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Visor

Entrevista a Ana Hernández Revuelta

¿Qué es Mejora tu escuela Pública? ¿Cuándo empieza? ¿de dónde surge la necesidad de crear esta asociación?

Es una asociación nacional sin ánimo de lucro y de utilidad pública formada por profesores, maestros, madres y padres de la escuela pública. Comenzamos hace unos diez años con el objetivo de sacar a la luz el buen trabajo que se estaba haciendo en los centros públicos en España, no solamente en la Comunidad de Madrid. Conocíamos muchos centros educativos en los que se estaban haciendo cosas muy interesantes y una buena forma de darlas a conocer era crear una plataforma que sirviera para que entre todos nos contáramos qué proyectos llevados a cabo por profesores en las aulas estaban funcionando y poder intercambiar estas experiencias para aplicarlas en otros centros. Se trata, por tanto, de dar a conocer buenas prácticas educativas y compartirlas.
Con esta idea nos planteamos crear el concurso de buenas prácticas educativas que este año ha celebrado ya su séptima convocatoria. Es una manera de incentivar a los profesores que están innovando en su práctica docente diaria.
Así que nos reunimos unos cuantos representantes de la comunidad educativa de la escuela pública: profesores, miembros de equipos directivos, padres y madres, orientadores, etc. y nos pusimos en marcha.

En relación a la selección y difusión de las buenas prácticas… ¿Cuántos centros han resultado premiados?

Cada año se premia a cuatro centros por cada modalidad de participación. Una Modalidad A para Centros de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial y Aulas específicas de Educación Especial y una Modalidad B para Centros de Educación Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional, Enseñanzas de Régimen Especial (Enseñanzas Artísticas Elementales-Profesionales y Enseñanzas Artísticas Superiores, Enseñanzas Deportivas y Enseñanzas de Idiomas) y Centros de Educación de Personas Adultas.

Hay dos premios (primero y segundo) con dotación económica por modalidad pero ya el primer año nos planteamos que dos premios parecían muy poco para la calidad que veíamos, por tanto, propusimos que hubiera dos menciones honorificas que era una forma de premiar pero sin cuantía económica. Estos reconocimientos hacen mucho bien en los centros porque motivan e ilusionan. Este año se han presentado casi 300 trabajos.

¿Por qué esta apuesta por las buenas prácticas, qué aportan a los centros que la realizan y a los que se acercan a conocerlas?


Pues para los centros que realizan la buena práctica es una inyección de ilusión muy grande, un reconocimiento público a su gran labor diaria. Además a los docentes la idea de participar en estas convocatorias nos obliga a reflexionar y a plasmar por escrito el trabajo de uno o varios años y esto es muy útil porque nos ayuda a saber qué hacemos bien y qué hacemos que se puede mejorar y esto nos sirve para enriquecer más nuestro trabajo cada año y plantearnos propuestas de mejora. Las familias están encantadas. A los centros de localidades pequeñas les supone un impulso que les sitúa como referentes en sus ámbitos o zonas educativas de influencia. Saber que hay docentes y centros que han empezado a hacer cosas creativas e innovadoras para ayudar a los alumnos, que ante situaciones concretas han reaccionado y han puesto en marcha actividades que han servido para seguir adelante, es un orgullo para los centros, sus localidades y sus alumnos y familias. Hay que abrir las ventanas, permitir la entrada de ideas frescas y dar a conocer experiencias que han servido en unos centros y que pueden ayudar a otros. Todos sabemos que en educación no hay recetas mágicas pero también sabemos que hay cosas que se está demostrando que sí funcionan y el objetivo es compartirlas para se puedan beneficiar cada vez más alumnos. Incluso es fundamental conocer las que no funcionan, porque eso nos permite avanzar. En esto se basa, por tanto, la mejora constante de la calidad educativa y la búsqueda de la excelencia.
Por otro lado, cada vez es mayor el interés de las familias por saber qué se está haciendo en los centros en los que quieren matricular a sus hijos. Por ejemplo, yo que soy la Jefa de Estudios en el IES Julio Verne de Leganés en Madrid, vengo observando que, en los últimos años, ha aumentado muchísimo la preocupación de las familias por encontrar un centro que se adapte a sus expectativas. Cuando hacemos las jornadas de las puertas abiertas en el periodo de admisión de solicitudes, nos preguntan qué se está haciendo en el Centro, en qué proyectos se participa, si hay intercambios con otros países, si se trabaja por proyectos, si el trabajo es colaborativo... Te das cuenta que el lenguaje que utilizan y las preguntas que hacen son fruto de un interés muy grande por su parte y es porque están muy metidos en el ambiente educativo.


