En los últimos años se ha iniciado distintas investigaciones sobre el tratamiento con células madre en el campo de la traumatología.

Se trataría de regenerar los cartílagos, ligamentos, huesos y tendones dañados implantando células capaces de crear tejido nuevo.

 Los principales usos en traumatología de este tratamiento son:

• Lesiones del cartílago, y alteraciones de la artrosis para retrasar el tratamiento final con prótesis total de rodilla.
• Lesiones de ligamentos. Mejora la recuperación de los tendones.
• Formación de hueso.
• Lesiones de menisco.
• Patologías de los tendones: mejora en tendinitis

Otra enfermedad en la que se está investigando es la necrosis de la cabeza del fémur es decir, la muerte de parte de las células óseas de la cadera, que afecta a pacientes jóvenes. Se ha observado que con el tratamiento de células madre se disminuye considerablemente el dolor que provoca esta enfermedad.
Con este tratamiento, se intenta evitar, o retrasar, una posible implantación de una prótesis de cadera.

Las células madre se extraen de la médula ósea mediante una pequeña incisión. Posteriormente se transfiere a un recipiente con diferentes componentes que evitan la coagulación de la sangre, se centrifugan y se pasan por unos filtros para obtener las células madre y poder infiltrarse en la localización deseada. El procedimiento es seguro y se hace en el quirófano.

La gran ventaja del método es que se trata de un autotrasplante por lo que es un trasplante sin posibilidades de rechazo.

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Los primeros en beneficiarse de estos tratamientos han sido los deportistas de élite que debido a su actividad física sufren lesiones de rodilla, hombro…

En la televisión hemos podido ver como deportistas como Rafa Nadal o  Pau Gasol han utilizado las células madre para recuperar las lesiones de sus rodillas.