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El texto argumentativo

Los textos según su modalidad discursiva

Textos argumentativos

Una argumentación es un texto que tiene como fin o bien persuadir al destinatario del punto de vista que se tiene sobre un asunto, o bien convencerlo de la falsedad o veracidad de una teoría, para lo cual debe aportar determinadas razones. 

El texto argumentativo se caracteriza por una organización del contenido que lo define como tal: se presentan unas opiniones, que deben ser defendidas o rechazadas con argumentos, y que derivan de forma lógica en una determinada conclusión o tesis.

Propiedades textuales

Al igual que todos los textos, cuando elaboramos una argumentación tenemos que tener en cuenta las propiedades textuales de adecuación, coherencia y cohesión:

  • Adecuación. Es muy importante conocer el contexto comunicativo y el tipo de argumentación, pues no es lo mismo diseñar un anuncio publicitario para la televisión que redactar un texto escrito de opinión sobre un tema determinado, como una tarea de clase. Aunque el objetivo en ambos casos es el mismo, convencer, los destinatarios y la situación comunicativa son completamente diferentes
    .
  • Coherencia. Las ideas planteadas y los argumentos para defenderlos o rechazarlos deben estar de acuerdo con un orden lógico, sin que existan contradicciones que puedan dar lugar a ambigüedades o confusión.

  • Cohesión. En el texto argumentativo es donde  se hace más necesario el empleo de conectores y organizadores textuales ya que se plantean y defienden ideas, en muchas ocasiones contrapuestas, y se emplean distintos tipos de argumentos.

Estructura

El texto argumentativo suele organizar el contenido en tres apartados:

  • Introducción. Suele partir de una breve exposición (llamada “introducción” o “encuadre”) en la que el argumentador intenta captar la atención del destinatario y despertar en él una actitud favorable. A la introducción le sigue la tesis, que es la idea en torno a la cual se reflexiona; es decir, se enuncia el tema que se tratará y la postura que se va a defender. Es un enunciado breve a partir del cual se estructura la argumentación y puede estar constituida por una sola idea o por un conjunto de ellas.

  • Desarrollo. Los elementos que forman el cuerpo argumentativo se denominan pruebas, inferencias o argumentos y sirven para apoyar la tesis o refutarla.

  • Conclusión. Es la parte final y contiene un resumen de lo expuesto (la tesis y los principales argumentos). 

Es muy importante tener en cuenta que la estructura de los textos argumentativos es flexible. Las partes que aquí indicamos suelen estar presentes en la mayoría de los textos, pero en muchos casos su ubicación dentro de cada texto varía de acuerdo a los intereses de su emisor.

Orden de la argumentación

El orden de los componentes de la argumentación puede ser:

  • Deductivo o de estructura analítica. Se inicia con la tesis y acaba en la conclusión.

  • Inductivo o de estructura sintética. Sigue el procedimiento inverso, es decir, la tesis se expone al final, después de los argumentos.

Tipos de argumentos

            Existen numerosos tipos de argumentos, entre los que destacan:

  • Hecho. Basado en pruebas constatables.

  • Datos: Se apoya en datos estadísticos o en el cálculo de probabilidades.

  • Autoridad. Se acude a un experto o persona reconocida para apoyar la opinión.

  • Experiencia personal. Lo visto y vivido personalmente funciona en ocasiones como argumento.

  • Mayoría. Se sustenta en la idea de que la mayoría tiene esa opinión.

  • Tradición. El peso de la tradición puede servir para confirmar nuestras ideas. Es la antítesis del argumento de progreso.

  • Ad hominem. Se admite o rechaza un razonamiento no por sí mismo, sino en función de la persona que lo expresa.

  • Ejemplificación. Es el recurso a partir del cual se da un caso concreto y específico sobre el tema tratado en el texto con el objetivo de explicar o ilustrar lo que se quiere decir.

  • Moral. Las creencias éticas socialmente aceptadas pueden ayudar a justificar una opinión.

Procedimientos lingüísticos de la argumentación

El párrafo es el cauce que sirve para distribuir los diferentes pasos contenidos en la argumentación escrita.

