La ciencia en tiempo de Cajal

Desarrollo de la química en el siglo XIX

La historia de la química abarca un período muy amplio, desde la prehistoria hasta nuestros días, y está estrechamente relacionada con el desarrollo cultural de la humanidad y el conocimiento humano de la naturaleza. Las civilizaciones antiguas utilizaron técnicas que demostraron su conocimiento de las transformaciones de la materia, algunas de las cuales fueron la base de los primeros estudios de química. Entre ellos se encuentran la extracción de metales de sus minas, la fabricación de aleaciones como el cobre, la producción de tela de cerámica roja, esmalte y vidrio, la fermentación de cerveza y vino, y la extracción de sustancias de las plantas para su uso como medicina o perfume.

Ni la filosofía ni la alquimia, la protociencia química, fueron realmente capaces de explicar la naturaleza de la materia y sus transformaciones. Sin embargo, al realizar experimentos y registrar sus resultados, los químicos sentaron las bases de la química moderna. En 1661, a través de la obra de Robert Boyle, The Skeptical Chymist: or Chymico-Physical Douboxes and Paradoxes, la química se separó claramente de la filosofía, prefiriendo incluir el método científico en los experimentos químicos. Se considera que la química alcanzó el rango de ciencia en sí misma con los trabajos de Antoine Lavoisier, sobre los que estableció la ley de conservación de la materia, junto con otros descubrimientos que sentaron las bases de la química. Desde el siglo XVIII, la química ha adquirido plenamente las características de una ciencia experimental moderna. Se desarrollaron métodos de medición más precisos para permitir un mejor conocimiento de los fenómenos y se eliminaron las creencias no probadas.