Determinados comentarios me hacen reflexionar profundamente si lo dirán en serio o si me estarán tomando el pelo. Pero claro, toca apretar dientes, poner cara seria y soltar alguna bordería. Debatirse entre la inmensa hartura y las ganas de reír ante semejantes disparates. Como en ciertas clases puede arder Troya si me dejo llevar, me reservo para el blog.

Aquí van dos ejemplos de lo que digo anteriormete:

• Comenzamos el tema de la literatura griega y se me ocurre, ingenua de mí, lanzar una pregunta al aire :"¿Qué es la épica?" A lo que alguno reponde con otra pregunta, al más puro estilo gallego: "¿La épica? Eso... ¿¿Eso no es lo de los caballos??"

Apretemos los dientes.

• Voy corrigiendo exámenes en el coche de mi amiga Elena, a quien pongo por testigo de que semejante repuesta es verdadera.
  • Pregunta: ¿Cuál es la principal obra de Hesíodo?
  • Respuesta: Las Metamorfosis de Ovidio

Así, a lo locooooo!! Todo junto: "Las metamorfosis de Ovidio". Por lo visto, Ovidio se pasa el libro metamorfoseándose en cosas (y quien dice cosas dice plantas, animales, constelaciones... vaya usted a saber)

Lo más fuerte es que Las Metamorfosis, escritas por un tal Ovidio, poeta latino, ha sido el libro que hemos estado leyendo a lo largo del curso.

La mención a Ovidio me ha hecho recorar a Mercedes, compañera de años pasados y profesora de Literatura Universal, a quien alguno le contó que Ovidio había sido enviado al "desentierro" del Mar Negro. Pobre hombre, espero que se llevase una buena pala...