Lingüísticamente, se pueden advertir las siguientes características:

  • Uso de la autorreferencia. Señala el grado de subjetividad de estos textos; no obstante, es también muy frecuente la impersonalidad semántica.

  • Uso de un léxico abstracto, de acorde con los temas más bien teóricos y no científicos tratados.

  • Frecuente uso de verbos de voluntad (querer, gustar, desear), lengua (decir, preguntar, hablar) y pensamiento (pensar, creer, observar, mirar); casi siempre en primera persona.

  • Utilización de elementos léxicos valorativos. sustantivos, adjetivos, adverbios o locuciones adverbiales (de certeza o evidencia, de incertidumbre o duda, de juicios de valor…). Es decir, se utiliza el valor connotativo de la expresión, subrayándolo, en ocasiones, con elementos gráficos.

  • Uso de la interrogación retórica. Es una forma de implicar al receptor.

  • Uso de enunciados extensos y complejidad sintáctica. Refleja la tendencia explicativa y argumentativa del pensamiento. Por tanto, aparecen oraciones causales, consecutivas, condicionales y concesivas. Coordinaciones con valor de causalidad.

  • Es frecuente la expresión de sentimientos, emociones…

  • modalidades oracionales:

    • Aquellas que reflejan la actitud del emisor hacia el receptor:

      • Declarativa: su finalidad es informar al destinatario.

      • Interrogativa: formula preguntas para obtener una respuesta del destinatario.

      • Imperativa: intenta influir en el receptor a través de enunciados impositivos (órdenes, prohibiciones) o no impositivos (ruegos, consejos, recomendaciones…).

    • Las modalidades del enunciado o las oraciones según su modalidad discursiva informan de la actitud del emisor ante el contenido del enunciado:

      • Enunciativa. El emisor se limita a presentar el contenido del enunciado afirmativa o negativamente. En muchos textos de opinión, la presencia de esta modalidad confiere objetividad a lo dicho, al tiempo que muestra certidumbre. Se suele utilizar el modo indicativo.

      • Optativa o desiderativa. Presentan el contenido del enunciado como deseable, conveniente o inconveniente por parte del emisor. Se suele utilizar el modo subjuntivo.

      • Dubitativa. Se trata de una modalidad de incertidumbre por cuanto el emisor no asume con totalidad el contenido del enunciado. Es frecuente que se acompañe de fórmulas como “ignoro, supongo que, parece que, se oye que…”. Suele utilizarse modo subjuntivo.

      • Exclamativa. Mediante ellas el hablante expresa contenidos de tipo emocional.

Elementos de cohesión textual

            Para facilitar la cohesión textual tenemos una serie de recursos léxicos que son muy importantes en los textos argumentativos:

  • La concordancia.

  • La repetición léxica. Consiste simplemente en repetir una palabra u oración para referirse a un mismo concepto a lo largo del discurso.

  • La sustitución léxica. Es la sustitución de palabras u oraciones por otros semántica o funcionalmente equivalentes. Desde el punto de vista estilístico, ayudan a evitar repeticiones y a proporcionar mayor fluidez al discurso. Así, tenemos:

    • Por sinonimia: Consiste en la sustitución de una palabra por un sinónimo.

    • Por contigüidad semántica. Es la sustitución por contiguos semánticos, esto es, por vocablos que, sin ser sinónimos de los que sustituyen, guardan con ellos una relación de significado, sea de inclusión (conceptualmente incluyen a otros vocablos o están incluidos en estos), sea de derivación (familias léxicas o de palabras: primitivas y derivadas).

La contigüidad semántica ocurre especialmente en dos figuras literarias llamadas metonimia y sinécdoque.

La metáfora, otra figura literaria (junto con las dos anteriores forman el conjunto de los tropos), no es propiamente un caso de contigüidad semántica (pues en la metáfora la relación es de semejanza formal, establecida de modo subjetivo), pero sí puede considerarse una clase especial de sustitución léxica.

Una clase especial de sustitutos por contigüidad semántica son las palabras comodines, o sea, términos a los que se recurre cuando no se tiene a mano una palabra más precisa.

