En el Colegio Hermanos Amorós de Madrid estamos trabajando en un nuevo modelo educativo basado en las relaciones.

En la actualidad nuestros educadores se ven abrumados por miles de teorías educativas, modelos de innovación, corrientes pedagógicas, metodologías activas… Si a esto le sumamos los vaivenes legislativos y la crítica social que rodea a nuestra practica educativa diaria, a veces tenemos sentimientos de agotamiento, frustracción e incredulidad ante la imposibilidad de ir al grano, a lo que siempre fue la escuela, a Educar.

Para nosotros la mejor innovación nace de nuestras raíces. Los marianistas han cumplido su bicentenario recientemente y nuestro colegio está celebrando los 75 años de su fundación. Es importante en este mundo donde todo va muy deprisa parar a reflexionar y es en este punto donde comparto en este artículo lo que estamos haciendo.

Para nosotros la mejor innovación nace de nuestras raíces

Nuestro colegio ha sido muy innovador a lo largo de su historia, ya lo decía nuestro fundador el Beato Chaminade “a tiempos nuevos, métodos nuevos”. Y es así como hemos podido dar una calidad educativa integral y un acompañamiento vital a nuestros alumnos del barrio de Carabanchel.

Del respeto mutuo y del clima de confianza en las relaciones, nace el aprendizaje verdadero

Buceando en los textos de la pedagogía marianista, hemos rescatado la importancia de las relaciones emocionales en nuestras escuelas y colegios. “Una relación basada en el respeto, el diálogo y la cercanía”  “Del respeto mutuo y del clima de confianza en las relaciones, nace el aprendizaje verdadero” como decía en estas citas el padre Domingo Lazaro, gran pedagogo de la primera mitad del siglo XX.

Esas experiencias e intuciones pedagógicas fundantes creemos que tienen mucho que decir en los modelos actuales educativos. La persona educada de manera integral en un contexto de relaciones con otras personas. La emociones al servicio de construir un mundo más humano y fraterno.

En estos momentos buscamos Recrear la Escuela Marianista (REM). Recrear no es crear de nuevas, desechando lo anterior. Recrear es mejorar lo que hay siendo fieles a lo que ha funcionado. También recrear es divertirse, ilusionarse, apasionarse. Todas nuestras fuerzas e impulsos están dirigidas a conseguir dos fines y dos medios:

• El desarrollo de la persona y su integración en el mundo para transformarlo

• Con un doble eje vertebrador: las relaciones y la educación integral.

Recrear es mejorar lo que hay siendo fieles a lo que ha funcionado

Actualmente estamos reflexionando los qués y para qués para luego trabajar los cómos. En esta reflexión de todo nuestro personal, educadores y PAS, estamos poniendo la mirada en las relaciones entre:

• Educador-alumno

• Educador-educador

• Alumno-alumno

• Colegio-familia

• Colegio-sociedad

• Educador-Colegio

• Educador-Organización escolar

• Entre coles de la red

Queremos poner el mismo vocabulario y significado a las cuestiones que afectan a las relaciones personales. Que todos tengamos las mismas reglas del juego hablando el mismo idioma.

Para ello se han creado grupos de trabajo entre los profesores y educadores para dialogar, reflexionar y pensar en mejorar las dinámicas de las relaciones emocionales dentro del colegio.

Como la marcha de un colegio no se puede detener estamos trabajando en los cómos, las metodologías, de forma paralela a la reflexión. Nuestro colegio tiene como misión Acompañar. Y tenemos la gran suerte de poder hacerlo desde 1 y 2 años hasta 2º de Bachillerato. El paso de los años nos permite ver el camino que va recorriendo cada persona dentro del colegio, la creación de su proyecto vital.

En educación infantil apostamos por enseñar a los niños y niñas a poner nombre a las vivencias de cada día, a sus estados emocionales, a verbalizar cómo se sienten. Es muy importante que identifiquen en las primeras edades sus emociones y las relaciones vivenciadas con profesores y otros niños. Para ello, utilizamos emoticonos, el dialogo y la escucha en las asambleas, o por medio del arte (dibujos emocionales. El juego es el arma más poderosa en estas edades, y tiene que ser el motor de unas relaciones emocionales que vayan construyendo al niño/a.

En primaria, en los cursos de 1 a 3º, les enseñamos a resolver sus conflictos a través de las emociones en el Hospital de los Amigos. Entre alumnos intentan analizar lo que les ha pasado, lo que han sentido, y lo que pueden hacer para solucionar el problema. Solo cuando es necesario aparece la figura del profesor mediador para ayudar.

De 3º a 6º de primaria, utilizamos la finalización de la jornada para hacer una metacognición emocional. Qué he vivido durante el día, qué problemas he tenido, cómo me he sentido, qué puedo hacer para mejorar mañana… En los colegios la salida para ir a casa suele ser un momento estresante, nosotros creemos que es un momento único para poder reflexionar e irte a casa con los mejores deberes apuntados para el día siguiente.

En los últimos cursos de la primaria, 5º y 6º, así como en la ESO y Bachillerato, utilizamos la mediación escolar como herramienta para trabajar los conflictos. Es importante dar protagonismo a los alumnos. Para ello está la figura del delegado de convivencia en cada clase. Este alumno o alumna se encarga de tener el radar puesto en las relaciones que se viven dentro de cada grupo. Filtra, acompaña, ayuda, media y a veces informa de situaciones personales delicadas. La confianza y el respeto son las armas que deben aplicar para ganarse el favor de sus compañeros y profesores. A este grupo de alumnos, a profesores y alumnos mediadores, a padres y madres les animamos a formar parte del grupo de mediación con formaciones todos los años. Lo ideal sería no tener que mediar formalmente, esto sería el fruto de ir trabajando emocionalmente el conflicto como oportunidad de crecer.

Un alma que toca a otra alma, todo lo demás vendrá después

Largo es el camino y la reflexión para mejorar la convivencia, la resolución de conflictos y la salud emocional en los colegios. Creemos que todo se apoya en una cultura de centro dirigida a entender que, entre personas, las relaciones son lo nuclear.

Por eso, desde Amorós decimos que la fórmula mágica para educar es “Un alma que toca a otra alma”, todo lo demás vendrá después.

 

José Javier Suárez Manzano