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Visor

Proyecto "CAMBIA EL CHIP"

¿Soñamos con un colegio que soluciona de otra forma?

El presente trabajo pretende narrar una experiencia desarrollada en el colegio “Juan de Goyeneche”. Se trata de la implantación de un proyecto de “resolución de conflictos” que busca un cambio de mentalidad en la manera de actuar de los profesores del centro y también, en la manera de expresarse y de proceder de los alumnos ante cualquier problema que se les plantee. Por otra parte, basándonos en estudios neurológicos, se explicará, cómo se está dotando a los alumnos de herramientas para resolver sus conflictos de forma autónoma mediante la utilización de un “puente de mediación”.

Sonia María de la Torre Pérez
CEIP Juan de Goyeneche

Colegio Juan de Goyeneche

Situación de partida

Hoy en día, nos encontramos con una problemática muy extendida en todos los centros educativos.

A menudo surgen conflictos entre alumnos y la correspondiente necesidad por parte de los profesores, de resolverlos de un modo adecuado que propicie un aprendizaje de los mismos. En las aulas existen dos tipos de alumnos, unos que tienen un exceso del “YO”, lo que provoca una falta de autocontrol y la invasión continua del espacio de otro. Y niños con inhibición del “YO”, que no escuchan ni sus propias necesidades y por tanto, no son capaces de establecer límites a sus relaciones con los demás.

Este proyecto se creó, pretendiendo dar respuesta a esta situación.

Se buscaba crear la infraestructura necesaria en el colegio, para que todos los miembros de la Comunidad Educativa que lo forman, realizaran cambios en beneficio de la convivencia del centro. 

 En las aulas existen dos tipos de alumnos, unos que tienen un exceso del “YO”, y niños con inhibición del “YO”

Objetivos

Los objetivos planteados en este proyecto, iban dirigidos en un primer momento, hacia los profesores y a continuación, como principales beneficiarios, hacia los alumnos.

Los objetivos de los profesores abarcaban dos ámbitos:

- La propia convivencia entre el claustro de profesores.

- La formación en “técnicas de resolución de conflictos”.

Los objetivos de los alumnos están centrados fundamentalmente en la adquisición de herramientas que les ayuden a resolver sus conflictos y son los siguientes:

- Enseñarles a hablar desde su propio sentimiento.

- Promover la cultura de “pido ayuda” y no, la de callar.

- Darles poder para enfrentarse a sus problemas.

- Disponer de un aula y un grupo de profesores formados, a los que pueden acudir para buscar soluciones.

Proceso

¿Cómo se llevó a cabo la implantación del Proyecto?

La implantación se produjo de la siguiente manera. En el mes de septiembre la directora del centro propuso llevar a cabo un proyecto de convivencia en el colegio y yo me ofrecí llena de ilusión.

La primera cuestión que me planteé fue, que para llevar a cabo con éxito cualquier proyecto, es necesario establecer unas vías de comunicación y relación entre los profesores que forman el claustro. Quería organizar actividades que provocaran risas y momentos divertidos con el fin de propiciar un mayor diálogo entre compañeros. Durante el primer trimestre y el resto del curso, se sucedieron las actividades con profesores, siempre con un factor sorpresa y con una búsqueda de implicación de todos los miembros de la Comunidad Educativa. El objetivo principal, era transmitir la necesidad de una comunidad unida para hacer frente a cualquier circunstancia, independientemente de la metodología que cada uno utilizara.

 Érase una vez...

Implantación del proyecto

Sentía a su vez, que debía responsabilizarme de transmitir a mis compañeros, todos los conocimientos que yo tenía del campo emocional y la neurociencia que da sentido a este proyecto.

Paralelamente a estas actividades, me puse en contacto con una psicóloga llamada Paula Sánchez Alarcón, que había venido al colegio el curso anterior, a enseñarnos a resolver conflictos utilizando un “puente de mediación” creado por ella.

Durante el mes de Diciembre, acudí al curso de formación que Paula me había propuesto, acompañada de mis dos compañeras María Isabel Fernández López y Silvia García de Pedro. Las tres nos formamos y ya estábamos capacitadas para realizar mediaciones. En este momento arrancaba el proyecto.

