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Visor

Organización, convivencia e innovación en el IES Miguel Catalán de Coslada

La convivencia en los centros escolares es un tema fundamental para docentes, alumnado y familias. La sociedad se manifiesta cada vez más sensible a la idea de que la escuela debe atender, tanto al aprendizaje académico como al desarrollo emocional y social del alumnado.

No es, sin embargo, una tarea sencilla. El carácter diverso del alumnado, el conflicto inherente a las relaciones humanas, las dificultades derivadas de las características del sistema educativo (ratios elevadas, tiempo escaso para la dedicación no “académica” del profesorado, falta de espacios de encuentro), son dificultades intrínsecas con las que también es preciso convivir.

Pero es cierto que en las últimas décadas ha aumentado el nivel de sensibilidad hacia este tema y muchos profesores son cada vez más conscientes de la importancia de las dinámicas sociales en la vida escolar y numerosos centros han ido desarrollando fórmulas eficaces para conseguir que sus escuelas sean lugares idóneos para el aprendizaje y la convivencia.

En la Comunidad de Madrid, uno de los centros pioneros en gestión innovadora y eficaz de la convivencia escolar es el IES Miguel Catalán de Coslada. No es el único, pero sí posee una dilatada experiencia y claves de éxito que pueden resultar útiles e inspiradoras para quienes pretendan llevar a efecto prácticas similares en otros centros.


El IES Miguel Catalán de Coslada

IES Miguel Catalán

El IES Miguel Catalán es un centro público ubicado en Coslada. El centro fue inaugurado en 1976 y se trataba, en origen, del único centro de Formación Profesional de la localidad hasta 1990, en que se reconvirtió en Instituto de Educación Secundaria. Sus características son similares a las de otros centros: se trata de un instituto de tamaño medio cuyas instalaciones son muy antiguas. Cuenta con una matrícula que ronda los 620 alumnos en la actualidad. Se imparten clases de ESO, Bachillerato, ciclos formativos de Grado Medio (hasta finales de los 90 tuvo también ciclos de Grado Superior) y Formación Profesional Básica. El alumnado es, por tanto, diverso. En su conjunto, el profesorado con que cuenta el IES tiene una amplia experiencia docente y el 80% son funcionarios, de los cuales 35 tienen destino definitivo. El número de profesores del centro se ha visto reducido de 75 a 56 como consecuencia de la crisis económica.

“Es, nada más y nada menos, que un instituto que reflexiona sobre sus problemas y sobre la manera de afrontarlos y que en el camino descubre posibles vías de cambio en la enseñanza”

Es, por tanto, un centro normal, idea que subraya el doctor en Sociología Rafael Feito Alonso, quien fue observador de las dinámicas del centro durante dos trimestres: “No se trata de un centro especial ni de una suerte de experiencia alentada por los poderes públicos, ni de un centro al que los profesores hayan llegado por un concurso singular. Es, nada más y nada menos, que un instituto que reflexiona sobre sus problemas y sobre la manera de afrontarlos y que en el camino descubre posibles vías de cambio en la enseñanza” .

El centro pone en marcha, en 2001, un programa participativo de gestión de los conflictos que nace con el fin de dar respuesta a las necesidades en materia de convivencia del momento y cuyo éxito hizo ver a profesores y alumnos que era posible aplicar nuevas iniciativas a la marcha cotidiana del centro con buenos resultados. A raíz de esta experiencia, el año 2005 constituye el punto de partida del desarrollo de una serie de proyectos de centro que además reciben varios premios institucionales: el premio de Compensación Educativa en 2007, que supuso una dotación económica importante y necesaria para continuar trabajando y el premio Marta Mata en 2011, que contribuyó a la consolidación de la filosofía del centro.

Además, el IES Miguel Catalán representa a España en el proyecto Comenius de “Escuelas Conviviales”, en el que cinco centros educativos de España, Alemania, Holanda, Italia y Francia, llevan a cabo un modelo de gestión participativa de la convivencia escolar y hacen de la convivencia un objetivo explícito del aprendizaje del alumnado. El curso que viene, el instituto comienza la implantación del Programa Bilingüe de la Comunidad de Madrid y el reto –no fácil- consiste en adaptarlo a su particular sistema organizativo y a sus principios e idiosincrasia.

