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Visor

Desarrollo de Escuelas Inclusivas

Mel Ainscow

Es una publicación referente, tanto para docentes como para otros profesionales de la educación, interesados en conseguir perfeccionar sus escuelas y en construir un modelo institucional para todos los alumnos.

El propósito de este “diario personal”, (así define Mel Ainscow este libro), es ofrecer una respuesta sólida a la siguiente pregunta ¿cómo pueden los maestros desarrollar su práctica de manera que sea más inclusiva?

El autor hace un análisis exhaustivo de la educación inclusiva en relación con con otros aspectos educativos de gran importancia: el modelo de participación de un centro (de profesores y alumnos), la formación del profesorado, las teorías del aprendizaje, los cambios en las estructuras de los centros, el desarrollo de formas de enseñar innovadoras, etc.

Antes de exponer el contenido de cada uno de los capítulos, es necesario empezar por la definición de educación inclusiva como un proceso de incremento de la participación del alumnado en la cultura del centro educativo, en el currículo escolar y en las comunidades educativas y, como consecuencia, una reducción de la exclusión de algunos alumnos.

Se trata de un libro autobiográfico. Su autor ha querido compartir las modificaciones y las evoluciones que ha ido teniendo en su pensamiento sobre el modelo de educación inclusiva que en la actualidad defiende. Estos cambios han surgido como consecuencia de las experiencias vividas especialmente por su participación en los dos proyectos internacionales y por su trabajo de asesoramiento directo a docentes y centros educativos.

A lo largo de la publicación, se hacen sugerencias y consideraciones sobre un plan de educación inclusiva advirtiendo que debe ocuparse de la participación de todo el alumnado y no centrarse en el grupo de alumnado que presenta necesidades educativas especiales. La inclusión no consiste en el paso de los alumnos de educación especial a educación ordinaria, como política educativa abarca muchas cuestiones educativas importantes. El enfoque podría llevar a transformar el sistema educativo por completo.

En el capítulo 1, Al alcance de todos los alumnos, queda constancia de que no existe una única perspectiva relacionada con la educación inclusiva y no puede generalizarse la práctica de un sitio a otro sin tener en cuenta los contextos y ambientes en los que se desarrollan.

La participación y el conocimiento de otros contextos “poco familiares” pueden estimular un proceso de reflexión crítica. Por lo tanto, no procede llevar enfoques educativos de un sitio a otro sino utilizar el estímulo de otros ambientes para reflexionar sobre el pensamiento y la práctica de ambientes conocidos.

En este capítulo se hace una interesante introducción del modelo de escuela inclusiva subrayando la importancia de proporcionar experiencias de aprendizaje en las que participen todos los alumnos.

En el capítulo 2, Aprender de la experiencia, contamos con una descripción de la evolución del pensamiento y de la práctica del autor. Se explica la perspectiva interactiva del modelo de educación especial. Esta perspectiva, además de servir como contextualización teórica, resulta ser muy interesante y optimista para los centros que la adopten. Significa que hay que contemplar las dificultades educativas en relación con el contexto, derivándose de la interacción de los niños con un programa educativo determinado y en un momento concreto. Es un enfoque optimista ya que centra el interés en una serie de factores en los que puede influir el docente para estimular el aprendizaje de sus alumnos.

En el capítulo 3, Investigación colaborativa, el autor estudia diversas cuestiones metodológicas, atendiendo en particular a los enfoques de investigación que puedan facilitar ideas relevantes para el desarrollo de unas prácticas más inclusivas. Se pone el acento tanto en el diseño como en la selección y la utilización de determinados enfoques y estrategias de enseñanza que derivan de una perspectiva concreta sobre el aprendizaje y sobre los aprendices. El progreso hacia la escuela en la que todo el alumnado participe y aprenda sólo se producirá cuando los docentes se conviertan en profesionales más reflexivos y críticos, capaces de trabajar juntos y motivados para investigar diversos aspectos de su práctica con el objetivo de mejorarla. Es importante adoptar una metodología que contribuya a salvar la distancia entre la teoría y la práctica.

El capítulo 4, Aulas en movimiento, recoge y desarrolla una serie de cuestiones que, para el autor, suponen la mejor forma de cambio y de crecimiento de las escuelas. Cada una de las cuestiones, que a continuación se citan, se explican con detalle en este capítulo y se ofrecen ideas y recursos interesantes para lograr con éxito el crecimiento:

• Considerar las diferencias como oportunidades, en vez de cómo problemas.
• Examinar minuciosamente los obstáculos a la participación de los alumnos
• Hacer un uso eficaz de los recursos disponibles para apoyar el aprendizaje
• Desarrollar un lenguaje común entre el profesorado
• Crear en las escuelas unas condiciones que estimulen cierto grado de asunción de riesgos.