Organicé unas ponencias dirigidas a los profesores, equipo directivo y orientadora, con el fin de explicarles cómo se iba a implantar el proyecto que habíamos creado y a su vez, transmitirles información acerca de los conflictos (qué cosas no se deben hacer ni decir, qué frases debemos utilizar, cómo se debe actuar…). Todo ello ofreciéndoles nuestro apoyo y comprensión, y realizadas en un ambiente distendido, para que se sintieran relajados y no juzgados.

Pienso, que no se puede implantar algo de tal envergadura, si primero no se forma a los alumnos en este campo

El segundo reto era implicar a los niños y niñas. Pienso, que no se puede implantar algo de tal envergadura, si primero no se forma a los alumnos en este campo. Decidí llevar a cabo dos talleres con todos los alumnos que cursaban educación primaria en nuestro centro. Mis dos compañeras colaboraron en la realización de los mismos.

El primer taller buscaba desarrollar en los alumnos la necesidad de contar todo aquello que les ocurría y enseñarles mediante la teatralización de un conflicto, cuál era la forma adecuada de hablar cuando uno quiere solucionar un problema. Se les pedía hablar como una jirafa, cuyas palabras van cargadas de sentimiento pues debe bombear mucho su corazón para que suban por ese cuello tan largo y finalmente sean pronunciadas.  A su vez, de manera lúdica, con risas y mucha participación por parte de los propios alumnos, les transmitíamos la naturalidad del enfado que forma parte de la condición humana. La idea era pedir comprensión hacia las diversas reacciones de compañeros y con ello evitar las etiquetas que se ponen a algunos de ellos.

Talleres Talleres

El segundo taller se situaba en la puerta de la propia sala de mediación que habíamos creado previamente, conocida por los alumnos como “la clase de la jirafa”. En la primera parte de este taller, les decíamos que si para ellos un problema era importante para nosotras también lo era y que siempre iban a ser escuchados, pero que debían aceptar las normas que habíamos establecido para poder ayudarles. A continuación, y de manera excepcional, les dejábamos entrar en la sala, puesto que una de las normas básicas era que sólo entran 2 alumnos. Seguidamente se realizaba una mediación ficticia, explicándoles cada uno de los pasos a seguir, pero sin llegar a ver los dibujos del verdadero puente de mediación que íbamos a utilizar. Después, de forma simbólica y con el objetivo de que interiorizaran el concepto “puente”, debían subir y saltar por encima de unas sillas y una mesa que simulaban físicamente dicho puente. Este taller finalizaba descubriendo el gran tesoro, es decir, el verdadero “puente de mediación”. Y nos despedíamos, invitándoles a venir allí durante los recreos. Y con mucho cariño e ilusión se abrió la “Clase de la Jirafa”, con lleno absoluto e incluso lista de espera.

Aquí soluciono

Esta sala, se encuentra abierta, durante todos los recreos y está situada en un punto estratégico al que tienen fácil acceso todos los alumnos desde tercero a sexto de Educación Primaria. 

Los alumnos de primer ciclo están en otro edificio pero sus profesores les acompañan hasta la sala cuando ellos lo necesitan.

Cuando la implantación del Proyecto “Cambia el chip” fue una realidad, se informó a los padres de los alumnos, acudiendo a las reuniones generales del tercer trimestre y explicándoles todas las estrategias puestas en marcha para la mejora de la convivencia en el centro.

El siguiente eslabón de este proyecto consistía en formar a alumnos de quinto curso de Educación Primaria para que nos ayudaran a hacer las mediaciones.

Es importante que los niños sigan disfrutando de jugar con sus amigos y aunque esta circunstancia les apasiona, somos muy estrictas con el tiempo que deben pasar allí

Proceso que se llevó a cabo durante el segundo año de funcionamiento del Proyecto.

Realizamos un curso de formación para los alumnos y para ello, se diseñaron una batería de actividades que buscaban fortalecer la autoestima de los niños en un principio, disfrutar de un momento de complicidad, risas y conversaciones durante una comida informal y, posteriormente, finalizar enseñándoles a mediar.

Los mediadores ya formados, acuden a la “Sala de la Jirafa” organizados por parejas y siempre acompañados de un profesor mediador. Realizan su labor un día a la semana, en el momento del recreo pero utilizando sólo quince minutos de los treinta que dura dicho recreo. Es importante que los niños sigan disfrutando de jugar con sus amigos y aunque esta circunstancia les apasiona, somos muy estrictas con el tiempo que deben pasar allí.

