El pasado sábado 24 de febrero fui con mi familia a la Feria de Madrid, en el recinto ferial de Ifema, a ver la llamada Feria Internacional de Arte Contemporáneo, más conocida como ARCO. Esta increíble reunión de arte es una de las más prestigiosas de Europa y tiene en su catálogo obras de autores de todo el mundo. Esta ha sido la 37ª edición de la exposición que se celebra anualmente en febrero.
Cuando me dijeron que íbamos a ir a ver esta exposición de arte pensé: ‘’Ya verás que aburrimiento’’. Pues no, me impresionó gratamente. Estaréis pensando: ‘’Ya ves tú, para ver pinturas me voy a un museo’’. Eso también lo pensé, pero no solo había pintura, también había una gran colección de esculturas y los materiales de las piezas eran muy variados: tela, óleo, pintura, tinta, plástico…
Recuerdo que la escultura que más me gustó fue una sencilla, pero que solo al autor se le había ocurrido. Era una fila de imanes que estaban colocados de tal manera que si los tocabas perdían el equilibrio y se caían. Muchas de las esculturas tenían un estilo parecido, al observarlas tenías unas ganas irresistibles de tocarlas. La mayoría reflejaban una inestabilidad que te daban ganas de toquetearlo todo.
Cada año ARCO siempre ha tenido algo que la diferencia de otros años. En esta ocasión ha sido la retirada de una controvertida obra sobre la actual crisis en Cataluña. Más tarde ARCO pidió perdón y se readmitió en la exposición.

Gabriel Reyes Rodríguez, 3ºA