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Programa Empleo con Valor en el Colegio Areteia: acompañando a nuestros jóvenes con discapacidad intelectual hacia el mundo laboral

Programa Empleo Con Valor en el Colegio Areteia: acompañando a nuestros jóvenes con discapacidad intelectual hacia el mundo laboral

Resumen

El Colegio Areteia, desde 1980, lleva a cabo un proyecto educativo personalizador que, por serlo, se ha centrado en la atención a la diversidad, es decir, en los alumnos menos entendidos, menos comprendidos y, por tanto, menos atendidos en el sistema educativo estandarizado. Desde hace cuatro cursos escolares el colegio está desarrollando un programa formativo y de desarrollo personal de carácter no reglado, destinado a jóvenes con discapacidad intelectual, leve o moderada, reconocida por la Comunidad de Madrid y que han agotado las posibilidades de permanencia en el sistema educativo reglado.

Convencidos de que la diversidad es un valor y no un problema y convencidos también de que estos jóvenes tienen grandes posibilidades de progreso y aportación a la sociedad, emprendimos esta aventura formativa llamándola Empleo con Valor, porque el objetivo es el empleo, el acceso al mundo laboral con los apoyos pertinentes. El empleo es autonomía personal y libertad. Valor es el que tienen y manifiestan al superar dificultades y trabas; valor es el que han demostrado sus familias confiando en ellos; y valor es el que aportan al tejido productivo o empresarial que les acoge, desarrollando permanentemente competencias personales y profesionales que tienen que consolidar proyectos de vida plenos y coherentes.

Foto de alumno del colegio Areteia en el programa Empleo Con Valor En El Colegio Areteia: Acompañando A Nuestros Jóvenes Con Discapacidad Intelectual Hacia El Mundo Laboral.

Antecedentes

Nuestro Proyecto Educativo parte de la premisa de que todos los alumnos pueden aprender, pero que no lo hacen de la misma manera, hasta el punto de que no todos los alumnos tienen por qué estudiar lo mismo.

Los programas de trabajo han sido diseñados para alumnos que presentan Necesidades Educativas Especiales, Dificultades Especificas de Aprendizaje, alumnos con TDAH o TDA, con Especiales Circunstancias Personales o de Historia Escolar, para alumnos con Altas Capacidades Intelectuales [1] y, también, en general, para alumnos sin ningún diagnóstico específico, pero que se benefician o necesitan de un contexto de apoyo y seguimiento para alcanzar o afianzar el éxito en la escuela.

A lo largo de estos más de cuarenta años de historia, la oferta educativa del colegio ha ido progresivamente ampliándose, en coherencia con la diversidad de alumnado que acoge. Este proceso se ha ido materializando en los siguientes hitos: incorporación del segundo ciclo de la Educación Infantil, Programas de Cualificación Profesional Inicial (posteriormente Formación Profesional de Grado Básico), Diversificación Curricular, Bachillerato de Ciencias y Ciencias Sociales y Humanidades y la Formación Profesional de Grado Medio de Gestión Administrativa. También, en consecuencia con el principio de atención a la diversidad y de búsqueda de oportunidades educativas para todos, desde el año 2015, se ha ido ampliando la oferta formativa en Formación Profesional de Grado Medio (Sistemas Microinformáticos y Redes y Conducción de Actividades Físicas y Deportivas en el Medio Natural, hoy Guía en el Medio Natural y Ocio y Tiempo Libre) y de Grado Superior (Enseñanza y Animación Sociodeportiva y Educación Infantil, hoy sustituida por Administración de Sistemas Informáticos en Red).

  Imagen de la Actual oferta educativa del Colegio Areteia: una oferta diversa para un alumnado diverso.

 Actual oferta educativa del Colegio Areteia: una oferta diversa para un alumnado diverso

Esta evolución ha supuesto, en los últimos quince años, un aumento muy significativo en el número de alumnos, enriqueciendo el proyecto con nuevas experiencias e itinerarios formativos como el que nos ocupa y sobre el que vamos a profundizar: el Programa Formativo Empleo con Valor.