Por ejemplo, hemos tenido centros rurales muy pequeños que estaban a punto de cerrar por falta de alumnado y que, gracias al haber sido premiados en nuestro concurso, actualmente están saturados. Alguna vez nos han llamado el Alcalde de la localidad y nos ha dicho: “¡no me lo puedo creer!”… y nos ha contado que hace poco estaban a punto de cerrar y que llevaban mucho tiempo luchando para que no se cerrara y que ahora son un centro de referencia…. ¿Por qué? Porque los padres lo han visto y leído en diferentes medios de comunicación, porque han vivido de cerca la mejora de todos los alumnos participantes y les gusta saber que en el colegio en el que tienen o van a tener hijos matriculados hay profesores que se mueven, que hay un equipo directivo con ganas, motivado y que los profesores hacen cosas con los chavales. Cada vez hay más profesores que hacen muchas cosas muy interesantes pero que no se ven, nadie se entera o muy pocos y eso es lo que queremos evitar. Lo que no se ve no existe y es necesario sacarlo a la luz… Algunas veces escuchamos hablar de la inmovilidad de los profesores pero yo creo que, a día de hoy, es muy raro encontrar profesores que no se impliquen y muy pocos centros que estén cruzados de brazos. En mi instituto, ahora mismo, tenemos ¡más de 50 proyectos en marcha!


Lo que está claro es que las familias no aceptan cualquier cosa y vienen con las ideas muy claras…

¿Qué importancia tiene la inclusión educativa en las buenas prácticas presentadas por los centros para el certamen?

En los siete años que llevamos convocando el concurso, a razón de más de 100 trabajos presentados al año y este año casi 300, cada vez es mayor el número de buenas prácticas que tienen como eje fundamental la inclusión. Pero lo que más nos ha llamado la atención es que cada vez son más ingeniosos, y no porque haya cambiado el perfil de alumno al que van dirigidos, sino que lo que ha cambiado es la creatividad en la forma de abordar la inclusión desde diferentes áreas o ámbitos: música, artes plásticas, teatro, comunicación lingüística etc. Los profesores demuestran, cada año, tener mayor ingenio a la hora de abordar la inclusión en sus aulas. Son propuestas innovadoras tanto en su puesta en práctica como su forma de presentación a los premios. Además, lo importante es que observamos que el nivel de satisfacción y de reconocimiento por parte toda la comunidad educativa a la hora de valorar los resultados obtenidos en los trabajos presentados es altísimo y eso es muy significativo. Profesores, equipos directivos, familias y alumnos valoran extraordinariamente los resultados logrados.

Nuestra revista debates tiene una sección permanente de buenas prácticas relacionadas con el tema que aborda en cada número ¿qué buenas prácticas de educación inclusiva, premiadas por la asociación, nos sugerís conocer?

