El propósito de este libro es proporcionar una guía práctica sobre el uso de grupos de aprendizaje cooperativo como contexto para la evaluación de grupos, la coevaluación, la evaluación individual y la autoevaluación.

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El aprendizaje en grupos cooperativos no solo ha demostrado obtener un mejor rendimiento y retención de información que el aprendizaje competitivo de forma individual sino que, además, incorpora unas actitudes y valores muy positivas en la evolución del alumno y en su equilibrio psicológico: responsabilidad, solidaridad, interdependencia positiva, cooperación…

En este libro, los hermanos Johnson se nos muestran cómo la evaluación también adquiere mayor relevancia, sentido y exhaustividad cuando son los alumnos los que se implican en el proceso porque les hace conscientes de que contribuyen al aprendizaje de los compañeros, comprenden los procedimientos y los criterios para conseguir unos objetivos acordados y se les muestra el camino de forma clara y progresiva, siendo ellos mismos los responsables de su ejecución.

La evaluación única del profesor queda muy limitada ante el abanico de posibilidades que nos ofrece la Evaluación de grupos cooperativos: la observación es más amplia, variada y cuenta con mayor número de fuentes de información. No sólo se encarga de evaluar la consecución de los objetivos académicos, sino que también informa de las actitudes, hábitos de trabajo, cooperación, evolución del aprendizaje, grado de responsabilidad y otros factores que serían imposibles evaluar solo por una persona, pero, sobre todo, ayuda a responsabilizarse, a tener sentido crítico y desarrollar la autonomía en cada uno de los alumnos.

A lo largo de la lectura del libro queda claro que implicar a los alumnos en la evaluación individual y grupal nos ayuda a cerrar el círculo del proceso enseñanza-aprendizaje, pues así como se aprende más de cualquier materia cuando se tiene que enseñar, los estudiantes aprenden más evaluando que siendo evaluados, porque evaluar la precisión, la cantidad y calidad de trabajo de sus compañeros suele hacer de la evaluación una importante experiencia de aprendizaje.

También encontramos entre sus páginas formularios de observación, diseños de cuestionarios, ejemplos de proyectos, elaboración de rúbricas y cómo utilizarlas de forma coherente y fiable y algunas otras indicaciones más que nos sirven de modelo de arranque de nuestros propios proyectos de evaluación grupal.

Un libro con información práctica y concreta que nos ayudará a trabajar en el aula de forma más organizada y sistemática.

Pilar Ricote Ortega