Autonomía..., "es mi deseo para el peque". ¿Quién no ha pensado alguna vez...? "A ver cuando se hace más mayor y es más independiente" "Me necesita para tantas cosas". Cuando no es empezar a andar, es quitarle el pañal, el chupete, que duerma solo/a, que coma sin ayuda... Y de repente, se está yendo por la puerta solito/a al cole. ¡Qué rápido pasan los años! Pero a pesar de ello, todos queremos que cuanto antes, nuestros peques se hagan independientes. Siento deciros que no soplan las velas en uno de sus cumpleaños y llegan a la edad que todos esperamos: la edad de la autonomía. Aunque, muchos no me negaréis que hay sentimientos encontrados con este tema: queremos que sean más independientes, pero es que son tan monos siendo pequeños...
Pues bien, además de transmitiros con este post la importancia de que nuestros peques vayan aprendiendo a ser más autónomos, me gustaría dar los consejos más útiles para enseñar autonomía a los niños. 6 consejos para 6 situaciones del día a día.
Aprovecha las situaciones de cabezonería
Cuando nos tiramos de los pelos porque no nos hacen caso, cuando quieren con todas sus fuerzas hacer algo a su manera y no a la nuestra, cuando estamos hartos de repetirles una y otra vez que su habitación no se recoge así, que la plastilina ensucia el suelo, que a la tarta que hacemos no le pega esa mermelada, o que los cordones no se atan con ese nudo... ¡Aprovechemos estos conflictos para que aprendan a ser autónomos! Y no lo digo para que se den de alta en la seguridad social, no, simplemente es para que os toméis muchas situaciones con humor y las podáis aprovechar para que intenten hacer cosas que no tienen peligro por sí mismos. O quién es más cabezón, ¿nosotros por querer que hagan algo a nuestra manera, o ellos a la suya?
Ayúdale a resolver los conflictos por sí mismo/a
Cuando se producen peleas entre hermanos, amigos, o con nosotros, es importante aprovecharlas para enseñarles a pensar. ¿Cómo? Nada de mandarles a la silla de pensar, no, sino a mantener conversaciones con ellos que le guíen el razonamiento. Es decir, que le ayuden a resolver la situación sin tener que alejarles de ella. Hacerle preguntas, como, "¿y qué podemos hacer si los dos queréis el mismo juguete? ¿qué has sentido cuando le has pegado? ¿qué le querías decir? ¿a ti te gustan que te peguen? ¿cómo le podemos decir que no te gusta que te hagan daño? Yo, si quieres, te acompaño." En estas situaciones seamos mediadores, pero no los protagonistas de la situación. Creedme, en los momentos de conflictos es cuando más aprenden de autonomía, siempre y cuando les ayudemos a encontrar una solución a través de preguntas. Si tenéis dudas sobre cómo mediar y enseñarles a pensar antes de actuar, podéis leer la demo del eBook de Miedo al rechazo, donde Gamberro nos ayuda ;)
Ellos pueden elegir
Muchas veces es complicado que los niños elijan determinados aspectos del día a día. En esas situaciones es importante que podamos favorecer esa capacidad de elección pero haciendo nosotros una primera criba. Por ejemplo, el momento de elegir la ropa suele ser conflictivo, ya que si fuera por la mayoría de los peques, siempre se pondrían su disfraz favorito para ir al cole, al parque, a casa de los abuelos... Por ello, lo mejor que podemos hacer es elegir tres o cuatro prendas que a nosotros nos parezcan acertadas para la ocasión, y que ellos puedan elegir el modelo final entre esas opciones. Es una forma de favorecer su autonomía sin que nosotros nos volvamos locos discutiendo sobre comodidad, moda, frío, calor...
Que formen parte de las decisiones de casa
Esto es muy importante para que se sientan uno más de la familia, para que aprenda a trabajar en equipo, a escuchar las opiniones de los demás. Por hacer esto, no estamos dejando de ser buenos padres, o que perdemos el control de su educación; simplemente, les hacemos partícipe de las decisiones de su grupo: su familia. Por ejemplo, decidir el lugar de vacaciones puede ser un buen momento para integrarles en la conversación y en la toma de decisiones. Os recomiendo que leáis el post "¿Has planificado las vacaciones con tu peque?" donde explicamos cómo hacerlo. Hacer la compra, formar parte de las selección de los artículos de la lista en casa, y hacer divertida la visita al supermercado, nos ayudará a enseñarle a ser más autónomo/a.
Enseñarle a cuidar de otros
Ya sea con la llegada de un hermanito o poder tener una mascota, tenemos que aprovechar la ocasión para que enseñe a otros los hábitos del día a día. El momento del baño, cuidar de otra persona o de un animalito, darle de comer, acostarle..., siempre y cuando quiera ser partícipe de ello, es la mejor opción para que asimile un montón de conceptos basados en las rutinas y en la confianza en sí mismo. Para todo ello, le ayudará tener un calendario chulo para organizar el día a su hermanito, o al nuevo inquilino de la familia.
Tienen mucho que enseñarnos
Como decimos en el eBook Miedo al rechazo, con el ejercicio "Yo Mando", todos los niños saben algo que nosotros no sabemos. Así que, manos a la obra, hay que dejarse llevar por ellos en algunos momentos del día. Seguro que no habéis probado a dibujar con la nariz sobre un papel muuuy largo en el suelo, o... ¿en qué es experto tu peque?
Y a todo esto, ¿qué beneficios tiene que un niño sea autónomo o más independiente? Principalmente, porque se está desarrollando de forma eficaz. Todos los niños, desde que empiezan sus primeros movimientos a través del gateo, ya comienzan a ser más autónomos. Lo importante será estar cerca para favorecerla, pero para no cortarla sobreprotegiendo, ni para dejarles siempre libres sin atenderles. Ambos extremos generan en el niño inseguridad.
A través de la autonomía con cariño y escucha, mejoraremos la confianza que tiene en sí mismo, porque nosotros la tenemos en él/ella, mejoraremos su autoestima, y sin darnos cuenta, veremos que es autónomo para cosas que antes no conseguía (dormir solo, comer sin ayuda, disminución de miedos...). Aunque, para el camino hacia la autonomía, a veces, necesitan estar acompañados de algunos objetos (muñecos, mantas...) cuando no estamos cerca. Y esto no es malo, tanto nosotros como esas ayudas, le transmiten la seguridad que muchas veces les falta para dar esos primeros pasos año tras año.