Sala de la jirafa

Metodología

La metodología que utilizamos en este proyecto se centra fundamentalmente en:

-El Puente de Mediación, es el instrumento que permite dirigir y promover la comunicación entre los alumnos que han tenido un problema.

Facilita y busca desarrollar la capacidad para expresar los sentimientos y los hechos ocurridos.

Y lo que es aún más importante, ésta comunicación les hace ver que son capaces de enfrentarse a sus problemas y trasladarle todo lo que piensan a aquel que ha invadido su espacio.

-Círculos Restaurativos, herramienta que se utiliza para aquellos conflictos en los cuales los alumnos afectados no son sólo los que tienen el conflicto propiamente dicho.

Permite expresar los sentimientos a alumnos y profesores implicados, viviendo momentos de gran carga emocional unidos a buenos resultados.

Actividades para mantener vivo el proyecto

Todos los proyectos de convivencia, deben contar con actividades que involucren a todo el alumnado y a sus profesores, es decir, compartir experiencias de manera conjunta que se recordarán siempre.

Nosotras organizamos un concurso que pretendía buscar un logo para la “Sala de la Jirafa”. Se presentaron muchos dibujos realizados por los alumnos y pocos días antes del festival de Navidad, nos reunimos, las nueve personas que en ese momento formábamos el equipo de mediación (Profesores y alumnos), para votar.

Escogimos un dibujo fantástico y durante el festival de Navidad, se hizo la entrega de premios. Diplomas para todos los participantes y para la ganadora un diploma y un regalito.

Pero esta actividad no acababa aquí, la idea era implicar a todos los alumnos del centro, desde Infantil a Primaria, en la realización de una sesión de zumba para la cual, previamente recibirían de regalo, una chapa con el logo elegido.

Comenzaba con una pequeña charla, en la que se les transmitía la necesidad de darnos una oportunidad, a nosotros mismos, para conocer a personas con las que nos veíamos a diario y no nos relacionábamos. Y se les invitaba a bailar con la energía que nos daba la “Jirafa” de la chapa.

Fue un éxito para alumnos y profesores, una actividad muy divertida.

Evaluación y conclusiones

Como todos los proyectos grandes que afectan a muchos miembros de la Comunidad Educativa, éste necesita alargarse en el tiempo para evaluar con mayor precisión todos aquellos logros conseguidos o pendientes de conseguir.

Pero valorando el duro trabajo realizado hasta el día de hoy, a lo largo de dos cursos y medio, quiero resaltar que fundamentalmente se ha iniciado un cambio grande en el Centro, que permite que todos los profesores aborden los problemas de la misma forma.

Se ha establecido una conciencia diferente y más enriquecedora de solucionar los conflictos.

Todo ello, de manera organizada y sistematizada, lo que proporciona a los docentes una mayor tranquilidad y seguridad en sus actuaciones, además de sentir un respaldo importante del equipo de convivencia.

Se ha creado una línea de trabajo en cuanto a convivencia se refiere y constituye uno de los pilares básicos del modo de trabajar en este colegio.

Si entendemos cada una de las mediaciones, como oportunidades de aprendizaje, el resultado es, que en este centro, estamos formando alumnos con capacidades y actitud para querer solucionar

En cuanto a los alumnos se refiere, ya se han beneficiado de los aprendizajes de los talleres y han aprendido a expresarse de otro modo, añadiendo seriedad y sentimiento en sus relatos.

Todos los alumnos que han pasado por la clase de la jirafa, son conscientes de que los problemas son suyos, por lo tanto, ellos son los que deben buscar soluciones y a su vez, tienen la certeza de que siempre van a ser escuchados.

Están adquiriendo responsabilidad en sus actos y en sus decisiones.

Si quiero reflejar de manera numérica mi evaluación, he de resaltar que:

- En el primer año de implantación se realizaron 55 mediaciones y 1 intervención.

- En el segundo año de implantación hasta el día de hoy, se han realizado   174 mediaciones y 6 intervenciones.

- Y actualmente, nos encontramos en el tercer año.

Si entendemos cada una de las mediaciones, como oportunidades de aprendizaje, el resultado es, que en este centro, estamos formando alumnos con capacidades y actitud para querer solucionar.

Pero pienso que todo esto, sólo es el comienzo de algo que puede llegar a ser muy bonito.

Cada día se están planteando situaciones nuevas y hay un gran trabajo por hacer.

Sonia María de la Torre Pérez

Sonia María de la Torre Pérez