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Sonreír: una Metodología de lo más Barata

Sonreír: una Metodología de lo más Barata

Resumen

Sonreír es una metodología simple y económica que puede tener un impacto positivo en nuestra vida diaria. La sonrisa, un gesto universalmente reconocido, puede transmitir felicidad, confianza y amabilidad. Además, sonreír no solo beneficia a los demás, sino también a nosotros mismos.

Cuando sonreímos, liberamos endorfinas, las "hormonas de la felicidad", que nos hacen sentir bien. Esta reacción química puede reducir el estrés, mejorar nuestro estado de ánimo y fortalecer nuestro sistema inmunológico. Incluso sonreír cuando no nos sentimos bien puede engañar a nuestro cerebro para que crea que estamos felices, lo que puede tener un efecto positivo en nuestro bienestar emocional. Además, sonreír tiene un impacto en nuestras interacciones sociales. Una sonrisa genuina puede crear conexiones con los demás, generar empatía y fortalecer nuestras relaciones. Puede romper barreras y ayudarnos a comunicarnos de manera más efectiva.

La metodología de sonreír es accesible para todos, ya que no requiere ningún coste adicional. No importa cuál sea nuestra situación económica, siempre podemos elegir sonreír. Podemos practicar sonreír frente al espejo, durante nuestras interacciones diarias o en situaciones desafiantes.

Palabras clave: sonreír, metodología, educación, endorfinas, bienestar.


Introducción

Sonreír es uno de los lenguajes que trascienden las barreras de raza, cultura e idioma. Siempre se ha escuchado “sonríe que es gratis” o como dice el proverbio escocés “la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz” y esto es especialmente cierto en el contexto educativo.

En la sociedad actual, donde predomina el bullicio lumínico de las pantallas y la inmediatez cambiante, una sonrisa siempre puede provocar un efecto mariposa. Los investigadores han explorado el papel de la sonrisa en la educación y han descubierto que un ambiente positivo y alegre en un aula puede mejorar la motivación, el compromiso, el autoconocimiento y, sobre todo, el bienestar general de nuestro alumnado.

"LaFrance (2009) ha demostrado que “la sonrisa puede tener un impacto significativo en las interacciones sociales y puede, a su vez, crear un ambiente positivo y acogedor”.

Como educadores, padres y madres, nos esforzamos por proporcionar a nuestros hijos las herramientas que necesitan para tener éxito en los estudios y en su vida personal. ¿Pero para eso tenemos que tener un rictus serio? Una tendencia que ha surgido en los últimos años es "La Educación de la sonrisa". Por eso, no es de extrañar que tanto los centros de enseñanza como las familias se focalicen cada vez más en este modelo educativo: cultivo de las emociones positivas, el refuerzo de la motivación, la pertenencia a un grupo, el impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje y, como no, en la felicidad de todo el alumnado. Oswald (2008), a este respecto, manifiesta que “una sonrisa antes de un examen puede reducir el estrés y la ansiedad, lo que mejora la función cognitiva y el rendimiento académico. En este artículo, se explorará la ciencia de la sonrisa, los beneficios de las emociones y cómo los docentes y las familias pueden fomentar “la Educación de la sonrisa” en los más pequeños.

Foto Mano sonriente

Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante.

Charles Baudelaire

 

Entonces, ¿por qué sonreímos?

Sonreír es una expresión humana universal que comunica una amplia gama de emociones, como felicidad, alegría, diversión y hasta satisfacción. Según la investigación científica, sonreír es una respuesta natural a las experiencias positivas, como la presencia de seres queridos, recibir un cumplido o experimentar algo gracioso. Pero parafraseando a Strack (1988) la sonrisa es la retroalimentación entre la emoción y la causa cerebral; por eso cuando sonreímos, nuestro cerebro libera neurotransmisores que nos hacen sentir bien, como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, que pueden mejorar nuestro estado de ánimo y reducir el estrés. Tan importante es en el ser humano, que ya aparecen en el arte antiguo, como podemos ver en la sonrisa etrusca, que se caracteriza por un leve y enigmático giro hacia arriba en los labios. Esta expresión tan característica se ha interpretado de diversas maneras, pero siempre se ha testimoniado como el poder de la comunicación no verbal y de la fascinación que ha ejercido la sonrisa humana a lo largo de nuestra historia. Igualmente, los clásicos como Aristóteles en su Ética a Nicómaco cita a un amigo de Zenón que dice: “Sé alegre, así puedes ser serio”

"En el contexto de la educación, las sonrisas pueden tener un gran impacto en el rendimiento académico y las interacciones sociales de los estudiantes"

Sonreír es una respuesta fisiológica compleja que implica la activación de varios músculos de la cara. Un estudio realizado por Ekman y Friesen (1978) descubrió que las personas pueden identificar distintos tipos de sonrisas, como las genuinas y las falsas, observando el movimiento de músculos específicos de la cara. Esto sugiere que las sonrisas pueden transmitir una amplia gama de emociones e intenciones, desde la felicidad y el placer hasta el sarcasmo y la falta de sinceridad.