Yo todos los años daría 50 o 60 premios porque el nivel es buenísimo pero quizás este año, y por hablar del último, hemos premiado a un centro de Jaén (Linares), “Los Arrayanes”, en una de las zonas más deprimidas de Andalucía que ha conseguido, a través de la comunicación socio-lingüística, que chicos y chicas con una situación de exclusión social y con unas dificultades enormes de comunicación oral y escrita, puedan tener en un futuro la posibilidad de comunicarse y que se les abran puertas que de otro modo sería imposible. Todo el colegio se ha volcado en conseguir este objetivo y todos han realizado un esfuerzo enorme pero al final todos están muy satisfechos y orgullosos con los resultados. A la hora de valorar las buenas practicas tenemos varios criterios de valoración y uno de ellos, quizás el más importante, es el grado de implicación de la comunidad educativa en cada uno de los proyectos. Tenemos, por ejemplo, un IES en Madrid que teniendo 1.200 alumnos ¡¡logró implicar a todos los alumnos y todos los profesores!! En este caso era sobre la importancia de los desayunos saludables. Cuando un profesor involucra a sus alumnos, a sus compañeros profesores, cuenta con el apoyo del equipo directivo e involucra a las familias y todos ellos colaboran y participan TODOS JUNTOS, algo está funcionando bien… Cuando los chicos sienten que forman parte de un proyecto sin que se deje a nadie fuera…eso es inclusión, y eso ¿cómo no lo van a ver las familias?… Eso lo comentan, lo comparan, lo valoran… Y es indiscutible que, esta inclusión, se convierte en un motivo de orgullo para toda la comunidad.

¿Cómo se puede acceder a las buenas prácticas?


En la página Web de la Asociación todos los años vamos publicando las buenas prácticas que se han ido presentando pero con una salvedad, nosotros dividimos por modalidades y luego por temática y una vez que están divididos en esas áreas, cada proyecto aparece con un pequeño resumen, qué situación fue la que desencadenó la necesidad de llevar a cabo la buena práctica, cual fue el objetivo y sobre todo cual fue la motivación y participación… Después aparece el contacto del profesor que ha presentado el trabajo para que cualquiera pueda ponerse en contacto con él, o con ellos si fuera el caso. Intentamos que se publiquen todas, no sólo las que han sido premiadas, de forma que cualquier profesor se puede poner en contacto con cualquier centro de cualquier localidad que ante situaciones determinadas han reaccionado y se han puesto a trabajar para llegar a soluciones deseadas. La verdad es que son mucho más las cosas que nos unen que las que nos separan…


Tenemos también un Mapa de Google en el que las buenas prácticas aparecen distribuidas geográficamente y en la que están asociados estos datos de los profesores que se han presentado, nombre del centro educativo, título del trabajo y la página web del proyecto o del centro educativo al que pertenece, lo que facilita enormemente la búsqueda y consulta de trabajos y su visualización.


Hay trabajos muy bonitos sobre comunicación, o sobre cómo se puede utilizar el Arte como herramienta y recurso para que los chicos aprendan… Otro ejemplo sería el de la utilización del Teatro como herramienta de inclusión. El IES Antonio Dominguez Ortiz de Madrid es un buen ejemplo de ello.
Los trabajos inclusivos suelen ser muy innovadores en general, suelen ser muy sensibles con cierto tipo de alumnado. Tenemos un trabajo de un centro en el que alumnos de compensatoria muy disruptivos y con situaciones sociales complejas se ponen a trabajar de forma colaborativa con alumnos con plurideficiencias graves y los resultados son de tal naturaleza que dices: “¡qué maravilla!”.
En torno a la convivencia hay algunos trabajos preciosos. Hay un centro que ha redistribuido el patio y lo ha concebido como recurso educativo para que sean patios inclusivos y no solamente no haya ningún tipo de barreras arquitectónicas, sino que el patio sea un lugar de encuentro en el que todo el mundo juega, sin que nadie se sienta excluido.

¿Qué otras actividades desarrolláis en la asociación, además de las buenas prácticas?