El capítulo 5, Desarrollo de la práctica, se basa en la experiencia del proyecto de formación del profesorado de la UNESCO, Special Needs in the Classroom, con el objetivo de hallar formas de ayuda al profesorado a ampliar sus repertorios. El autor expone algunos pasos que deben dar las escuelas para alcanzar un modelo de educación más inclusiva. En primer lugar, es fundamental facilitar un tiempo de calidad durante la jornada escolar que permita reunirse a los docentes para planificar conjuntamente, trabajar en las clases de otros compañeros y reflexionar sobre estas experiencias. En segundo lugar, es preciso estimular al profesorado a probar técnicas de enseñanza alternativas, tratando de crear condiciones más inclusivas. Y en tercer lugar, es importante que el profesorado esté preparado para recibir ayuda directa, como oportunidad de trabajo con otros compañeros. El objetivo es crear grupos de compañeros que se apoyen y colaboren juntos.

El capítulo 6, Escuelas en movimiento, se basa principalmente en la experiencia del proyecto Improving the Quality of Education for all y trata de comprender las condiciones de organización necesarias para estimular el desarrollo de unas práctica más inclusivas.

¿Una escuela para todos? Para conseguirlo hay que contar con los niños y también con los adultos. Hace falta cambios profundos para transformas las escuelas. En general las escuelas presentan problemas para afrontar el cambio y sobre todo cuando supone. El autor habla de seis condicionantes sobre los que es posible extraer algunos mensajes importantes sobre la reestructuración que puede hacer falta en una escuela para que proporcione un contexto en el que los docentes estén preparados para considerar nuevas posibilidades para llegar a todos los alumnos: liderazgo eficaz, no sólo del director, sino distribuido por toda la escuela; participación de maestros, profesores, alumnos y comunidad en las políticas y decisiones de la escuela; compromiso con la planificación colaborativa; estrategias de coordinación, sobre todo en relación al uso del tiempo; atención a los beneficios potenciales de la investigación y la reflexión y política de perfeccionamiento del profesorado que se centre en la práctica de clase.

En el capítulo 7, Escuelas para todos, utiliza la experiencia del proyecto que se está llevando a cabo para elaborar un índice de la escolarización inclusiva, con el fin de estudiar qué supone la revisión de las estructuras vigentes en las escuelas para conseguir las mejoras de la practica.

El capítulo 8, Apoyo a la escuela y a la formación del profesorado, presenta un análisis de las destrezas que necesitan las personas cuya tarea en las escuelas consiste en dirigir actividades de formación, y quienes fuera de las escuelas, se ocupan de apoyar esas iniciativas: gestión y liderazgo como elemento clave para la eficacia escolar; tratar con las personas y la importancia de establecer relaciones positivas con los compañeros; adoptar una perspectiva general de la escuela; mantener el impulso; promover una perspectiva positiva con respeto a las innovaciones, supervisar la formación, establecer un clima adecuado, enmarcar problemas, estimular las colaboraciones, proporcionar incentivos y ejemplificar formas de trabajar. Sería necesario lograr el cambio cultural en una organización con el fin de crear unas formas de trabajo más inclusivas.

El capítulo 9, Desarrollo de sistemas inclusivos de educación, dirige la atención hacia el contexto nacional o regional para examinar el modo de fomentar unas políticas más inclusivas. En los últimos tiempos las cuestiones de las necesidades educativas especiales se han centrado más en los problemas de la integración y ahora se va avanzando hacia la inclusión.

El capítulo 10, Algunas reflexiones finales, presenta comentarios a modo de conclusiones, sobre ideas desarrolladas en este libro.

Un libro que favorece la reflexión, que aporta ideas y soluciones prácticas, que permite conocer prácticamente todo el sistema educativo a partir del complejo análisis de la educación inclusiva. Los docentes podrán ir cambiando, desde su práctica, cuestiones cruciales para el crecimiento y la mejora de las escuelas y como consecuencia de todo el sistema. Como dice Mel Ainscow la mayoría de las veces depende de la voluntad de los docentes que son agentes protagonistas de este cambio sustancial en la perspectiva y en el enfoque educativo, no solo de la educación especial sino de la construcción de un modelo educativo general para todos.

Almudena Alcalde Rumayor

Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid

Información de la publicación

Información de la publicación
Resto título Ideas, propuestas y experiencias para mejorar las instituciones educativas
Año 2014
Edición 1
Lugar Madrid
Editorial NARCEA
Páginas 304
I.S.B.N. 978-84-277-1323-9