En el contexto de la educación, las sonrisas pueden tener un gran impacto en el rendimiento académico y las interacciones sociales de los estudiantes. Un estudio realizado por Riggio y Riggio (2002) descubrió que los profesores que sonreían más a menudo en el aula tenían interacciones más positivas con sus alumnos y recibían puntuaciones más altas de los estudiantes en medidas de eficacia docente. Sonreír también puede aumentar la motivación y el compromiso de los alumnos en el aula, así como su bienestar general. Igualmente, Frederickson et al. (2003) descubrieron que las emociones positivas, como las asociadas a la sonrisa, pueden ampliar el pensamiento de los alumnos y aumentar su resistencia al estrés.

El niño reconoce a la madre por la sonrisa. - Leon Tolstoi

Los bebés suelen sonreír como respuesta natural a determinados estímulos o experiencias. Según el catedrático de Psicología, Fernández-Dols, “el bebé no sonríe porque está contento, sino porque la naturaleza le ha dado un gancho estupendo que genera una reacción en el adulto, especialmente en los padres”. Se extrae algunos factores que pueden contribuir a la sonrisa de un bebé:

  • La felicidad: Los bebés suelen sonreír cuando están contentos y felices. Esto puede deberse a que se les coge en brazos, se les alimenta o simplemente a que se sienten seguros y protegidos.
  • Interacción social: Los bebés son criaturas sociales y disfrutan interactuando con los demás. Pueden sonreír en respuesta a la sonrisa de sus padres o a una cara amistosa.
  • Aprendizaje: Sonreír puede ser una forma de que los bebés exploren y aprendan sobre su entorno. Pueden sonreír cuando ven un objeto nuevo o escuchan un sonido nuevo.
  • Bienestar físico: Los bebés pueden sonreír para comunicar confort  físico. Por ejemplo, pueden sonreír después de un cambio de pañal o cuando se les coloca en una posición cómoda.

 Asimismo, los bebés pueden mostrar dos tipos de sonrisas: reflexiva y social.

  • Sonrisa reflexiva: Se trata de una sonrisa automática que se produce cuando el bebé está dormido o cuando le tocan la cara. Suele desaparecer cuando el bebé tiene dos meses.
  • Sonrisa social: Es una sonrisa que se produce en respuesta a la interacción social. Suele desarrollarse en torno a las seis semanas de vida y se hace más frecuente a medida que el bebé crece.

No todos somos iguales, por eso es importante tener en cuenta que cada bebé-individuo es diferente y que algunos pueden sonreír con más o menos frecuencia que otros. Sin embargo, sonreír es una parte importante del desarrollo social y emocional del bebé. Por lo tanto, los pequeños sonríen por diversos motivos, como la felicidad, la interacción social, el aprendizaje y la comodidad física. En definitiva, comprender los distintos tipos de sonrisas y sus causas puede ayudar a los cuidadores a entender y responder mejor a las necesidades del bebé.

Foto de Tatiana Syrikova: https://www.pexels.com/es-es/foto/persona-mono-chaqueta-joven-3934003/

El maquillaje que embellece más es una sonrisa sincera. - Anónimo

Como docentes y padres sabemos o podemos reconocer la “baby smile” pero la existencia de varios tipos de sonrisas, con sus propias características y significados, nos va a permitir detectar en diferentes momentos domésticos y académicos la posibilidad de la actuación de nuestros hijos y alumnos en un momento determinado. En el Antiguo Testamento se establece una diferencia entre dos formas de risa, ya que en la lengua hebrea hay dos palabras distintas para marcar esta diferencia. La palabra ‘sakhaq’ que significaba ‘risa feliz’, ‘desenfrenada’ e ‘iaag’ que hacía referencia a la ‘risa burlona’, ‘denigrante’.