El análisis del principio del Diseño Universal de Aprendizaje [2] junto a la aplicación y reflexión de la Guía para la evaluación y mejora de la educación inclusiva [3], el fructífero contacto con la Alianza para FP Dual [4], unido a la experiencia acumulada, lleva al equipo directivo a la pregunta de cómo ayudar durante más tiempo a los más vulnerables, a los más necesitados de entre los alumnos atendidos por el colegio. Los alumnos con discapacidad intelectual leve o moderada que pueden beneficiarse al cursar estudios en centros ordinarios son aquellos para los que los años de escuela constituyen el período vital más fructífero y enriquecedor y, al término de este, se abre una etapa de mucha incertidumbre y vértigo en el proceso de transición a otros programas formativos fuera de la escuela o al propio ámbito laboral, lamentablemente, en muchas ocasiones, inalcanzable.

Estos alumnos progresan en el período de la educación primaria y de la educación secundaria con los ajustes curriculares necesarios. Para los alumnos más autónomos y con mayor competencia curricular, el horizonte de la Formación Profesional de Grado Medio puede llegar a ser razonablemente plausible, pero alrededor de los dieciséis o dieciocho años la escuela deja de ofrecer alternativas para un perfil de alumnos que ha necesitado siempre más tiempo de maduración para la adquisición de habilidades.

Esta perspectiva, añadida al estudio de los programas formativos ofertados en el ámbito asociativo que preparan al joven con discapacidad para el mundo laboral, nos hace pensar en prolongar dentro de la escuela, terminada la etapa obligatoria, la propia acción de la escuela, pero enfocada a la adquisición de habilidades personales y habilidades para la vida, de forma que estos jóvenes puedan acceder al mundo laboral con los apoyos pertinentes.

"El empleo es autonomía personal y libertad. Valor es el que tienen y manifiestan al superar dificultades y trabas."

En este proceso de análisis y reflexión teníamos también que añadir, necesariamente, la visión de las familias; por ello, escuchamos su voz a través de dos instituciones fundadas por padres de exalumnos del colegio con una visión muy clara de lo que la escuela había aportado y lo que había dejado de aportar. Estas familias habían sido especialmente proactivas en la búsqueda de programas y soluciones para el joven con discapacidad leve o moderada en el proceso de transición a la vida adulta. Así, contamos con la imprescindible visión y aportación de la Fundación Visual TEAF (Visual TEAF - Proyectos Solidarios. Asociación sin ánimo de lucro) y de la Asociación Habvida (Habvida | Habilidades para la vida), que ya estaba colaborando desde 2018 con el colegio en un programa complementario de desarrollo de competencias personales orientadas al empleo.

Esta sinergia familia-escuela escuela-familia propicia una visión completa de los objetivos que pretendemos cubrir y de los recursos que necesitamos poner sobre la mesa para llevar aún más lejos lo que Areteia lleva haciendo desde hace cuarenta y dos años.

 Foto de alumnos .La “escuela dentro de la escuela”: alumnos de la FP deportiva del colegio Areteia dinamizando actividades con alumnos de Primaria. 

 La “escuela dentro de la escuela”: alumnos de la FP deportiva del colegio dinamizando actividades con alumnos de Primaria.

 Objetivos, Estrategias y Actuaciones.

Más allá de la discusión académica sobre la definición de educación formal versus informal o reglada versus no reglada, quisimos diseñar primero para materializar después, un programa formativo que aportara los elementos más enriquecedores de las anteriores contraposiciones: en primer lugar, la flexibilidad como elemento facilitador de la personalización del programa y, en segundo lugar, el entrenamiento sistemático de acciones que permitan la interiorización de hábitos. No en vano, el nombre de nuestra institución, Areteia, refiere la virtud tal y como la entendieron los clásicos y, en especial, Aristóteles: La virtud, la excelencia, no es una acción. Es un hábito: “Afirmo, amigo, que el hábito es práctica duradera y que acaba por ser naturaleza en los hombres” [5].

Con estos dos pilares concretamos los destinatarios del programa en los jóvenes de edades comprendidas aproximadamente entre los diecisiete y los veintidós años, con discapacidad cognitiva reconocida por la Comunidad de Madrid de, al menos, el 33%, que han agotado las posibilidades de permanencia en el sistema educativo oficial y que muestran una autonomía personal que potencialmente les puede permitir una integración exitosa en el mudo laboral.

"La necesidad de priorizar el desarrollo de las competencias personales sobre las profesionales, asumiendo que, sin las primeras, las segundas no tienen un cimiento firme." 