El Consejo Escolar ha tenido la oportunidad de visitar el centro y de hablar con Ángel Luis García Aceña, director, con Juan de Vicente Abad, orientador del centro, miembro del Equipo de Mediación de la Universidad de Alcalá de Henares y vicepresidente de Convives, así como con varios profesores y alumnos. El entusiasmo con que unos y otros nos hablan del proyecto, su participación en el mismo, los retos enfrentados y los resultados obtenidos dejan poca duda respecto de que nos encontramos ante una comunidad educativa con recursos, capaz de resolver conflictos, de dialogar con los demás, de ser creativa, de trabajar con nuevas tecnologías y de trabajar en colaboración con el entorno. Parte de estas experiencias van a ser plasmadas en este artículo, con el fin de que sirvan como ejemplo de buenas prácticas para otros centros o profesionales de la educación.

Un proyecto total: Principios organizadores

El punto de partida lo constituyen tres necesidades básicas del alumnado: la necesidad de pertenencia a una comunidad educativa donde se reconozca y se acepte la diversidad; la de participación; y la de competencia o éxito académico.

La experiencia de innovación educativa del IES Miguel Catalán adquiere la forma de una suerte de proyecto total. El punto de partida lo constituyen tres necesidades básicas del alumnado: la necesidad de pertenencia a una comunidad educativa donde se reconozca y se acepte la diversidad; la de participación; y la de competencia, relacionada con el éxito académico y que exige que el dominio de las competencias básicas instrumentales esté al alcance de todos. Su planteamiento corre a cargo de una serie de principios organizadores:

a. La gestión democrática y el modelo de escuela participativa e inclusiva tiene más garantías de éxito que ningún otro modelo organizativo: todos tendemos a respetar y valorar lo que nosotros mismos hemos construido.
b. La atención a la diversidad, entendiendo como tal no solo a los alumnos con dificultades de aprendizaje, sino a la individualidad de cada uno.
c. La responsabilidad de los IES en cuanto a la educación integral de los ciudadanos.
d. El liderazgo institucional: la Administración educativa debe promover, estimular, facilitar y formar al profesorado para que puedan llevar a cabo estos procesos participativos.
e. El liderazgo del equipo directivo como agente dinamizador que propone, coordina y propicia estrategias de mejora y organizar la vida del centro para promover la participación.
f. El liderazgo pedagógico hace referencia a la capacidad para establecer procesos, contenidos, metodologías y sistemas de evaluación contrastados capaces de promover dicha participación.
g. El uso de herramientas que miden la evolución de los diferentes aspectos del funcionamiento del centro (reuniones, recolección y análisis de resultados, encuestas, etc.) y permiten localizar los elementos susceptibles de mejora.
h. La apuesta decidida por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en el aula.
i. La participación de toda la comunidad educativa en todas las fases del proceso, especialmente de los alumnos. Se da una gran importancia a la expresión oral. Ellos toman la palabra siempre para contar lo que hacen.
j. La creación de una cultura de centro que se materializa, por ejemplo, en un vocabulario que todo el mundo maneja. Los profesores y alumnos del IES Miguel catalán emplean con soltura –y conocimiento de causa- expresiones tales como “conflicto”, “espectadores pasivos”, “justicia restaurativa”, etc.
k. Apertura al entorno: las actividades del IES implican a vecinos e instituciones de la localidad de Coslada. El trabajo traspasa por tanto las fronteras del centro y contribuye también a la convivencia positiva en el entorno.

Asimismo, el proyecto se define como un proceso inacabado, participativo, motivador, que favorece el intercambio y la convivencia, busca el consenso, es democrático, respetuoso con la ley y tolerante. Se entiende como un producto de la expresión de identidad, de voluntad, de organización y gobierno y de compromiso de toda la comunidad educativa y constituye una garantía de convivencia, de paz, de respeto mutuo y de entendimiento.

Se apuesta por una estructura horaria que permita trabajar la gestión de los conflictos y los proyectos se incardinan en los currículos de las materias y tienen su reflejo en la evaluación.

Desde el punto de vista pragmático se trata de un instrumento con proyección de futuro, sostenible, pensado y elaborado colectivamente por la comunidad escolar a partir del análisis de su propia realidad, que intenta ser coherente y mejorar la práctica docente. Para ello, se formulan los objetivos y las propuestas de intervención para alcanzarlos y se adapta y concreta la estructura organizativa. Se apuesta por una estructura horaria que permita trabajar la gestión de los conflictos y los proyectos se incardinan en los currículos de las materias y tienen su reflejo en la evaluación.

