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Visor

Redconsejos. El uso de Instagram como nuevo espacio de orientación

Revista Digital Educamadrid

Fecha de publicación 7 de diciembre de 2017

Resumen

La seguridad 2.0 llevó a los autores de este proyecto a la creación de una herramienta que llegara de verdad a sus alumnos. Las charlas habituales sobre la seguridad de las redes y blogs ofrecen información útil y de calidad pero muchas veces pasan desapercibidas en un colectivo o población diana, que usa más “darse likes y favoritos”. ‘Redconsejos’ es un perfil de Instagram asociado a una cuenta de gmail en el que cualquiera puede concienciarse sobre el uso adecuado de las redes sociales y comportamiento 2.0.

Jornadas I&EDU

CRIF Las Acacias  31 de mayo a 2 de junio de 2016

Autores

Juan Ignacio Morata y Patricia Salgado Rojas

ONG Norte Joven (Madrid) e IES Manuel Tárraga Escribano (San Pedro del Pinatar, Murcia)

1. CONTEXTO EN EL QUE SE HA DESARROLLADO LA EXPERIENCIA

En la actualidad las redes sociales causan furor entre nuestros alumnos pre y adolescentes y traen de cabeza a los adultos (padres y profesores), que ven cómo, a veces, este apasionante mundo cada vez más rápido y más cambiante se les escapa de las manos.

Y es que a pesar de la importancia de redes sociales como Tuenti, Facebook o Twitter, existen otras como Instagram o Snapchat que, por su carácter inmediato y audiovisual, están revolucionando no solo el mundo de las redes sociales sino además el de nuestros alumnos o hijos que cada vez acceden a ellas más pronto. La primera, Instagram, está superando con creces (un 83%) a plataformas como Facebook y Twitter juntas (70%), como afirma el estudio de BI Inteligence.

Las condiciones para el acceso a estas redes sociales exigen una edad mínima de 13 años (en concreto Instagram y Snapchat). Pero para darse de alta solo se necesita un correo electrónico y un “I agree” (yo acepto) o nos preguntan la edad, marcamos el año 2000 como fecha de nacimiento para que nos reconozcan y ya se puede acceder.

Estas condiciones pasan incluso desapercibidas para los adultos. Con ese simple “clic” no sólo damos permiso a la aplicación para usar nuestra cámara, sino también nuestros datos de llamada y nuestra situación.

Ante este uso o abuso, según quien lo mire, conviene preguntarse ¿son conscientes nuestros alumnos de los peligros que las redes sociales conllevan o por el contrario saben usarlas de forma adecuada?

Por estos motivos y con todas estas connotaciones, y también por conocer una realidad cercana y saber cómo usan nuestros alumnos las redes sociales, Patricia Salgado Rojas y Juan Ignacio Morata Sanz decidimos elaborar este proyecto.

Al principio, el tema principal era las redes sociales; después añadimos otros temas que creíamos de interés para los alumnos como contraseñas seguras o uso de la “netiqueta”.

2. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

2. 1. La pregunta era ¿cómo?

Seguimos la premisa de Einstein “si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Viendo el efecto que tenía el Instagram de Patricia en sus alumnos, los comentarios que tenían que ver con retweets a modo de imagen de los propios tweets de instituciones consagradas en la seguridad de adolescentes como Pantallas Amigas o el Twitter de la Policía Nacional, la respuesta era más sencilla de lo que nos planteábamos: Instagram.

Éramos testigos de que la comunidad a la que nos dirigíamos no salía de su zona de confort, por tanto teníamos que salir de la nuestra (los más que transitados blogs y páginas web sobre uso de redes), para meternos en la suya y crear lo que después de un fin de semana de reflexión denominamos @Redconsejos.

Pero eso no es todo.

El hecho de abrir una cuenta en Instagram o seguir a un par de adolescentes y subir fotos bonitas no era suficiente. Por ello, a través de google docs y largas conversaciones de WhatsApp y telefónicas, establecimos lo que sería una constante que a día de hoy marca el carácter personal de la red:

  1. Fotos normales. Teníamos claro que no éramos ni Ira Block, ni Ellen Von Unwerth. No pretendíamos que nuestras fotos fueran las más bonitas ni las más originales, queríamos conseguir la cercanía con nuestros alumnos. Por ello perseguíamos fotos que transmitieran algo pero que cualquiera pudiera hacerlas. El fin era que los alumnos que íbamos a seguir tras las primeras publicaciones no vieran Redconsejos como algo ajeno a ellos, como alguien que le da por seguirte para que tú también le sigas.
  2. No más de 140 caracteres. Si algo nos había enseñado la red social Twitter era que cualquier contenido que superara 140 caracteres carecía de interés, por lo que en la medida de lo posible, para añadir valor a la imagen añadimos un texto con ese límite para concienciar sobre el tema elegido.
  3. Lenguaje iconográfico. Como veis, lo que hacemos es solamente imitar la conducta de nuestros alumnos y las redes sociales ya creadas. Y en este caso, aprovechamos el potencial de los iconos de WhatsApp para que los adolescentes que vieran el perfil se sintieran aún más más implicados.
  4. Un hashtag (y otros). Igual que cualquier usuario de Instagram usa hashtag para compartir más allá las imágenes de sus conocidos y seguidores, nosotros nos hicimos con el monopolio del hashtag #reconsejos. El objetivo, que cualquiera que quisiera saber de nosotros y no seguir a la red social lo hiciera gracias al buscador de la propia aplicación. Incluso usamos otros hashtag con el fin de llamar la atención a otro tipo de usuarios como empresas, ONG, profesores y demás entes que actualmente trabajan y se preocupan por estos temas, con el fin de dar una mayor visibilidad a nuestro granito de arena con hashtags tales como #internetseguro #redessociales, entre otros.

A pesar de que no está incluido como punto 5, porque esto ha sido producido a partir de poner en funcionamiento el perfil de Redconsejos, y porque no sigue tanto la norma o el patrón antes descrito, hemos empezado a improvisar incorporando, además de filtros y fotos a nuestros consejos, video y sonido a través de aplicaciones como Tellagami, una aplicación en la que a través de un avatar virtual en 3D podemos comunicar con un video lo que queramos; o Songify, donde con una base de hiphop crear una sintonía en el que poner ritmo a nuestros consejos, con el fin de conocer cuál es la forma preferida de nuestro público destinatario. Igualmente chatterpix para hacer vídeos con diversos personajes, decorados por nosotros mismos.

3. EVALUACIÓN Y CONCLUSIONES

Desde entonces, y a pesar de lo relativamente reciente que es este proyecto, apenas un año, podemos observar algunos datos que nos dan una visión más realista del potencial que puede tener esta herramienta.

Pese a que el proyecto no se enmarca en ningún centro concreto sino más bien en una comunidad virtual a la que no se obliga a participar, estamos contentos porque a fecha de hoy, y con apenas seis meses de vida, tenemos más de 240 seguidores que siguen nuestras publicaciones.

Por otro lado, y analizando los datos de cada imagen, vemos que pese a presentar un flujo inconstante entre las fotos que compartimos, hay una realidad presente: que estas imágenes gustan y algunas incluso son comentadas públicamente con alguna que otra sorpresa por privado.

Tabla

Tabla 1

Podemos ver, de una forma estadística, que los destinatarios de este proyecto se sienten más identificados con temas relacionados con los mensajes privados vía wassap que pueden implicar problemas de maltrato psicológico o el sexting, debido al número de likes producidos por este tipo de publicaciones.

Tabla 2

Tabla 2

Por otro lado, las dudas sobre el comportamiento adecuado en las redes sociales e internet son las que más se agradecen a los propios comentarios y mensajes recibidos, donde hay que destacar que comparados con los likes que presentan las diferentes fotografías compartidas, son pocos los comentarios recibidos. Es tónica habitual en el colectivo al que nos dirigimos, y por supuesto de la propia red social que valora más estos últimos sobre los primeros.

Todo esto ha creado un efecto tal, que nos ha hecho decantarnos por usar la plataforma para difundir un mensaje de uso adecuado de internet y redes sociales y dejar otros temas, que inicialmente vimos interesantes como alimentación adecuada, técnicas de estudio, orientación académica-vocacional a otras entidades y/o agentes educativos.

3. 1. Prospectiva

Lo próximo que queremos llevar a cabo es crear un equipo de redconsejeros situados en el marco de la geografía española (o incluso pensando más allá, en países de habla hispana). Enganchar a profesores que hablen de la aplicación a sus alumnos y que estos participen desde su perfil con una foto y un consejo sobre seguridad 2.0 y nuestro particular hashtag.

Desde nuestra posición, usaríamos la aplicación Repost de Instagram para compartirla en nuestro perfil y así conseguiríamos una doble difusión de la misma, ya que esta imagen y este consejo no sólo llegaría a nuestros seguidores, sino además a los seguidores de los redconsejeros, picando a otros, haciendo de la red un lugar mejor.

3. 2. ¿Una locura?

No lo sabemos, pero el “NO” ya lo tenemos y cinco colegios han sido los primeros en dar el paso y trabajar la seguridad en la red a través de una propuesta didáctica en la que los alumnos son los auténticos protagonistas del proceso. La propuesta del proyecto se ha elaborado por centros en Madrid, Fuengirola e incluso ha atravesado el océano como es el caso de Mexico DF.

Hasta ahora estamos contentos con el resultado, porque como dice George Bernard Shaw “si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él”.

Por lo que vamos a ver qué nos depara el futuro.

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Revista Digital EducaMadrid
Fecha de publicación: 7 de diciembre de 2017