A continuación, se nombra la tipología de la sonrisa más común:

  • Sonrisa de Duchenne: debe su nombre al médico francés que la describió por primera vez y se considera la sonrisa genuina. Esta sonrisa implica tanto los labios como los ojos, y es un signo de verdadera felicidad o alegría. ¿La más sincera?
  • Sonrisa social: se utiliza en situaciones sociales para transmitir amabilidad o cortesía. Esta sonrisa suele ser forzada o poco sincera e implica sólo los labios, no los ojos.
  • Sonrisa falsa: se utiliza para ocultar emociones negativas, como la ansiedad o el malestar. Esta sonrisa se utiliza a menudo para enmascarar sentimientos de tristeza o frustración, y puede implicar una expresión forzada o poco natural.
  • Sonrisa burlona: es una media sonrisa que suele asociarse con la arrogancia o la petulancia. Esta sonrisa implica un ligero giro hacia arriba en la comisura de los labios  y puede ir acompañada de una ceja levantada.

Como llevamos diciendo a lo largo de este texto, sonreír es una herramienta esencial para que los educadores creen un entorno de aprendizaje positivo y propicio. He aquí algunas razones por las que sonreír es importante en la educación a diferentes edades:

  • Educación infantil: Los niños pequeños prosperan en un entorno positivo y de apoyo, y un profesor sonriente puede ayudar a crear ese entorno. Un estudio publicado en el Journal of Child Psychology and Psychiatry descubrió que los niños en edad preescolar eran más propensos a adoptar conductas positivas, como ayudar y compartir, cuando su profesor les sonreía. Sonreír también puede ayudar a fomentar la confianza y la compenetración entre los niños pequeños y sus cuidadores, lo que conduce a un mejor desarrollo social y emocional.
  • Educación primaria y secundaria: En la escuela primaria y secundaria, los niños desarrollan su autoestima y confianza. Un profesor sonriente puede ayudar a aumentar su confianza creando un ambiente positivo y acogedor. Sonreír también puede mejorar el compromiso y la motivación de los alumnos, lo que se traduce en un mejor rendimiento académico.
  • Educación secundaria: Los estudiantes de secundaria suelen estar sometidos a un estrés considerable, ya sea por las presiones académicas o por los retos sociales. Un profesor sonriente puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad creando un ambiente de apoyo. Sonreír también puede mejorar la comunicación y la colaboración entre alumnos y profesores, lo que conduce a una mejora de las relaciones y a una experiencia de aprendizaje más satisfactoria.

Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada. - William Shakespeare

Empezar "La Educación de la sonrisa" en la primera infancia es crucial porque sienta las bases para el bienestar emocional y el desarrollo positivo en la vida. En The Developing Infant de Alan Slater y Gavin Bremner, ambos autores afirman que la investigación demuestra que las emociones positivas y el bienestar no son rasgos fijos, sino que pueden desarrollarse y fortalecerse con la práctica y el hábito. Empezando pronto, los niños pueden desarrollar hábitos y actitudes positivas ante la vida que les serán de gran utilidad durante todo ese lapso temporal y vital.

Foto de RDNE Stock project: https://www.pexels.com/es-es/foto/gente-colegio-joven-feliz-6936415/

Incorporar la educación de la sonrisa a las prácticas del aula:

Sonreír y disfrutar están estrechamente relacionados en el aula. Cuando los alumnos sonríen, a menudo es señal de que están disfrutando de la experiencia de aprendizaje.

Sonreír es un signo de emociones positivas: Cuando los alumnos sonríen, suele ser señal de que están experimentando emociones positivas, como felicidad, alegría o satisfacción. Estas emociones suelen asociarse a sentimientos de disfrute o diversión.

Sonreír puede mejorar el aprendizaje: La investigación ha demostrado que las emociones positivas pueden mejorar el aprendizaje y la memoria. Cuando los alumnos sonríen y disfrutan de la experiencia de aprendizaje, es más probable que retengan la información que están aprendiendo.

Sonreír puede reducir el estrés y la ansiedad: Cuando los alumnos están estresados o ansiosos, es menos probable que disfruten de la experiencia de aprendizaje. Sonreír puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, facilitando que los estudiantes se comprometan con el material y se diviertan mientras aprenden.

"Pero no todo lo que reluce, es oro. Como docente o padre, puedes cuestionarte que no siempre puedes estar sonriendo, especialmente cuando se evidencia un mal comportamiento. Entonces, ¿cómo podemos solucionarlo?"

Sonreír puede mejorar las relaciones sociales: La sonrisa es una señal social que puede ayudar a los alumnos a conectar entre sí y con su profesor. Cuando los alumnos se sienten socialmente conectados y apoyados es más probable que disfruten de la experiencia de aprendizaje.

Sonreír puede crear un ambiente positivo en el aula: Cuando los alumnos sonríen y se divierten, se crea un ambiente positivo en el aula que favorece el aprendizaje. Un ambiente positivo en el aula puede ayudar a los alumnos a sentirse seguros, apoyados y motivados para aprender.