Objetivos educativos

El punto de partida es la hipótesis de que “convivencia escolar” y “éxito académico” son conceptos complementarios: solo cuando alumno y profesor se sienten cómodos y seguros en el entorno escolar se dan las condiciones para que se produzca el verdadero aprendizaje y, con él, la mejora de resultados. Por ello, el centro decidió empezar a trabajar sobre la mejora de la convivencia escolar, entendiendo que cuanto mejor fuera aquella, de mayor calidad sería el aprendizaje y desarrollaron en paralelo un programa de excelencia académica que, mediante una apuesta educativa participativa e inclusiva, trata de mejorar las competencias académicas de todos los alumnos.

La mejora de la convivencia escolar

La participación de toda la comunidad escolar en la creación de las normas del centro produjo resultados muy interesantes: un mayor compromiso de alumnos y profesores en el cumplimiento de las normas y en la aceptación de las sanciones establecidas.

El Reglamento de Régimen Interno del IES Miguel Catalán es el resultado de un proceso de trabajo en el que alumnos y profesores fueron estableciendo el marco normativo que debía regular la convivencia, así como las consecuencias ante el incumplimiento de las normas. Con todo ello, elaboraron unos protocolos de actuación que proporcionaban la posibilidad de tomar decisiones rápidas y coordinadas ante posibles problemas de convivencia. La participación de toda la comunidad escolar en la creación de las normas del centro produjo resultados muy interesantes: por un lado, tuvo como consecuencia un mayor compromiso de alumnos y profesores en el cumplimiento de las normas; por otro lado, el alumnado que incumplía las normas parecía asumir mejor las sanciones establecidas.

Los buenos resultados animaron a seguir apostando por la participación. Del resultado del trabajo de estos años surgieron distintas infraestructuras muy consolidadas en la vida escolar, como por ejemplo el observatorio de la convivencia en el que alumnos y profesores siguen participando en todas las fases de la gestión de la convivencia: resolución de conflictos, observación del grado de cumplimiento de la normativa, detección de posibles puntos débiles, desarrollo de medidas preventivas, etc. , y en el cual se integran otras estructuras de participación como los círculos de convivencia, los equipos de mediación y tratamiento de conflictos y los equipos de delegados.

Los círculos de convivencia constituyen una estructura extraordinariamente útil para detectar situaciones de aislamiento, soledad e incluso de maltrato o abusos. Están compuestos por cuatro o cinco alumnos de cada grupo de ESO, elegidos por sus compañeros, que reciben formación en estrategias para la resolución de conflictos. Sus funciones son facilitar la integración de los alumnos que se incorporan tardíamente al grupo o que están más aislados, observar el clima de convivencia en el aula, con especial atención a los posibles casos de maltrato y abuso, realizar mediaciones formales o espontáneas en conflictos y contribuir al desarrollo de ideas para la mejora de la convivencia en su nivel educativo.

Una vez al mes se reúnen con los profesores del equipo de mediación y tratamiento de conflictos (EMTC) para analizar la situación, decidir qué clase de intervención se requiere en cada caso, valorar la necesidad de realizar una mediación, validar los acuerdos de las intervenciones y recoger propuestas de mejora.

Por su parte, los equipos de delegados –que también reciben formación—se reúnen una vez al mes con el jefe de estudios de su nivel, para analizar otros aspectos: cuidado del centro y del entorno, desarrollo de las clases, participación en actividades, etc.

Para que todo ello funcione con fluidez, se hacen coincidir en la misma sesión semanal las tutorías de cada nivel; a esa misma hora están disponibles los profesores del EMTC de ese nivel, los Jefes de estudio adjuntos y los orientadores. De ese modo, resulta mucho más sencillo coordinar el Plan de Acción Tutorial y, sobre todo, se dispone de tiempo para formación y coordinación de los participantes en cada estructura.

Otras estructuras de participación

En línea con esta iniciativa se han desarrollado otros tipos de estructuras participativas, que afectan a los alumnos de 1º a 4º de ESO, sometidas siempre a un proceso de selección, formación y seguimiento que garantice el buen funcionamiento de las mismas. Los alumnos seleccionados para cada función, reciben la formación necesaria, en general en colaboración con otros profesionales del entorno. Siguiendo el modelo de formación en cascada, estos alumnos trasladan a sus compañeros lo aprendido durante las horas de tutoría.


Los ciberalumnos reciben formación, con la colaboración del policía tutor, en el uso de las tecnologías con dos objetivos fundamentales: apoyar en este sentido a los profesores en el aula e informar y sensibilizar a sus compañeros respecto del uso de las redes sociales.