Nos planteamos como objetivos, en primer lugar, el desarrollo y afianzamiento de competencias personales y profesionales (en ese orden), de forma que se facilite y se permita la integración laboral del joven con los apoyos que cada uno necesite. En segundo lugar, apostamos por el acompañamiento tutorial en el proceso de maduración personal y por el acompañamiento profesional en el ámbito productivo, una vez este sea posible en el contexto de evolución del estudiante-trabajador. Por último, el esquema “formación-desarrollo-acción” manifiesta nuestra voluntad de continuar la formación cultural propia de la escuela para propiciar el desarrollo de la persona de cara a la acción en la vida real y profesional. En definitiva, una materialización más de lo que hoy llamamos aprendizaje competencial.

El siguiente paso era vertebrar la dimensión temporal del propio programa en el nivel de la estructura semanal y en el de la estructura global del mismo. En relación a la primera entendimos, a pesar del objetivo terminal del programa, la necesidad de priorizar el desarrollo de las competencias personales sobre las profesionales, asumiendo que, sin las primeras, las segundas no tienen un cimiento firme. Por ello, establecimos orientativamente un 60% del tiempo lectivo semanal para el desarrollo de las competencias personales y 40% para las profesionales.

Decidimos denominar a las competencias personales de una forma más amplia y ambiciosa como “Habilidades para la vida” y se concretaron en cinco dimensiones:

  • En primer lugar, la relacionada con las materias curriculares de la enseñanza obligatoria que, necesariamente, debían tener, desde nuestro punto de vista, una continuidad en el programa. Dentro de ellas establecimos dos ámbitos clave: el ámbito lingüístico y social y el ámbito científico y matemático. Ambos ámbitos tendrían que estar, en la línea de lo que establece la última de las reformas educativas, ligados a las situaciones de la vida cotidiana, pero especialmente enfocados hacia el terreno laboral y el desarrollo personal. Por ello, la lectura, la expresión escrita, la comprensión de la actualidad del ámbito local, autonómico, nacional e internacional, junto con una aplicación directa de la matemática aplicada al presupuesto, a la compra, a la factura, al ticket, a la meteorología, etc., deberían estar presentes en el programa de una forma estructurada y transversal. La competencia de comunicación en lengua extranjera inglesa, como continuación también de lo trabajado en la enseñanza obligatoria, entendimos que debía tener una presencia, secundaria, pero presencia, priorizando la expresión y comprensión oral en situaciones también cotidianas y prácticas. Estos tres ámbitos suponen la transición pautada entre lo que se ha hecho en la escuela y lo que se precisa en la vida adulta: una aplicación (más que extensión) de los conocimientos adquiridos, que es lo que realmente les resulta complejo a los destinatarios del programa.
  • En segundo lugar, la Educación Física y la Educación para la Salud. Las aportaciones de la Enfermería Escolar y del Departamento de Deportes tenía que ser estructural para la creación y consolidación, como decíamos más arriba, de hábitos de higiene, descanso, alimentación, tiempo de exposición a pantallas y, por supuesto, de práctica deportiva regular.
  • En tercer lugar, pero no por ello menos importante, tenía que estar el desarrollo de competencias comunicativas y de crecimiento personal: el programa BAEe. –Búsqueda Activa de Empleo en la excelencia–, desarrollado por la mencionada Asociación Habvida, aporta como elemento diferencial la utilización de las técnicas y herramientas del Coaching Ontológico de Rafael Echeverría [6] haciendo que todas estas técnicas y herramientas se aprendan y ensayen en tres ejes: cuerpo, lenguaje y emociones con el objetivo de generar nuevos comportamientos que faciliten el desarrollo personal y el éxito en el mundo profesional.
  • En cuarto lugar, concebimos las jornadas escolares de los viernes como un tiempo fuera del espacio escolar para fomentar la autonomía personal y aplicar de forma extrapolada lo trabajado en el resto de los días lectivos. De esta manera, hemos consolidado la necesidad de trabajar en dos dimensiones, tan exitosas como necesarias, que alternan entre tareas de voluntariado social en instituciones externas [7] y actividades culturales. Así, en las tareas de voluntariado los alumnos viven una experiencia “prelaboral”, asumen responsabilidades y experimentan la competencia y la utilidad de su trabajo, más allá del valor de concienciación que estas acciones, de por sí, aportan. Por su parte, las actividades de índole cultural, con visitas a instalaciones, empresas, museos, centros culturales, etc., conectan al individuo y al grupo con su entorno próximo y no tan próximo.
  • En quinto lugar, hemos incorporado el desarrollo de las habilidades sociales y comunicativas fuera del espacio y del tiempo escolar. Así, proponemos, un jueves por la tarde al mes, una actividad lúdica y cultural para crear lazos de amistad entre los alumnos, autonomía real en el uso del transporte público y, en general, lo que podríamos llamar competencia social: teatros, cines, recorridos por la ciudad de Madrid, asistencia a eventos culturales, etc. como formas de consolidar y llevar aún más lejos la dimensión del programa.

