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Dosier sobre la pérdida de biodiversidad.

Diversidad genética

La diversidad genética es otro de los componentes básicos de la biodiversidad. Se refiere al número de características y variaciones genéticas que puede haber dentro de una misma especie. Consiste en variaciones que acaban siendo hereditarias y que ayudan a que las especies puedan adaptarse a cambios en su entorno. La diversidad genética es una de las bases de la evolución y ha sido crucial para el desarrollo de las especies.

En esta imagen vemos distintos tipos de manzanas, uno de los ejemplo más fáciles para entender la diversidad genética.La diversidad genética consiste en variaciones en los cromosomas, variaciones en la genética de la especie. De ahí que sea algo hereditario. Estas variaciones se originan por mutaciones, recombinaciones y alteraciones ya sea en la forma, tamaño o el orden de los cromosomas... Permitiendo así crear razas o tipos de una misma especie. Algunos ejemplos pueden ser las razas de perros, variedades de manzanas, etc.

La selección natural toma un papel importante en todo esto. La selección natural quiere decir que la naturaleza escoge, en cierta forma, las características genéticas de los organismos. Para que la selección natural pueda surgir, tiene que haber distintas opciones de alelos que modifiquen el carácter del gen. Es decir, la naturaleza tiene que poder elegir entre varias opciones. Es por esto que la diversidad es importante: a mayor variabilidad, mayor ritmo de evolución.

La deriva genética es otro concepto importante, actúa junto con la selección natural. Nos dice que las características genéticas van cambiando con el tiempo. En otras palabras, la deriva genética explica que se va alterando la frecuencia de dichas características (de los alelos), afectando a la diversidad genética. Normalmente se pierden los alelos más raros y se fijan los comunes, disminuyendo la variabilidad.

La imagen muestra el ojo humano, pero de distintos colores, Esto se debe a las variaciones genéticas y a la selección natural, que ha elegido distintos alelos.

Básicamente, la diversidad genética es esencial para la supervivencia de las especies, ya que conserva características que ayudan a superar cambios en el medio que las especies estén habitando. Cuanta más variabilidad genética, más opciones tiene una especie de salir adelante y tenga una reproducción saludable, y por tanto más probabilidad de sobrevivir.

Julia Koster Mendoza, 4ºESO A, IES Alpajés.

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