Para resolver con éxito un problema matemático
1. Leo con atención el enunciado.
Observo las ilustraciones, tablas o gráficos que lo acompañan. Si no hay, trato de imaginármelo y, si puedo, lo dibujo.
2. Trato de expresarlo con mis palabras y ver lo que me están preguntando. Puedo empezar la frase de la solución.
3. Analizo los datos relevantes y los anoto (sin olvidar las unidades).
4. Razono mediante dibujos, operaciones, o anotando por orden las distintas posibilidades.
5. Resuelvo y analizo el resultado.
6. Completo la frase de la solución y veo si tiene sentido.
7. Si creo que no tiene mucho sentido, vuelvo a intentarlo desde el principio.