Tiburones espías
Como si del guión de una película de ciencia-ficción se tratara, ha saltado a la prensa la noticia de que la NASA está trabajando en adiestrar y manipular el cerebro de tiburones con finalidades militares.
Según el trabajo publicado por la revista New Scientist, el pasado 1 de marzo, los científicos del Pentágono están trabajando en el implante neuronal, la inserción de electrodos en el cerebro del animal que, estimulados convenientemente, permitan controlar a distancia los movimientos de los tiburones, a fin de convertirlos en auténticos patrulleros del mar. La velocidad de estos peces, unida 
a su complejo sistema de detección de señales químicas y eléctricas, les haría un elemento prácticamente insuperable en el espionaje de los movimientos de buques potencialmente enemigos para los intereses norteamericanos.
Trabajos similares habían sido desarrollados hace unos años con roedores que eran utilizados para detectar explosivos plásticos. Como las señales de radio no podrán penetrar el mar, la comunicación con los tiburones se realizará por sonar.
Se han levantado voces protestando por esta nueva manipulación de un animal con objetivos militares.
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