Cada vez nos gusta más ir al rincón de los juegos lógicos. Estamos aprendiendo un montón de cosas con ellos: respetar los turnos, practicar la atención, cooperar con mi compañero, seguir las instrucciones marcadas por el juego, pensar con agilidad... un sinfín de cosas que nos aportan los juegos de mesa. Como sabéis, tenemos varios rincones de actividad en clase. A ellos accedemos por elección propia, nos registramos en el que elegimos, colocando un puntito en nuestro nombre del cartel del mismo y ya sabemos que hemos estado en ese rincón y que no puedo volver a él hasta que no haya estado en todos los demás. Las propuestas de los mismos varían cuando todos los amigos han pasado por todos los rincones. Siempre hay alguno que nos gusta más que otro. Pero, este rincón, el de los juegos lógicos, está cobrando mucho interés entre nosotros. En éstos días hemos descubierto el dominó, un juego al que muchos jugábamos sin seguir las normas establecidas. En la asamblea hemos comenzado a jugar con él y nos está gustando mucho, por lo que la profe nos lo ha propuesto como juego de la semana de este rincón.
Seguimos disfrutando de las profesiones de nuestras familias. Ésta semana le ha tocado a nuestro amigo Izan. Nos ha explicado muy bien, en qué consiste la profesión de su papá y la de su mamá. Así de atentos escuchamos a nuestro profe Izan.
El cuento de ésta semana, teniendo tan reciente el carnaval y habiendo surgido en clase el tema de "disfraces de chicas y de chicos", no ha podido ser otro que: Ricitos de Oso.
Es un cuento en el que, el protagonista, Oso, quiere disfrazarse con una falda y unas coletas, pero a su papá no le parece que bien, ya que, según él, un oso no puede llevar coletas o faldas, ese disfraz debía de ser para su hermana. Tras un largo debate entre mamá osa y el resto de la familia, aprece por allí el lobo feroz. Papá oso se queda muy asombrado al ver el disfraz que llevaba el lobo. El Lobo con voz muy ferzoz le pregunta el motivo por el que oso no puede llevar coletas si él siendo el más feroz, ha elegido ir disfrazado de abuelita... Papá oso no tiene más remedio que ceder e incluso, disfrazarse él mismo con coletas y una falda preciosíiisima.
Al termino del cuento, hemos dialogado sobre las "cosas de chicas o de chicos" y hemos llegado a la conclusión: No hay cosas de chicos o de chicas, las cosas: los juguetes, los disfraces... son de quien los quiera usar y divertirse con ellos.