Pero no todo lo que reluce, es oro. Como docente o padre, puedes cuestionarte que no siempre puedes estar sonriendo, especialmente cuando se evidencia un mal comportamiento. Entonces, ¿cómo podemos solucionarlo? Thuen (2009) señala que en muchos casos, las interrupciones de bajo nivel y la falta de compromiso tienen menos que ver con el alumno y más con factores que el adulto -docentes, familia- puede controlar, a través del estilo de enseñanza, la metodología y el uso de actividades estimulantes.

En cambio, disfrutar en el aula no siempre está asociado con sonreír. Los alumnos pueden disfrutar de la experiencia de aprendizaje, incluso si no sonríen. Si respetamos la situación individual del alumno, sus necesidades, dificultades y hasta su personalidad -aspecto que a menudo olvidamos-, se reduce el estrés de controlar a cada uno de los componentes de una ratio. Con demasiada frecuencia, los maestros y maestras dedican tiempo y energía a responder al mal comportamiento con medidas disciplinarias correctivas. Pueden funcionar a corto plazo, pero pueden dañar las relaciones entre profesores y alumnos y hacer muy poco para prevenir futuros malos comportamientos.

Por lo tanto, querido docente, un ambiente acogedor en el aula no solo beneficia a tus alumnos, sino que también puede mejorar tu salud mental, ya que pasamos nuestro horario lectivo gestionando una clase de 25 alumnos. ¿Realmente quieres agotarte? Sonríe. 


Consejos para profesores y padres:

Consideramos que crear un ambiente de aprendizaje positivo en el aula es esencial para promover la educación de la sonrisa. Se desarrolla algunos consejos para que profesores y padres puedan crear un ambiente positivo en sus respectivos entornos.

Los profesores pueden incorporar la educación de la sonrisa a sus prácticas en el aula de varias maneras. He aquí algunos ejemplos:

  • Empezar con una sonrisa: Los docentes pueden empezar el día saludando a cada alumno con una sonrisa y un comentario positivo. Esto puede ayudar a los alumnos a sentirse valorados y a crear un sentimiento de comunidad en el aula. Las interacciones interpersonales no verbales, como un apretón de manos amistoso o un pulgar hacia arriba, pueden ayudar a que los saludos parezcan auténticos y generen confianza y respeto, siempre que los alumnos se sientan cómodos con el contacto físico. Momentos específicos:
    • Saludar a los alumnos en la puerta
    • Dirigirse al niño por su nombre
    • Establecer contacto visual
    • Utilizar un saludo no verbal amistoso
    • Decirles unas palabras de ánimo
    • Preguntarles cómo les va el día
    • Mirarles con respeto
  •  Fomentar el comportamiento positivo: Los maestros y maestras pueden utilizar la retroalimentación positiva, como el elogio y el estímulo, para reforzar los comportamientos positivos y promover una cultura de amabilidad y respeto.
    • Refuerzo directo: se refiere a un tipo de refuerzo que, como su nombre indica, resulta directamente del comportamiento adecuado. El ejemplo dado por Smith (2017) es que si un niño interactúa adecuadamente con sus compañeros en una actividad grupal, lo más probable es que esto conduzca a más invitaciones para unirse a tales actividades en el futuro.
    • Reforzadores de actividades: consiste en permitir que los alumnos participen en sus actividades preferidas si se comportan adecuadamente. Esto es especialmente eficaz si se les permite elegir a un compañero de clase con el que puedan, por ejemplo, jugar a un juego o pasar tiempo en el ordenador. De este modo, el compañero también les refuerza socialmente.
    • Reforzadores sociales: están mediados por otros (por ejemplo, profesores, padres, otros adultos, compañeros). Suponen una expresión de aprobación y elogio por un comportamiento adecuado.
  • Utilizar el humor y el juego: Los docentes pueden utilizar el humor y el juego para crear un entorno de aprendizaje divertido y atractivo. Esto puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad y promover una actitud positiva hacia el aprendizaje. De igual manera es muy positivo reírse de uno mismo; es un síntoma de inteligencia, dicen.
  • Participar en servicios comunitarios: Los profesores pueden animar a los alumnos de Secundaria y Bachillerato a participar en proyectos de servicio a la comunidad, como el voluntariado en organizaciones benéficas y/o instituciones. Esto puede ayudar a los estudiantes a desarrollar la empatía y el sentido de la responsabilidad hacia los demás, así como a fomentar el sentido de comunidad en el aula.

