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Nuestro Proyecto Educativo

Nuestra Escuela escolariza a alumnos del primer ciclo de Educación Infanil, es decir, alumnos de 0 a 3 años.

Consideramos esta etapa de gran importancia para el desarrollo de los niños, y por ello, nuestro principal objetivo es conseguir un desarrollo integral atendiendo a los diferentes ámbitos: motor, social, cognitivo, lingüístico y afectivo.

De esta forma, se atenderá al desarrollo afectivo, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento de las características físicas y sociales del medio. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada y adquieran autonomía personal.

Para conseguir este objetivo, los métodos de trabajo se basarán en las siguientes características:

  • Enfoque globalizador y aprendizaje significativo.

Si el niño aprende de forma global, nosotros les presentamos los aprendizajes de forma global, de esta forma estaremos consiguiendo que se produzca una aprendizaje significativo para el niño.

  • Atención a la diversidad.

La diversidad engloba a todo el alumnado, puesto que todos nuestros alumnos son diferentes. Nuestra prioridad en este sentido es valorar y respetar estar diferencias, adaptándonos al ritmo de cada uno de nuestros alumnos.

  • El juego.

El juego es un intrumento privilegiado en nuestra intervención educativa. Afecta al desarrollo afectivo, psicomotor, social, cognitivo y lingüístico, de ahí su importancia para un crecimiento global y armónico. A través de los juegos, niñas y niños se aproximan al conocimiento del medio que les rodea, al pensamiento y a las emociones propias y de los demás.

  • La actividad infantil, la observación y la experimentación.

En esta etapa se entiende como actividad cualquier tipo de propuesta o situación que invite a los niños a elaborar representaciones de lo que pretenden hacer, de lo que se podría hacer o de lo que se ha hecho, para ayudarle a ser capaz de obtener información, imitar, representar, comunicar y reflexionar sobre su propia actividad, recordar experiencias o predecir consecuencias. En estas actividades juega un papel protagonista tanto la observación como la experimentación. De esta forma, los pequeños conocen el mundo que les rodea, estructuran su propio pensamiento, controlan y encauzan futuras experiencias y descubren sus emociones y sentimientos. En definitiva, crecen.

  • El ambiente.

Entendemos el ambiente como un entramado tanto físico como cultural que se da en la Escuela. En la configuración del ambiente se asienta el significado de la acción de los niños y niñas.

  • Los espacios y los materiales.

Todos los espacios y todos los materiales de la Escuela son considerados educativos, de ahí que demos gran importancia a su organización y planificación.

  • Colaboración escuela-familia.

Consideramos la Escuela como un escenario de acción-interacción-comunicación entre los niños y niñas, sus familias y los profesionales. Para conseguirlo, promovemos la participación y la relación activa entre la familia y la escuela, previendo tiempos en los que compartir dudas, opiniones, intereses y preocupaciones con los profesionales de la educación, así como ayudando a las familias a conocer los procesos de crecimiento y aprendizaje de sus hijos e hijas. Además, las familias colaboran de forma tanto directa como indirecta en el día a día del aula, por ello, una confianza mutua escuela-familia es necesaria para desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En resumen, nuestro Proyecto Educativo gira en torno al niño como protagonista y se adapta a cada uno de nuestros alumnos. Siempre buscando su desarrollo integral y en estrecha colaboración con las familias.