Un Cole para Todos

Cuando nos dijeron que este curso 2022/23 íbamos a contar en el centro con alumnado del primer ciclo de infantil, reconocemos que nos entró un poco de vértigo. A pesar de que una de las integrantes del equipo directivo tiene titulación de  educadora de primer ciclo, el pensar en niños tan pequeños en un colegio de Educación Infantil y Primaria nos creó muchos interrogantes. ¿cómo adaptar las infraestructuras?, ¿cómo atenderles lo mejor posible? Además, nosotras tuvimos claro desde un principio que no era una escuela infantil dentro de un colegio, si no que era un entro educativo de 0 a 12, pero ¿cómo hacerlo?. Partíamos sin referentes previos.

Por ello, lo primero que hicimos fue acudir a las que más saben y cuentan con más experiencia, es decir, a las escuelas infantiles del distrito que pertenecen a la Comunidad de Madrid. “Ori-Ori”, “Piruetas” y “Extremadura” nos abrieron las puertas y nos lo pusieron desde ese primer día y hasta el presente muy fácil. Nuestro referente ha sido Ori-ori, al ser la que presidía el SAE y con la que más hemos tratado al haber realizado con ellas un proyecto de “Mentor-actúa “.

La primera visita tuvo un gran impacto, ya que nos hizo conscientes de la cantidad de cosas que había que modificar y de la gran diferencia de horarios y rutinas que tienen estos alumnos en contraste con el segundo ciclo de infantil. Salimos con muchísimas dudas: ¿dónde colocaríamos el parking de carritos?, ¿cómo nos apañamos sin lavandería?, ¿cómo gestionamos los distintos menús según los alimentos introducidos?, ¿cómo adquirimos el material de limpieza necesario? y la más importantes ¿seremos capaces de realizar un proyecto que incluya este ciclo en el centro, sin que tengan la sensación de estar aparte por sus horarios y características?

"rehacer el proyecto educativo de manera coherente, con la identidad de un centro de 0 a 12 años, incluyendo las características del alumnado de 0 a 3 años en cada documento."

Nos pusimos a ello: modificamos documentos para que, al hacer las matrículas, los padres nos pusiesen toda la información que creímos esencial para atender a este alumnado, leímos toda la normativa existente, nos formamos con los cursos que nos ofrecieron, y decidimos ir paso a paso, sin correr, para rehacer el proyecto educativo de manera coherente, con la identidad de un centro de 0 a 12 años, incluyendo las características del alumnado de 0 a 3 años en cada documento.

El día 2 de septiembre se incorporó todo el personal que iba a trabajar con los alumnos de primer ciclo y, desde entonces, no han dejado de demostrar su experiencia, saber hacer e implicación con el alumnado. Hemos ido aprendiendo de ellos, reuniéndonos para ver las necesidades que tenían, qué les faltaba,….No es fácil empezar desde cero con tres aulas del primer ciclo y, sin embargo, se han encargado de trabajar para que nada les faltase a los más pequeños del cole.

Una de las cosas que más nos preocupaba era cómo “hacer equipo”, cómo conseguir que los educadores se sintiesen parte del claustro, con la dificultad de que los horarios de recreo y comida no coinciden con el resto del personal, y no forman parte de las reuniones de claustro. Para ello, cada vez que hemos tenido oportunidad hemos procurado juntarnos todos y, así, conocernos. Creemos que es importante, si queremos un colegio 0-12, que todos nos sintamos parte de ese proyecto. Para todo esto, la implicación y trabajo de la maestra coordinadora, Sara, ha sido fundamental. Un ingrediente fundamental también ha sido realizar reuniones verticales que den sentido, unidad y coherencia al 1º y 2º ciclo de infantil con un objetivo fundamental: cohesionar y crear equipo.