En relación con el desarrollo de las competencias profesionales, previmos el entrenamiento en distintos perfiles profesionales a elegir por el alumno. Las tareas para desarrollar tienen, por definición, carácter auxiliar, complementario, según capacidades, con distintos grados de autonomía. En estos años hemos trabajado perfiles profesionales tan distintos como el Auxiliar de Jardinería, el Auxiliar Administrativo, el Auxiliar Deportivo y el Auxiliar de Educación Infantil y Auxiliar Educativo. Estas dimensiones de la teoría y práctica profesionales han sido perfectamente abordables desde la rica y compleja realidad de un centro educativo que desarrolla dentro de sí mismo distintas tareas conformado una “escuela dentro de la escuela” y que requiere, necesariamente, de un compromiso explícito con el proyecto educativo de todos los profesionales del centro.

El programa Empleo con Valor, desde el primer año, también ha querido abrir una ventana al empleo público. Así, durante dos sesiones semanales se aborda la “Preparación de Oposiciones” tratando la estructura y objetivos de los procesos, así como presentando los contendidos comunes y transversales de las distintas convocatorias existentes o previstas. Sin duda, se trata de un objetivo no abordable de forma completa en el programa, pero que sí inicia un proceso de prospección laboral históricamente muy valioso para el joven con discapacidad.

"Compartir entornos, entradas, salidas, recreos, viajes escolares, vida académica y colegial normaliza la vida de estos estudiantes, que tienen como objetivo dejar de serlo para convertirse en trabajadores autónomos y competentes en el sentido pleno del término."

No debemos perder de vista una parte muy relevante del propio programa como es el espacio y el entorno social del desarrollo de este y que consideramos es otro de los elementos diferenciadores: la convivencia, en pie de igualdad, del grupo en el entorno ordinario de los alumnos que cursan Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio y Superior en el colegio, según la oferta presentada. Todos aportan y todos aprenden porque todos asumen de forma progresiva las diferentes capacidades y las diferentes dificultades que todos tenemos. Compartir entornos, entradas, salidas, recreos, viajes escolares, vida académica y colegial normaliza la vida de estos estudiantes, que tienen como objetivo dejar de serlo para convertirse en trabajadores autónomos y competentes en el sentido pleno del término.

 Foto alumnado del Colegio Areteia. Alumnos de EcV asisten a una presentación de la compañía Vass Madrid

 Alumnos de EcV asisten a una presentación de la compañía Vass

Proceso

En un principio, el programa se estructuró con una duración de dos cursos académicos: el primero, completo en el centro escolar en el período septiembre-junio; el segundo, compaginando, primero, tiempo en el colegio (septiembre-enero) y, después, tiempo en empresa (febrero-junio).

La experiencia de estos cuatro años ha puesto de manifiesto la necesidad de flexibilizar esta estructura de acuerdo con el proceso evolutivo y madurativo del propio alumno. En función de la edad, de la formación previa o, simplemente, de las variables personales, los alumnos pueden estar preparados antes o después para el ámbito profesional que se desarrolla íntegramente en la empresa en el contexto de apoyo que a continuación describimos. Se trata de construir experiencias de éxito bajo la premisa que el equipo de la Asociación Habvida aporta de forma permanente y transversal: “la preparación es la clave del éxito”.

De esta forma, hoy se oferta la duración del programa adaptándolo al momento y al proceso evolutivo del alumno: su dimensión temporal se ajusta al proceso de maduración del mismo.

