¿Cuántas veces hemos oído esta frase en boca de profesores, familias y audioprotesistas?

Sabemos que la etapa de la adolescencia es especial; que la necesidad de pertenecer a un grupo es fundamental, que la vergüenza por no ser como los demás existe, como también existe la necesidad de pasar desapercibido y la de echar pulsos con los adultos...

Y además, ¡no quiere ponerse los audífonos!

La adolescencia es una época de muchas dudas y preguntas tanto para los jóvenes como para para las familias. Y son tantas las preguntas (¿cómo hacer para que sea más responsable, más autónomo?, ¿cómo mejorar la escucha, la comunicación?, ¿qué papel jugamos los padres y madres en esta época?, ¿cómo podemos acompañar a nuestros alumnos en esta etapa de su vida?...) que es fácil perder de vista una pregunta crucial :¿qué hay detrás de la negación a llevar los audífonos? 

Aún sabiendo que no existen recetas fáciles y útiles para todos, pensemos en acciones concretas que puedan ayudar a abordar esta negación:

- Normalicemos la situación. Es importante que hablemos con normalidad de la pérdida auditiva, nombrando los audífonos y los implantes como ayudas técnicas imprescindibles y de gran valor para el niño en las edades tempranas y, ahora, para el joven adolescente. No tengamos miedo a hablar del tema, tanto individualmente como en grupo (si es que estamos en el aula) y por supuesto ayudemos al alumno a que pueda mostrar con naturalidad los audífonos o el equipo de FM sin necesidad de esconderlos. No les demos más valor a estos objetos de la que tienen, con ello evitaremos un posible miedo o rechazo a las mismas.

- Propiciemos espacios donde se pueda hablar con empatía, donde el adolescente pueda sentirse comprendido. Es propio en la adolescencia "sobredimensionar" lo que se siente como distinto o "en falta" y poner en ello el peso de la valía personal. Tendremos que ayudarle a comprender que es mucho más que la discapacidad auditiva. Fortalecer su autoestima propiciando experiencias de éxito, incluído lo académico, y ofrecerle una visión completa de la persona, con sus capacidades, sus ilusiones y deseos, sus valores, sus miedos e inseguridades, que ayudará a aumentar la confianza en sí mismo.

- Conocer a otros adolescentes y adultos con discapacidad auditiva puede servirle de gran ayuda. 

En relación con estos temas puede resultar útil la WEB "Soy sordo" de la Fundación CNSE que incorpora valiosas reflexiones en torno a la vivencia de jóvenes sordos.

Abril 2016