"En estas comisiones hay representantes de todos los ciclos para que consigamos adaptar las actividades a todo el alumnado, y la maestra coordinadora de primer ciclo ha participado en cada una de ellas"

Otra cosa fundamental para nosotras, es que todos los alumnos del centro pudieran participar en los “Días Valle” (así llamamos a esos días de celebración: carnaval, Navidad, paz, día del autismo, día del libro,……..). En el colegio, tenemos comisiones de cada uno de estos días que se encargan de organizar las actividades que se harán. En estas comisiones hay representantes de todos los ciclos para que consigamos adaptar las actividades a todo el alumnado, y la maestra coordinadora de primer ciclo ha participado en cada una de ellas. Eso nos ha permitido poder adaptar las actividades para que los alumnos de primer ciclo puedan participar, ya que nos ha ido pautas sobre horarios, actividades a realizar, necesidades de los pequeños,… El mayor “problema” que ha generado esto ha sido que los alumnos de primer ciclo se han convertido en los mayores protagonistas y, cuando aparecen, se oyen expresiones como: “¡ooooooohhhhh!”, “¡qué monos!”, “¡mira cómo baila!”,….

        

 

Uno de los mayores aprendizajes, y con el que ya habíamos empezado a trabajar, ha sido con la importancia de experimentar y manipular. En el centro habíamos creado “La casita del Valle”, un aula-hogar para que los alumnos de infantil y los de NEE aprendieran a ser más independientes a través del juego simbólico. Pueden hacer la cama, poner y quitar la mesa, limpiar, tender (y así trabajar la pinza), y aprender a usar diferentes cierres de ropa como botones, cremalleras, corchetes, lazos,… Este aula la están usando también los alumnos de primer ciclo, con muy buenos resultados.

Nuestro siguiente objetivo es que los mayores del colegio acudan a clase de los pequeños a leerles un cuento, hacer un teatro, o para cualquier otra cosa que se les pida. La primera experiencia fue la de “La orquesta del Valle”, en la que su director Michel (nuestro maestro de música), con los alumnos de 4º a 6º interpretaron para los alumnos de infantil de 1º ciclo algunas de sus instrumentaciones con instrumentos de plectro y púa. Para ello, bajaron desde el aula de música (primer piso) al hall del colegio todo el material necesario. Los mayores disfrutaron mucho, y también lo hicieron los más pequeños.                                                                                      

También nos habíamos dado cuenta de que nuestro alumnado tenía dificultades en el cálculo cuando lo trabajábamos de manera abstracta, pero no al hacerlo de manera manipulativa. Lo mismo nos pasaba con el aprendizaje de medidas de longitud o peso. Por eso, habíamos creado un aula llamada “El súper del Valle”. En ella los alumnos encuentran un supermercado con todo tipo de productos donde los maestros pueden ponerles precios con o sin decimales, dependiendo de lo que necesiten trabajar. Además, cuentan con dinero (de mentira). Eso nos permite trabajar cálculo, manejo del dinero, porcentajes, resolución de problemas y autonomía. Además, contamos con balanzas y herramientas para trasvasar líquidos, por lo que el aprendizaje de las medidas es manipulativo. Hemos visto cómo esta manipulación y experiencia ayuda al alumnado a pasar de lo abstracto a la concreto, y entender conceptos matemáticos que antes les resultaban mucho más difíciles. Además, en el supermercado pueden aprender los colores, a contar, vocabulario español e inglés,… Es un espacio donde se da la transversalidad, lo que permite que sea usado por alumnado de cualquier curso, incluido el primer ciclo.

"Es increíble ver a los alumnos del primer ciclo manipular, jugar, imaginar y disfrutar."

Otra de las cosas que estamos aprendiendo del primer ciclo es a experimentar a través de las “instalaciones” que realizan. Son una obra de arte efímera que hacen sobre un tema concreto (que tiene que ver con la época del año o curso: otoño, carnaval, navidad,…) y que utiliza diversos materiales para estimular al alumnado a tocar, jugar y experimentar. Es increíble ver a los alumnos del primer ciclo manipular, jugar, imaginar y disfrutar.