El salto al ámbito empresarial requiere de la coincidencia de varios elementos. En primer lugar, de la existencia de un contexto de apoyo bien previsto y diseñado. En este aspecto, un pilar del programa es la figura del preparador laboral, que hemos querido denominar “mentor profesional”. Si bien todos los agentes intervinientes en el programa son preparadores laborales, la figura del “mentor” se concreta en un formador certificado, especialmente preparado en teoría y práctica, que conoce a los alumnos porque ha formado parte del equipo desde el inicio del programa y está presente en la empresa, presente en la familia y presente para el alumno [8]. El mentor profesional constituye un imprescindible vínculo entre el alumno y la organización que le acoge. Proporciona formación y da el apoyo adecuado para el desplazamiento, para el “bautismo laboral”, para el desempeño de funciones, para establecer relaciones ajustadas con los nuevos compañeros del entorno de la empresa, que afianza procesos y que proporciona herramientas de resolución en caso de haber conflictos. Nuestro mentor profesional “sabe entrar”, “sabe salir” y, además, tiene la cualidad de “estar siempre”.

El segundo elemento vertebrador de la salida a la empresa es la figura del “prospector laboral”. Es el agente que conecta con el tejido empresarial externo al colegio, que explica el proyecto y la aportación de este a la misión, a la visión y a los valores de la empresa. El fomento, en la última década, de la Responsabilidad Social Corporativa, sin duda, constituye un escenario óptimo para convencer al tejido empresarial de la necesidad de un compromiso que materialice documentos e intenciones en hechos y experiencias de éxito para todos. Esta tarea es viable por dos motivos fundamentales: primero, el desarrollo del programa en un centro educativo con una oferta de Formación Profesional que, en estos últimos cursos, forma aproximadamente a ciento cincuenta alumnos y está preparado para esa vital conexión con empresas que quieran hacer de la formación de los trabajadores un eje vertebral de sus procesos. Segundo, el compromiso global del conjunto de la Comunidad Educativa: el tejido de las familias del colegio pone al servicio del mismo la red de contactos profesionales y personales para que empresas de distintos sectores faciliten procesos formativos para los alumnos del programa Empleo con Valor y del conjunto de las formaciones profesionales del colegio. Sin esta alianza escuela-familias-empresas, el proyecto educativo del centro no sería posible. A este respecto, es relevante poner de manifiesto el apoyo y colaboración del Grupo Educativo al que pertenece el colegio (Globeducate Globeducate - International Schools | Shaping the world) en la aportación de recursos humanos y materiales y en la creación de contextos profesionales para el desarrollo de las prácticas de los alumnos.

La vinculación del alumno con la empresa ha adoptado en estos años distintos formatos, en función de las necesidades, organización y momento evolutivo del propio centro de trabajo: bien se han firmado convenios de colaboración colegio- empresa para el desarrollo, según el caso, de prácticas remuneradas o no remuneradas; bien se han firmado contratos laborales entre el alumno, ya trabajador, y la empresa con los beneficios fiscales que la legislación establece.

Resultado

Todos estos elementos y sus interrelaciones consiguen aportar a los alumnos-trabajadores una continuidad con las etapas previas en relación con la adquisición de un fondo de cultura general adaptado al contexto del alumno afianzando habilidades cognitivas y hábitos de trabajo. El programa aporta un contexto de maduración y crecimiento personal y de progresiva autonomía para el joven con discapacidad.

Igualmente, la convivencia, el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas en contextos juveniles ordinarios, hemos visto que configura un eje vertebrador del diseño. Los contextos colaborativos en la práctica del aula y en las actividades de voluntariado, se ha demostrado, facilitan el éxito en los contextos laborales.

El alumno adquiere y consolida una formación profesional técnica, específica y ajustada a la motivación del alumnado y a las posibilidades de aprendizaje y desempeño del mismo. Esta realidad se trasvasa al ámbito de la empresa en un meditado y estudiado ajuste persona-puesto que facilita y permite una experiencia prelaboral o laboral satisfactoria.

El programa dota, en definitiva, al alumno de unas habilidades transversales que permiten el bienestar personal y el éxito. Ambos objetivos, y en ese orden, deben configurar, desde nuestro punto de vista, el horizonte de cualquier práctica formativa.