Los agentes de salud trabajan con técnicos del Ayuntamiento. Se dota a los alumnos de formación y sensibilización con temas relacionados con la salud: tabaquismo, drogadicción, educación sexual, que posteriormente exponen ante sus compañeros.

Los corresponsales de juventud, en colaboración con la Concejalía de Juventud y centros sociales del entorno, tienen la tarea de informar a sus compañeros de los eventos de interés que se celebran. Para ello, realizan carteles informativos y llevan a cabo asimismo un programa de radio interno.

Los proyectos de aprendizaje servicio

Siguiendo los pasos de otras iniciativas pioneras, el IES Miguel Catalán empezó a trabajar en el programa APS (programa de aprendizaje y servicio, que trata de vincular la prestación de un servicio solidario con los aprendizajes que hacen los alumnos en diferentes materias). Desde el principio, se hace en colaboración con el Ayuntamiento, la Concejalía de Juventud, y con otras entidades del entorno.

Inicialmente, se pone en práctica en Bachillerato, con el fin de ofrecer cauces de participación a los alumnos también en esta etapa educativa. Se trata de servicios vinculados e incardinados con los currículos de las materias y que tienen reflejo en la evaluación. Existen multitud de posibilidades, entre las que los alumnos escogen aquellas que más les interesen: colaboración en el cuidado de los perros de la perrera, biblioteca hospitalaria, ayuda a gatos callejeros, trabajo con enfermos de salud mental, animación con niños, trabajo con enfermos de Alzheimer, bancos de alimentos, baile con compañía de danza. Estas tareas se realizan preferentemente por las tardes, bien entre semana o bien en vacaciones. Los alumnos cuentan que toman conciencia de la importancia de realizar un servicio solidario y esto los engancha. Aprenden muchísimo también del contacto con la realidad y con los profesionales.

Los buenos resultados del programa APS han llevado a implantarlo también en cursos de ESO.

Jornadas solidariasEn 4º de ESO se llevan a cabo la celebración de las Jornadas Solidarias. Cada año se elige un país desfavorecido; contactan con las ONG, que prestan apoyo externo a las actividades, y con personas que aportan sus experiencias. Todos los alumnos investigan y trabajan sobre este país, desde las diversas asignaturas. Además, se escoge también un tema de interés concreto alrededor del cual orbita la investigación (los conflictos, el derecho a la educación…). Los propios alumnos, con ayuda de un equipo de coordinación en el que participan los profesores, son los que organizan y coordinan los talleres que se llevarán a cabo durante los tres días que dura la celebración de las jornadas, y para los que reciben una formación específica por parte, bien de otros profesores, bien de colaboradores externos, como personal de ONG, familias, o vecinos de la localidad. De la organización de las jornadas surgen otras iniciativas complementarias como por ejemplo, un equipo de prensa o la recaudación de fondos gracias a un mercadillo solidario en el que también colabora la Asociación de Madres y Padres.

Otra experiencia interesante es la de Memoria Histórica, un proyecto interdisciplinar que implica las asignaturas de Historia de España, Lengua Castellana y Literatura, MAE, Inglés y Biología y que propicia el encuentro entre los alumnos de 4º de ESO del instituto y los mayores de Coslada y San Fernando. El contacto intergeneracional, que conlleva entrevistas y actividades con ellos y culmina en un desayuno común, tiene como objeto recuperar la historia, vivida y contada por los mayores, así como derrumbar los posibles prejuicios de unos y otros.

HuertoDel Huerto también hablan con entusiasmo los alumnos de 4º de ESO, autodenominados como Unión Hortaliza y Generación Lechuga. La labor consistió en la limpieza, decoración y cultivo de una zona perteneciente al terreno del instituto. Para esta tarea recibieron apoyo académico por parte de las asignaturas de Ampliación de Biología y Física y Química y de la Facultad de Ingeniería Agrónoma de Madrid y con la ayuda, también en esta ocasión de mayores con experiencia. Los alumnos resaltaban particularmente el tipo de relación que habían conseguido establecer, tanto con los mayores como con los profesores implicados, que valoraban como positiva e incluso sorprendente en ocasiones, al encontrarse en un contexto y con un tipo de trabajo muy distinto del que se lleva a cabo en el aula.