 

 

En el centro le queremos dar a los aprendizajes una verticalidad y coherencia, por lo que hemos empezado a realizar reuniones inter-ciclos para poder realizar un trabajo coordinado. De estas reuniones salió un pequeño proyecto, la vendimia, que permitió a los alumnos de primer y segundo ciclo de infantil trabajar de manera coordinada. Manipularon, experimentaron y aprendieron muchas cosas, cada uno según su capacidad. En este segundo trimestre hemos realizado de forma vertical un proyecto sobre los cuentos, cuyo broche final fue el carnaval, donde nos disfrazamos de los cuentos que habíamos trabajado.

Vamos trabajando juntos para seguir implementando proyectos que nos permitan trabajar de forma conjunta a nivel centro, pero queremos hacerlo bien, por lo que no queremos correr y hacer muchas cosas, si no hacer las que podamos pero bien hechas  

 Uno de los ejes vertebrales de nuestro centro es el trabajo de las emociones y la convivencia. Estamos adaptando este proyecto que hacíamos desde los tres años al primer ciclo con la ayuda de las educadoras, de manera que seamos capaces de trabajar desde muy pequeños el conocimiento de las emociones y, en la medida de lo posible, su gestión. Este curso hemos recurrido a “El monstruo de colores” mientras realizamos material más específico para los alumnos de primer ciclo. Las educadoras, que no paran de buscar formas de asombrar a los alumnos, las decoran según las fechas en las que estemos:

 

 

Nos importa mucho que los alumnos adquieran gusto por la lectura. Por ello, y por la búsqueda constante de crear un centro 0-12, están incorporados al Plan lector y a las actividades de fomento de la lectura a través de un dinamizador de biblioteca que tenemos gracias a PROA+. Les encanta escuchar cómo les leen un cuento, y participan de las actividades con entusiasmo. De esta manera, los libros se convertirán para ellos en ese objeto que permite que viajemos a otros mundos y culturas, fomentando más adelante el gusto por la lectura y, por tanto, la mejora de la comprensión lectora, gramática, ortografía,….

"los libros se convertirán para ellos en ese objeto que permite que viajemos a otros mundos y culturas, fomentando más adelante el gusto por la lectura"

   

Las familias de 0-3 son familias muy implicadas en la educación de sus hijos, y nos encanta que quieran participar de la vida del centro. Por eso, junto con el resto de familias del centro, se las convoca a participar en los diversos talleres de familias que hacemos. Es una manera de que las familias conozcan el ambiente del colegio y a las educadoras de sus hijos en un ambiente distendido. Se organiza un día de taller donde se realizan los disfraces que los alumnos llevarán en uno de los “Días Valle” (días de celebración como Carnaval, Navidad, Halloween,…), y que sirven de excusa para que pueden conocerse entre ellas, ver el centro desde dentro, conocer el ambiente de la clase y cómo sus hijos están adaptados a ella.

Nos queda mucho, muchísimo, por aprender y hacer, pero en el poco tiempo que llevamos, nos hemos convencido aún más de lo positivo que resulta este proyecto, tanto para los más pequeños, como para los más mayores. Creemos que el sumar los aspectos positivos de todas estas etapas puede suponer un cambio en la forma de trabajar en el centro. Nos quedan aún muchas cosas por ajustar, ya que el primer ciclo de infantil tiene horarios y rutinas muy diferentes al resto de etapas, y acoplar todo no resulta fácil pero creo que vamos en el camino correcto. Desde luego, tanto los educadores como el claustro nos lo han puesto fácil.

Nuria Hernández.
Directora.
CEIP Ramón Mª del Valle Inclán.
Comunidad de Madrid.

Nuria Hernández. Directora. CEIP Ramón Mª del Valle Inclán. Comunidad de Madrid.