Conclusiones

Uno de los indicadores que desde principio concebimos como fundamental en un proceso formativo no reglado fue la adherencia al programa. En la primera promoción del mismo, la adherencia fue del 100% y la media de estos cuatro años de andadura ronda el 70%: 7 de cada 10 alumnos que comienzan el programa lo han terminado con éxito. El segundo indicador, a cuatro años vista del comienzo de la andadura, consideramos que es el porcentaje de participantes que han consolidado su actividad laboral: un 26% de los jóvenes que han participado hasta el momento en Empleo con Valor continúan trabajando y esto significa que el programa ha tenido un impacto determinante, al menos, en este 26% de familias. 

El Departamento de RRHH de Vass en e colegio Areteia de Alcobendas, Madrid, realiza una simulación de entrevista a un alumno de ECV.El Departamento de RRHH de Vass realiza una simulación de entrevista a un alumno de ECV

El proceso de evaluación de los procesos de enseñanza-aprendizaje que configura toda práctica de calidad nos ha hecho entender que uno de los factores clave del éxito es la formación, la experiencia y especialización de los formadores responsables del programa y, dentro de ellos, de manera especial, del que “abre” y el que “cierra” la puerta de este: en el principio del camino está el tutor del grupo; en el final, el mentor profesional. Hemos asumido que la coordinación del equipo, así como el análisis permanente de los procesos y de los resultados es la clave de la consecución de los objetivos. En este aspecto, es fundamental el apoyo, la presencia y el acompañamiento del Departamento Psicopedagógico del Colegio que ha adoptado la responsabilidad en este programa con entusiasmo y compromiso.

"Los contextos colaborativos en la práctica del aula y en las actividades de voluntariado, se ha demostrado, facilitan el éxito en los contextos laborales."

Terminado el programa, se oferta a las familias la posibilidad de continuar en el proceso de búsqueda activa de empleo con los profesionales de la Asociación Habvida como forma de continuar el proceso de materialización de un proyecto de vida propio y coherente.

Este programa es un programa vivo y consolidado a la vez y, entendemos, coincide con los principios del aprendizaje permanente a lo largo de la vida en la medida en que abre la puerta de la escuela durante más tiempo a los que más necesitan para que puedan, con más ayuda al principio y menos al final, contribuir de forma activa, participativa y eficaz a una sociedad profundamente necesitada de sus aportaciones. Tenemos el convencimiento de que está iluminando la vida de muchos jóvenes y ojalá pueda iluminar nuevas prácticas que contribuyan “con valor” a una sociedad más justa. 


[1] Clasificación de las Necesidades Específicas de Apoyo Educativo propuesta por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) | Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes | Gobierno de Canarias.

[2] Alba Pastor, Carmen (2019), Diseño Universal para el Aprendizaje: Un modelo teórico-práctico para una educación inclusiva de calidad. Participación Educativa. Revista del Consejo Escolar de Estado, Nº 9.

[3] Booth Tony Ainscow Mel (2000), traducción y adaptación: Ana Luisa López, David Durán, Gerardo Echeita, Climent Giné, Esther Miquel, Sebastián Moratalla y Marta Sandoval.

[4] Inicio - Alianza (alianzafpdual.es).

[5] Aristóteles (1985), Ética Nicomáquea. Página 312. Ed. Gredos. Madrid.

[6] Echeverría Rafael (1994). Ontología del lenguaje. Granica, México.

[7] En este sentido, queremos destacar la colaboración de dos asociaciones amigas: Comunidad de Promoción Nazaret Asociación Nazaret – La Asociación Nazaret trabaja en el barrio madrileño de San Blas para mejorar la calidad de vida de sus familias y menores. (asociacionnazaret.org) y la Despensa Solidaria de los Cármenes DS LOS CARMENES.

[8] Los preparadores laborales del programa han recibido una formación certificada por la Universidad de Salamanca. Véase Borja Jordán y Miguel Ángel Verdugo. 


 Luis García Carretero.
Director.
Colegio Areteia.
Alcobendas
Comunidad de Madrid.

  

Luis García Carretero.
Director.
Colegio Areteia.
Alcobendas
Comunidad de Madrid.

Foto de Luis García Carretero.Director.Colegio Areteia.AlcobendasComunidad de Madrid.