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Visor

Diálogo de... plantas

Desde hace tiempo se sabe que las plantas mantienen algún tipo de comunicación entre elllas. Poco a poco se van descubriendo las claves y códigos de este "lenguaje" de las plantas.

Desde hace tiempo se sabía que las plantas infectadas por pulgones liberaban sustancias volátiles (salicilato de metilo, entre otros) que inducían en las plantas vecinas la liberación de otros compuestos volátiles repelentes de estos áfidos y sustancias que atraían a avispas que se alimentan de estas sustancias. Lo que ha descubierto la botánica Zdenka Babikova en el Cruickshank Botanic Garden dependiente de la Universidad de Aberdeen en  Escocia, es que esta comunicación se produce también a nivel de las raíces, a través de la asociación con hongos (micorrizas) que inducirían la misma respuesta en las plantas vecinas aunque la comunicación aérea estuviera bloqueada de unas plantas a otras.

El código secreto de las plantas
El código secreto de las plantas

Las acacias emiten etileno para advertir a sus vecinas de la presencia de herbívoros ramoneadores.

Las acacias del Sahel también emiten etileno en respuesta a la presencia de herbívoros, como demostró en los años 90 el profesor Wouter Van Hoven de la universidad de Pretoria. Este gas puede alcanzar hasta los 45 metros y provoca la acumulación en las hojas de los árboles vecinos de taninos que llegan incluso a ser letales para los antípoles que las coman. Este científico comprobó también que las jirafas apenas comían de las acacias cuando se acercaban a ellas en la dirección del viento.

Este comportamiento también ha sido descrito por el francés Paul Caro en los robles, que acumulan también taninos para defenderse de los ataques de orugas

No solo se avisan las plantas de la presencia de predadores sino que también reaccionan frente a patógenos, sequías e incluso distinguen entre las plantas vecinas aquellas que son de su especie. Las vías de este mensaje son, además de la liberación aérea de sustancias volátiles o de sustancias solubles a nivel del suelo, tal vez la existencia de ultrasonidos. Experimentos realizados por Ariel Novoplansky de la Universidad del Negev Ben-Gurion, en Israel, han demostrado que tan solo 15 minutos tras iniciarse una sequía inducida en plantas, las vecinas comenzaban a cerrar sus estomas.

Tal vez estas conversaciones no alcancen la complejidad de las que mantenía "Audrey", la hambrienta protagonista de "The Little Shop of Horrors" pero, sin duda, merecen ser tenidas en cuenta.

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