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Visor

Día del Libro, ¿y por qué el 23 de abril?

Por Chus Ramírez, Departamento de Lengua castellana y Literatura

El Día del Libro no siempre se ha celebrado en primavera y ni Cervantes ni Shakespeare murieron ese día, ¿qué ha pasado, entonces?

¿Quién le iba a decir a Miguel de Cervantes, allá por la primavera de 1616, ya muy enfermo y todavía con ideas literarias bullendo por su genial cabeza, que el 23 de abril del S. XXI íbamos a estar celebrando el famoso Día del Libro en su honor? Imaginad que un viajero del tiempo se sentara frente a él y le explicara todo lo que se le recuerda, lo que engrandeció la lengua castellana, la revolución narrativa que supuso su D. Quijote y, también, la admiración que su obra ha ido despertando generación tras generación en autores y autoras de mucho talento. Seguro que se le escaparía una carcajada y nos enseñaría sus pocos dientes mal puestos, como él mismo afirmó que tenía. O quizá no…puede que esbozara una sonrisa irónica, se encogiera de hombros y continuara con lo que estaba haciendo.

Nunca lo sabremos, pero de lo que sí estamos seguros es de que seguiremos celebrando su genio al que, en este día, siempre se asocia con el de Shakespeare. ¿Cuántas veces nos han dicho que esta fecha es la elegida porque el 23 de abril fallecieron los dos grandes escritores? Pues siento desilusionaros, pero ni lo uno ni lo otro.

Vaya chasco, ¿eh? Pero, como otras muchas cosas, tiene su explicación. Veréis: Cervantes no murió el 23, sino el día anterior, lo que pasa es que le dieron sepultura el 23 y eso es lo que figura en todos los documentos. Y Shakespeare, como buen inglés de su época, no se guiaba por el mismo calendario que nosotros sino por el juliano que no coincide con el nuestro, hay una diferencia de unos días, de manera que se cree que Shakespeare murió el 3 de mayo.

Pero cuando se instauró el Día del Libro, a principios del S.XX, durante la Dictadura de Primo de Rivera, estas fechas no se barajaron en un principio, se pensó en el 7 de octubre, que es cuando se sitúa el nacimiento de Cervantes. Todas estas iniciativas surgieron de la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, concretamente de un escritor llamado Vicente Clavel y, después, en 1930 se decidió hacerlo coincidir (posiblemente por criterios comerciales) con la Diada de Sant Jordi que, como sabéis, se celebra el 23 de abril. Después, la UNESCO, en 1995, se encargó de fijar esta fecha.

Y esta es la historia de este día tan especial. Pero, ¿sabéis una cosa?: todos estos avatares, en realidad, no son tan importantes. Lo bonito, lo realmente interesante es celebrar la lectura, la transmisión de conocimientos que ha sido posible gracias a ese medio maravilloso nacido de la imprenta, que ha cambiado el mundo, que ha agitado las conciencias, transformado mentalidades, que nos hace pensar, mirar la realidad con ojos críticos, emocionarnos y desarrollar nuestra imaginación.

Por eso no somos nada cursis si citamos al escritor Manuel Vicent cuando afirma que "Lectura y libertad son pasiones que siempre acaban por encontrarse".

Por Chus Ramírez, Departamento de Lengua castellana y Literatura.