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Visor

En busca de Bécquer por Toledo

El autobús serpenteaba por la carretera que nos llevaba hacia el mirador de la ciudad manchega ante la mirada de los alumnos que se sorprendieron ante la panorámica que se comenzaba a dibujar mientras bordeábamos el río Tajo. Tras la breve pausa de rigor para hacer una buena foto nos introdujimos en el recinto amurallado por el imponente puente de la Puerta de San Martín.

Junto al monasterio de San Juan de los Reyes se dieron las instrucciones precisas para que los grupos se dispusieran a comenzar su trabajo que consistía en la búsqueda de determinados sitios relacionados con cuatro de las leyendas de Bécquer situadas en esta ciudad. Cámara en mano los distintos grupos se encaminaron por las calles de la judería para encontrar y fotografiar el taller del judío Daniel Levi de la leyenda La rosa de pasión o algún ajimez digno de aparecer en su trabajo. 

La segunda etapa de la gynkana fotográfica comenzó junto a la estatua de Garcilaso de la Vega en la plaza que lleva su nombre. Desde allí los alumnos se sumergieron en las calles por las que transitaban los hermanos Bécquer en sus ociosos viajes a Toledo, ciudad que les tenía encantados. La leyenda de los alfileritos, la de la mezquita del Cristo de la Luz o los floridos patios de las casas toledanas esperaban a los ávidos alumnos para la realización de su tarea.

En la plaza del Ayuntamiento comenzamos el último tirón para concluir nuestra visita. Vadeando la impresionante catedral los alumnos se perdieron por la calle Locum hasta llegar a la plazuela donde, echándole algo de imaginación, los dos caballeros de la leyenda El Cristo de la Calavera se disputaron el amor de una doncella. Finalmente, llegamos cansados y agotados a la plaza Zocodover donde los aguerridos alumnos disfrutaron del merecido descanso.

Tras reponer fuerzas en las tabernas y posadas aledañas a la bulliciosa plaza toledana descendimos por las modernas escaleras mecánicas que nos llevaron al autobús que esperaba impaciente para regresar a las tierras madrileñas de Torrejón de Ardoz.

En fin, un día agradable con nuestros alumnos que supieron comportarse y disfrutar en la ciudad vecina que tantos secretos y misterios guarda.