo más rápido posible. Para ello se puede intentar cambiar el foco de atención de lugar o pensamiento, respirar con la boca pequeña, taparse la boca y un agujero de la nariz para solo poder respirar por uno, o ponerse las manos en forma de cuenco tapando la boca y la nariz para que el CO2 que expulsamos lo podamos recuperar más rápido. La técnica más común suele ser respirar con una bolsa cubriendo la cara, pero esta técnica no es muy segura si se usa frecuentemente, ya que al hacerlo, se aumentan demasiado los niveles de dióxido de carbono. Si se sufre de una hiperventilación continuada, es recomendable acudir a un médico.

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Este suceso se puede dar en cualquier persona, sin importar edad o sexo, aunque es más frecuente en jóvenes y mujeres. No hay que preocuparse mucho si se tiene un ataque de ansiedad ya que no son muy perjudiciales para la salud y no presentan alto riesgo, solo una gran sensación de malestar.

Vídeo explicativo:

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