  • La deixis. Los deícticos son elementos que están relacionados con el contexto, pues su significado concreto depende totalmente de la situación de la enunciación.

    • Deixis espacio-temporal. El tiempo y el espacio de la enunciación son “aquí” y “ahora” del hablante; es decir el lugar en el que se produce el acto comunicativo y el tiempo en que éste se produce. Las palabras que nos lo indican son:

      • adverbios y locuciones adverbiales de lugar y tiempo.
      • los demostrativos.
      • la flexión verbal.

    • la deixis personal y social

      • La deixis personal señala a los participantes en el acto concreto de la enunciación, es decir, al emisor y al receptor que quedan reflejados en el sistema de las personas gramaticales de:

        • Pronombres personales.
        • Pronombres posesivos.
        • Morfemas verbales de primera y segunda personas.

        • La deixis social señala el papel social que asume el emisor, el que adjudica al destinatario y el tipo de relación que se establece entre ambos (distancia/proximidad: respeto/confianza, formalidad/informalidad, conocimiento/desconocimiento, etc.: uso de tú o de usted, nombre y apellidos, sustitutos ceremoniales…)

  • Los conectores o marcadores discursivos

Son mecanismos de cohesión que relacionan entre sí las ideas de un escrito y permiten seguir el proceso de análisis o argumentación y avisa del momento de la conclusión.

Formalmente son muy variados, ya que desempeñan esta función diversas categorías gramaticales como conjunciones, adverbios, verbos...

La presencia de estas piezas lingüísticas en un texto facilita la interpretación de los enunciados porque la relación entre los segmentos que relaciona no ha de ser inferida por el lector al encontrarse de forma explícita; es decir, el lector ve los elementos que relacionan los conectores y ello le ayuda a interpretarlos.

    • Para estructurar el texto

      • Iniciadores: Para empezar, antes que nada, en primer lugar...

      • Ordenadores: Primero, en primer lugar, en segundo lugar, por último...

      • De transición (para introducir un tema nuevo): Por otro lado, otro aspecto es, en otro orden de cosas...

      • Continuativos: Además, asimismo, igualmente, en este sentido, entonces, así pues...

      • Distributivos: Por un lado, por otro, éstos, aquéllos...

      • Para resumir: Brevemente, recapitulando, en resumen...

      • Para indicar espacio o tiempo: Antes, hasta el momento, más arriba, hasta aquí, en este momento, después, mientras...

      • Conclusivos: En resumen, en suma, en fin, por último, para terminar, en definitiva...

    • Para estructurar ideas

Expresan las relaciones lógico-semánticas entre las ideas del texto conectando oraciones. Así, tenemos:

      • Para añadir (adición): Y además, encima, después, incluso, igualmente, del mismo modo...

      • Para contrastar o contraargumentar: Pero, en cambio, sin embargo, no obstante, por el contrario, a pesar de, ahora bien, de todas maneras, con todo...

      • Causales: Porque, a causa de, por ello, puesto que, ya que…

      • Consecutivos: Por consiguiente, de donde se sigue, por lo tanto, luego, en consecuencia...

      • Condicionales: Si, a menos que, a condición de que, con tal que…

      • Temporales: Cuando, de pronto, en ese momento, más tarde, luego, una vez, en aquel tiempo...

      • Espaciales: Enfrente, delante, detrás, abajo...

    • Para introducir operaciones discursivas

Sirven para mostrar la posición del emisor ante su enunciado o bien para orientar sobre el tratamiento de la información.

      • De expresión de punto de vista: En mi opinión, a mi juicio, según considero, a mi entender, desde mi punto de vista...

      • De manifestación de certeza: Es evidente, nadie ignora, está claro que...

      • De confirmación: En efecto, por supuesto, efectivamente…

      • De tematización: Respecto a, a propósito de, en lo que se refiere a, por lo que respecta a...

      • De reformulación, explicación, aclaración: Esto es, es decir, o sea, a saber, en otras palabras...

      • De ejemplificación: Por ejemplo, a saber, pongamos por caso, sin ir más lejos...