Tenemos Escuelas de Padres en los centros donde se tratan temas muy variados, desde cómo pueden afrontar los cambios en la adolescencia, cómo pueden ayudar a sus hijos con los deberes, también acerca del uso responsable de las redes sociales y talleres de orientación profesional a los hijos. Luego también tenemos una Jornada Anual, que suele ser un sábado, donde se decide un tema monográfico que en ese momento sea de interés, se hace una mesa de debate y se organizan unos talleres y a estos se invita a las personas que han ganado premios para que nos muestren sus buenas prácticas. Ellos cuentan sus experiencias y hay una cosa muy importante que es que los materiales que se han creado se enseñan para que otros compañeros los utilicen o se establecen contactos para que posteriormente se puedan llamar y seguir comentado diversos aspectos. Esta jornada se dirige a equipos directivos, a docentes y a personas relacionadas con el ámbito de la educación, inspectores,…


Tenemos también un Canal de Réplica de Buenas Prácticas Educativas que busca facilitar la extrapolación de un proyecto exitoso llevado a cabo en un centro e implantarlo en otro. Nos encargamos de dar la formación del profesorado en el centro que desea implementar el proyecto y, lo más interesante, es que este asesoramiento y mentorización se acompaña de la presencia del profesor que ha sido premiado, que es quien mejor puede ayudar y asesorar en la puesta en marcha y el seguimiento.


A propósito de este tema y con la idea de que más centros se puedan unir a esta iniciativa, se realizan Foros en los que el centro premiado ofrece una jornada en la que explica cómo ha llevado a cabo la buena práctica, objetivos, dificultades encontradas, etc.


Por otro lado, muchas veces se ponen en contacto con la Asociación para preguntarnos acerca de temas concretos o contarnos situaciones, a veces muy delicadas, y que nosotros a su vez les recomendemos con quién o quiénes pueden ponerse en contacto que hayan tenido una situación semejante en su centro y cómo la han abordado.


Otro aspecto muy significativo es que a veces algunos profesores se ponen en contacto con nosotros y nos dicen: ”me voy a presentar al concurso pero no quiero que me premien, lo que quiero es verme escribiendo lo que llevo haciendo los últimos años y que no se pierda ese trabajo”. La verdad es que la mayoría de las veces la gente no se presenta exclusivamente por la dotación que tienen los premios. Generalmente, este importe lo ceden al centro para adquirir material para que lo disfruten los alumnos, para la mejora de las instalaciones o dotaciones los centros, etc.

¿Se ha percibido interés por parte de las familias en informarse acerca de cuál es el estado actual de la cuestión referida a las tareas extraescolares?


Sí que es un tema que a las familias les preocupa. En las jornadas de puertas abiertas vemos que las familias preguntan acerca de los deberes. Algunas veces recibimos llamadas de padres y madres que consideran que los deberes en el centro de sus hijos son abusivos, preguntan cómo pueden saber si los límites para la realización de las tareas se están sobrepasando, cómo saber cuándo es una cosa razonable y cuándo no. Yo creo que de forma general apoyan los deberes, pero cuando intuyen que puede ser irracional nos llaman y nos preguntan: “¿Conocéis algún centro donde no se hagan deberes?”… Pero también detectamos que la idea de que no se hagan deberes tampoco es una cosa que los padres deseen. Quieren que se hagan deberes pero, como todo, de una forma razonable.
Para finalizar……

Tras muchos años siendo miembro del jurado y siendo secretaria de éste, echo de menos que haya una difusión de buenas prácticas en relación con la formación de equipos directivos. Nadie nos forma para dirigir equipos docentes. En mi centro somos 84 profesores y, a lo mejor, estaría bien que existieran encuentros de formación en los que equipos directivos expusieran sus experiencias exitosas en la función directiva. Estaría bien que supiéramos cómo han hecho algunos centros para motivar e ilusionar a los profesores a la hora de implicarse en proyectos, optimizar recursos, etc. Igual que los profesores cuentan cómo abordar situaciones en sus clases a través de una buena práctica llevada a cabo por ellos, también sería estupendo escuchar cómo trabajan los equipos directivos de centros innovadores y poder compartir experiencias enriquecedoras.


Vicente Álvarez Martín, José Manuel Arribas Álvarez
Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid

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