EDUCACIÓN SEXUAL EN EL ÁMBITO FAMILIAR.
La familia, junto con la escuela y el personal sanitario, juega un papel muy importante en la educación sexual de la infancia y adolescencia porque prepara a las personas menores para gestionar sus emociones, para aprender a valorarse y quererse, conocer sus cuerpos, también para que se comuniquen de forma positiva y establezcan relaciones basadas en la igualdad y los buenos tratos, para poner en valor la diversidad…
En estos temas y en muchos otros, la familia tiene un papel protagonista ya que son las primeras figuras de apego y de referencia en la infancia, además de un modelo a imitar: transmiten valores, actitudes, comportamientos, formas de relacionarse.
Como saben desde el área de naturales estamos estudiando el aparato reproductor. Nuestro papel como docentes es dar una información científica, rigurosa y objetiva del tema.
La edad de sus hijos e hijas, ya cercanos a la pubertad o entrados en ella, hace necesario que hablen con ellos sobre la sexualidad, resuelvan sus dudas cuando les surjan y les ofrezcan la visión ética, emocional y social que les ayude a entender la sexualidad como comunicación humana, fuente de salud, placer y afectividad.
Vigilen Internet, series y películas que sus hijos/as ven para acercarles poco a poco a una sexualidad sana, comprometida, responsable, respetuosa y exenta de tabús, sexismo, y cosificación del ser humano.
La educación es ir construyendo poco a poco para dotarles de herramientas que les permitan ser libres. Y cada edad plantea sus retos. No dejemos nunca de ser modelos y faros en su vida.