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Dislexia / Dyslexia

niño pidiendo ayuda
https://pixabay.com/ (CC0)

Las manifestaciones de la dislexia son muy variadas y dependerán de la intensidad del trastorno y de la edad del niño, porque se pueden afectar funciones relacionadas con la memoria, el vocabulario, las áreas motrices y el habla. Sin embargo, se cree que la dislexia no está relacionada con la inteligencia del niño, aunque en la etapa preescolar se pueden observar las deficiencias significativas en el lenguaje, la motricidad, la percepción y la falta de madurez en general.
 
La dislexia no se cura sólo con el paso del tiempo, es preciso un diagnóstico temprano para ayudar al niño oportunamente. Por ello, los padres y los educadores no deben dudar en consultar al pediatra antes las primeras sospechas de dislexia. 

​El niño disléxico presenta grandes dificultades en la lecto-escritura:
- Lectura lenta, trabajosa y cargada de errores.
- Deficiente ortografía en los textos o dictados.
- Uniones o separaciones incorrectas de palabras.
- Dificultades en la automatización de aprendizajes y memorización (aprende algo y, al poco tiempo, lo olvida).

Además, le cuesta realizar con éxito las actividades donde es necesario aplicar varias habilidades (ejemplo, redacciones en las que ha de prestar atención a la ortografía, signos de puntuación, organización de ideas...). La dislexia no se manifiesta de la misma manera ni con la misma intensidad en cada niño. Por lo tanto, la recuperación estará determinada por las características de cada niño y por el medio familiar y escolar al que pertenece. La detección precoz es la clave para su recuperación, antes de que el niño viva la experiencia del fracaso.

El niño con dislexia es capaz de aprender a leer, pero lo hará de una manera diferente, con un método distinto y un tratamiento especial, dándole estrategias y técnicas para enfrentarse a sus dificultades de lectoescritura, enseñándole diferentes habilidades que le ayuden a comprender y memorizar los textos leídos. 

​¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR LOS PROFESORES CON LOS NIÑOS Y NIÑAS CON DISLEXIA?
Los profesores debemos tener en cuenta los siguientes aspectos de cara a actuar con alumnos que tengan dislexia:


- El sistema más adecuado para el aprendizaje de la lectura y la escritura en los niños con dislexia es el sistema fonético/fonológico.
Debemos asociar cada letra con su sonido, no con su nombre. Este principio es básico a la hora de iniciar la lectoescritura en niños con dislexia. Es recomendable comenzar con las vocales y continuar con las consonantes que sean más sencillas de discriminar para ellos y dejar para el final aquellas cuya articulación es más difícil. Lo que nos interesa de cada letra es su sonido, no su nombre. Podemos asociarlas a algún dibujo que contenga ese sonido. Es necesario trabajar la conciencia fonológica durante toda la etapa infantil.

- El método a seguir debe ser el analítico-sintético.
Debemos trabajar el proceso de descomponer las palabras en sonidos o formar palabras a partir de los sonidos trabajados. La lectura y la escritura deben enseñarse de forma simultánea. Además, debemos de tratar que la lectura sea comprensiva desde el primer momento, para que los niños vean su utilidad.
 
- La metodología de trabajo debe ser multisensorial. 
Cuantos más canales utilicemos en el aprendizaje, mejor. Podemos utilizar el tacto tocando las diferentes letras utilizando texturas diferentes o dibujándonoslas unos a otros en la espalda con el objetivo de adivinarlas, por ejemplo. Como hemos dicho, la utilización de dibujos, así como el empleo de diferentes colores favorecerá el aprendizaje vía visual. El canal auditivo se trabajará a través de los diferentes sonidos. Todas aquellas tareas manipulativas también favorecerán el aprendizaje. Podemos trabajar con distintos materiales, con plastilina, recortar las letras, etc. Sobre todo es esencial trabajar el canal audio-vocal exagerando la articulación de los sonidos para su correcta asimilación. 

- La motivación es esencial en el proceso de aprendizaje.
Todos los niños necesitan de una carga de motivación importante. Más aún los niños con dislexia, para los que el proceso de aprendizaje de la lectoescritura será especialmente dificultoso.


