Hablar de Interculturalidad nos obliga a hablar de derechos y libertades fundamentales, de ciudadanía, sin esquivar los riesgos que, sin ninguna duda, merece la pena afrontar para construir sociedades más justas y democráticas. Y arriesgarnos a reconocer un estatus de ciudadanía global es cuestionarnos si podemos permitirnos condenar a millones de personas, en todo el mundo, a una carencia absoluta de derechos.
Liga Española de la Educación; Wolters Kluwer España. Madrid; Las Rozas (Madrid). 2013.
Leer más