Pero quizá la campaña que más repercusión externa ha obtenido haya sido la Maratón de sangre. Desde hace tres años, bajo el lema “Hay algo en ti que da mucha vida”, un grupo de alumnos y profesores de 3º de ESO pusieron en marcha un proyecto de una campaña de sensibilización e información de los vecinos de la localidad que culminaba en una maratón de donación de sangre. . El proyecto cuenta con el apoyo didáctico del Departamento de Biología, además de talleres formativos (taller de grupos sanguíneos, talleres sobre elaboración y edición de vídeos, manejo de herramientas de diseño gráfico, comunicación o adquisición de habilidades sociales para captar donantes) y con la colaboración del Centro de Transfusión, con la Concejalía de Juventud de Coslada, y el Hospital Universitario del Henares. Para la campaña de promoción, los alumnos elaboraron diversos materiales: un vídeo ("Dona sangre, salva vidas”), carteles (“tú donas porque quieres, ellos reciben porque lo necesitan. No te lo pienses”), marcapáginas ("la sangre no crece en los árboles"), y jabones con forma de corazón, además de un blog, un perfil @orientacionmc en Twitter y el hashtag #Notelopienses que han llenado de mensajes solidarios las redes sociales. En esta iniciativa por la donación de sangre, la implicación y el entusiasmo de los alumnos han logrado implicar a todo el municipio de Coslada y, como resultado, han conseguido aumentar el número de donaciones y en una ocasión batir el récord histórico del hospital. Como broche del proyecto, los alumnos de 3º de la ESO han recibido los diplomas de “Mensajeros de la Donación de Sangre” del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid por su participación en el programa de aprendizaje-servicio, la imagen diseñada por los alumnos para la difusión del maratón del hospital se ha utilizado como imagen también para el cartel conmemorativo del Día Mundial del Donante de Sangre, y el instituto ha sido distinguido con el galardón de grandes donantes que otorga la Federación Española de Donantes de Sangre.

Maratón de sangre

Evaluación del proyecto

Con el fin de propiciar la reflexión sobre los proyectos llevados a cabo, el centro ha establecido diferentes herramientas (encuestas, análisis de resultados, reuniones de valoración, etc.). Sobre cada proyecto se realiza una encuesta de evaluación en la que tanto profesores como alumnos deben puntuar los diferentes aspectos del 1 al 10. Hay evaluación asimismo por parte de los coordinadores, en reuniones colectivas, y con los agentes externos. También se lleva a cabo una memoria y un informe de reflexión final. Todo ello permite localizar los elementos susceptibles de mejora. Aunque la mejor evaluación, como ellos mismos reconocen, es la aceptación que este tipo de programas tiene entre los alumnos así como escuchar a estos y a los profesores hablar de las experiencias de vida que han propiciado las diferentes actividades del centro.

Conclusiones

1. Cuando el alumnado tiene la posibilidad de tomar decisiones sobre aspectos relacionados sobre su aprendizaje o cuando las familias pueden participar de forma organizada en el aprendizaje en el aula o en las actividades del centro se añade un elemento motivador que incide positivamente sobre el aprendizaje del alumnado.

2. La participación democrática necesita estructuras sostenibles. Estas estructuras deben dotarse de objetivos y tiempos para su funcionamiento. Todas estas estructuras funcionan adecuadamente cuando se establecen tiempos en el horario escolar para que desarrollen sus funciones y cuando son sostenidas por adultos que realizan labores de coordinación. En este sentido, el profesorado sigue demandando que la Administración facilite las condiciones precisas para poder desempeñar esta tarea adecuadamente.

3. El clima del centro mejora de forma significativa gracias a la participación democrática en la gestión de la convivencia. En algunos problemas que se producen en el ámbito escolar como es el caso del acoso, la participación del alumnado se ha mostrado un aspecto imprescindible para realizar un correcto abordaje.

4. La escuela participativa ofrece numerosas oportunidades para el crecimiento moral del alumnado, para la reflexión y la acción sobre situaciones cotidianas relacionadas con la vida social. Promueve asimismo el compromiso con el entorno.

5. La programación de contenidos de aprendizaje es un aspecto esencial. La participación del alumnado es más eficaz cuando se programa de forma intencional y se establecen las competencias y los contenidos de aprendizaje que se desea que alumnado entrene y adquiera. El currículo, en este sentido, debe estar dotado de una mayor flexibilidad y estar basado en las necesidades del alumnado.

6. La participación democrática promueve el crecimiento moral y el compromiso con el entorno. Y este bagaje permite formar alumnado para desarrollar una ciudadanía democrática, crítica y comprometida con la sociedad a la que pertenece.