EXIGIR LO MISMO, PERO DE OTRA FORMA

Más allá del mero proceso de aprendizaje, debemos de tener en cuenta que los apoyos y adaptaciones tendrán que continuar a lo largo de la vida educativa de los alumnos. Como hemos dicho, la dislexia no es algo que se cura, si no que se trata de una dificultad que acompaña a la persona a lo largo de la vida.
 
Sin embargo, también hemos mencionado que los niños con dislexia no tienen una capacidad intelectual menor que los demás. Por tanto, las adaptaciones tendrán que ir dirigidas a la metodología de enseñanza y evaluación, no al contenido. Algunas de las pautas recomendadas a seguir en el colegio son las siguientes:

- Leer en voz alta delante de sus compañeros o escribir en la pizarra será algo terriblemente dificultoso para ellos. Además, se pondrán aún más nerviosos al mostrar sus dificultades ante los demás. Debemos evitar estas acciones en la medida de lo posible. 

- Los niños con dislexia cometerán más faltas de ortografía que sus compañeros. Es más, es probable que las cometan a lo largo de toda su vida. Debemos intentar corregirles, pero siendo conscientes de que está debido a su dificultad y no a que no se fijen o que sean unos vagos. No es conveniente penalizarles por las faltas de ortografía ni corregirles en color rojo todos sus errores.

- Dadas sus dificultades, los niños con dislexia serán más lentos en sus tareas escolares. Teniendo un tiempo extra podrán demostrar sus conocimientos y al estar más relajados lo harán de forma más exitosa. Necesitarán más tiempo para hacer sus exámenes y más tiempo para estudiar. Podemos facilitarles la tarea haciendo que sean más eficaces eliminando, por ejemplo, la necesidad de copiar los enunciados de los ejercicios. Generalmente, tendrán más éxito expresándose de forma oral, de modo que en la medida de lo posible deberíamos evaluarlos de forma oral y no escrita.


PAUTAS PARA LOS PADRES DE NIÑOS Y NIÑAS CON DISLEXIA
- Los niños y niñas con dislexia por lo general suelen ser muy olvidadizos. Debemos ser especialmente pacientes en este tema e intentar ayudarlos utilizando notas visuales o agendas, para ayudarles a que recuerden sus actividades o fechas importantes. 

- El uso del ordenador puede facilitarles el proceso de aprendizaje, por tanto contar con un ordenador o tablet en casa puede ser de ayuda. 

- Al igual que en el aula, no debemos forzarles a leer. Podemos proponerles distintos libros en diferentes formatos y temáticas, pero no obligarlos. En cambio, sí es recomendable que dediquemos un rato a leer a nuestros hijos, especialmente cuando son pequeños.

- No debemos dar muchas instrucciones seguidas a nuestros hijos. Si les decimos: "Levántate, lávate la cara, vístete y baja a desayunar" es probable que después de lavarse la cara no sepa qué hacer a continuación. Es mejor dar las órdenes de una en una, pero acostumbrándolos a obedecer a la primera.
 
- A la hora de escoger una actividad extraescolar, es preferible dar cierto margen a los niños para que sean ellos quienes escojan dentro de sus preferencias o habilidades. Pasan horas en el colegio realizando actividades que le suponen un esfuerzo extra. Dejemos que tengan un rato para divertirse y destacar en algo que se les dé especialmente bien. 

- Si ayudamos a nuestros hijos con los deberes, será de gran ayuda que les hagamos mapas conceptuales o esquemas, que les leamos la teoría que deben aprenderse o incluso que grabemos nuestra voz para que asimilen la teoría mejor por el canal auditivo. 

- Si nuestro hijo necesita un refuerzo extra en el colegio, debemos asegurarnos de que se trate de un profesional conocedor de la dislexia, preparado para intervenir con ellos de la forma adecuada. 
En líneas generales, debemos ser especialmente sensibles con ellos y con sus notas, encontrando el punto medio entre exigencia y comprensión.


Fuente: Sutori.com. Por Valentina Ortíz Pérez