La formación permanente es un factor indispensable para que exista una atención educativa de calidad, es indiscutible. Además, el tipo de educación que ofrecemos requiere un importante componente de investigación e innovación.

En el CPEE Joan Miró estamos convencidos de ello y así lo demuestran las numerosas iniciativas de formación que se han venido realizando desde prácticamente su inauguración.

Escoger, en la mayoría de las ocasiones, modelos de formación como los Proyectos de Formación en Centros o Seminarios, ha servido para que los profesionales nos reciclemos en conjunto y a la vez, reflexionemos sobre el modo de mejorar la respuesta educativa a nuestros alumnos. A lo largo de los distintos cursos, cómo se han ido gestando las diversas líneas de actuación, gracias a sus correspondientes convocatorias formativas.

Dada la diversidad de nuestro alumnado, los temas que se abordan en nuestras actividades formativas son muy variados. Sin embargo, sí encontramos unas líneas prioritarias de formación en nuestro centro que coinciden con las líneas de actuación planteadas.

• Ampliación del conocimiento sobre la educación de las diferentes tipologías de alumnos con necesidades educativas especiales escolarizados en nuestro centro. (Alumnos de espectro autista, pluridiscapacidades, trastornos de conducta, etc.)
• Intervención con las familias.
• Elaboración y revisión de los documentos sistematizadores del centro.
• Aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
• Elaboración y actualización de recursos materiales, especialmente los relacionados con los SAAC.
• Promoción de la educación para la salud y para el ocio y el tiempo libre (educación afectivo-sexual, alimentación, intervención en el medio acuático…) 

En realidad, todas las actividades de formación que realizamos surgen de una necesidad y del deseo de mejora de nuestra intervención educativa. Suelen implicar a todo el centro o a un grupo amplio de profesionales de distintos perfiles (maestros de distintas especialidades, técnicos educativos, fisioterapeutas, DUES, orientadora, PTSC, etc.). Suponen la reflexión sobre la propia práctica profesional, la revisión de los documentos de centro y de aula, la adecuación de la metodología a los distintos grupos de alumnos, la mejora de los procedimientos de evaluación, la elaboración de recursos materiales… Siempre intentamos implicar a las familias en nuestras iniciativas y procuramos estar en contacto con otros centros educativos e instituciones. En relación con esto último, consideramos fundamental el intercambio de experiencias con otros colegios y, por este motivo, la mayoría de nuestros proyectos implican conocer dichos centros y las actividades que en ellos se realizan, para lo cual programamos visitas a los mismos y contamos con sus profesionales en nuestras sesiones de formación (en los últimos cursos, hemos visitado centros específicos de autismo de la Comunidad de Madrid, otros centros de educación especial, las escuelas infantiles de la zona…). Por otra parte, como el interés es mutuo, también nuestro centro recibe numerosas visitas (tanto de colegios de la CAM como de otras Comunidades Autónomas, y hasta de la Unión Europea, de EEUU, Japón y Latinoamérica)

En definitiva, organizar y llevar a cabo una actividad de formación no es un hecho aislado sino todo lo contrario, supone un entramado de actuaciones que implican a toda la comunidad educativa.

A nuestro juicio, no puede ser de otra manera, la reflexión permanente sobre nuestra actuación, hace que emerjan continuos deseos de mejora (de una necesidad surgen otras y así sucesivamente), los cuales nos llevan a hacer efectiva la tan nombrada formación permanente y, por tanto, a ofrecer una educación de mayor calidad curso tras curso.