 

Foto de Andrea Piacquadio: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-de-chaqueta-negra-con-auriculares-negros-3831645/

Conclusión

A pesar de las dificultades que el mundo actual pone a la “sonrisa” -nos gusta vernos más a través de una pantalla que interactuar personalmente-, tenemos que luchar porque esta, la sonrisa, sea el motor de la educación. Sonreír crea un impacto que trasciende las barreras culturales y lingüísticas, creando un ambiente positivo y alegre en el aula. Ya hemos visto que un clase alegre, empática y sobre todo, con sonrisas, es un centro poderoso de conocimiento, sabiduría y transmisión de información.

"El mal llamado disfrutar es el bien llamado sonreír. Ningún experto ha hablado del disfrute porque es un concepto consecuencia de algo, requiere un referente que permita un resultado"

La Educación comprende la dualidad de aprendizaje y de creación. El primero es aprender el camino hacia lo desconocido, y para eso necesitamos la guía de descubrimiento. El segundo es el resultado de este camino, porque cuando aprendes creas, y cuando creas experimentas el aprendizaje.

El mal llamado disfrutar es el bien llamado sonreír. Ningún experto ha hablado del disfrute porque es un concepto consecuencia de algo, requiere un referente que permita un resultado. Se hace necesario implementar un enfoque equilibrado y atender las necesidades individuales de nuestros alumnos, podemos construir un entorno de aprendizaje positivo y gratificante tanto para nuestro alumnado como para nosotros. Sin embargo, la sonrisa en todas sus formas puede generar un interés suficiente como para que el aprendizaje se convierta en algo a disfrutar. Si el alumno carece de interés y de la voluntad de aprender, nunca lo hará; pero si el output que ve e intuye mediante la sonrisa le parece motivante, aprenderá disfrutando sin darse cuenta que lo segundo es consustancial a lo primero. Aun así, es significativo entender que el disfrute en el aula no siempre se refleja en una sonrisa, también debemos permitirnos diferentes emociones que completen nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje. La “Educación de la sonrisa” beneficia al individuo pero también al contexto siempre y cuando no nos enfoquemos ni centremos en aplicar medidas disciplinarias, sino fortalecer el respeto y las relaciones entre los maestros y maestras y nuestros alumnos.

Por eso, hoy día la “Educación de la sonrisa” resulta de suma importancia: es barata, no cuesta nada, solamente el esfuerzo de ser feliz y hacer que la educación sea no solo conocer sino transmitir. Sonreír no solo mejora la experiencia educativa, sino que también promueve nuestra propia satisfacción y bienestar como profesionales.

Sonríe, es gratis.

 

  Foto de Alexander Grey: https://www.pexels.com/es-es/foto/nino-con-camiseta-rosa-con-cuello-redondo-y-pinturas-en-las-manos-y-la-cara-1149022/

 

Referencias bibliográficas

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LaFrance, M. (2009). What’s in a Robot’s Smile? The many meanings of positive facial display. In L. Canamero & R. Aylett (Eds.) Animating Expressive Characters for Social Interaction. Amsterdam, The Netherlands: J,D. Benjamin.

Oswald, Andrew J., Proto, Eugenio y Sgroi, Daniel (2008). Happiness and productivity. Working Paper. Coventry: University of Warwick, Department of Economics. Warwick economic research papers (TWERPS) (No.882).

Ovalle, A., y Tobón, G. (2017). Calidad de la interacción docente- niño en el aula y los estilos cognitivos en la dimensión reflexividad-impulsividad. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 13(1), 201-222. doi:10.17151/rlee.2017.13.1.10

Sullivan, Anna M., Johnson, Bruce, Owens, Larry, Conway, Robert (2014). Punish Them or Engage Them? Teachers' Views of Unproductive Student Behaviours in the Classroom Australian Journal of Teacher Education, v39 n6 Article.

Slater, A., Gavin Bremner, J. (2017). An introduction to developmental psychology. John Wiley & Sons.

Strack, F ., Martin, LL, Stepper, S. (1988). Condiciones inhibidoras y facilitadoras de la sonrisa humana: una prueba no intrusiva de la hipótesis de la retroalimentación facial. Revista de Personalidad y Psicología Social . 54 (5): 768–777. 

Thuen E., Bru E. (2009). Are changes in students’ perceptions of the learning environment related to changes in emotional and behavioural problems? School Psychology International, 30, 115–136.

 

Leandro Carmona-Cabiedas Martínez.
Asesor docente y pedagogo.
Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid.
Comunidad de Madrid.

 

Leandro Carmona-Cabiedas Martínez.
Asesor docente y pedagogo.
Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid.
Comunidad de Madrid.
Foto de la autora. Leandro Carmona