1. INTRODUCCIÓN

Los alumnos de diversificación, por sus peculiaridades y por disponer de muchas horas a la semana para trabajar con ellos desde el ámbito científico tecnológico, es un grupo idóneo para plantear actividades educativas que salgan de lo estrictamente teórico. Pensamos que sería muy beneficioso para ellos trabajar por proyectos y que pudieran exponerlos en otros ámbitos educativos.

La idea surgió porque en la Escuela Infantil “El Señor Don Gato” se ofrecía un espacio de colaboración con los padres. Los alumnos de diversificación de 4ºESO, un total de 15, tenían, entre otras dificultades, una baja autoestima y  en general reaccionan muy bien al cariño, así que pensamos que sería una buena oportunidad trabajar en común con el alumnado de la Escuela Infantil. Propusimos a la directora, María Antonia, hacer una actividad en la que los alumnos mayores enseñaran a reciclar a los pequeños. Quedamos en hacerlo en las tres clases de niños de 2 a 3 años.

El comportamiento de los alumnos de diversificación suele ser bueno, sobre todo cuando no están en su ambiente, aunque les cuesta relacionarse con otros sectores que no sean su propia clase. El mayor problema con el que nos encontramos es su falta de autoestima. Esta actividad, en la que ellos van a enseñar a otros niños, puede ser muy positiva para hacerles sentirse útiles.

La actividad se realizó varios cursos seguidos, hasta que trasladaron la Escuela Infantil, después nos llamaron de otra escuela en Vallecas, “los Girasoles”, y, por último, trabajamos en uno de los colegios del barrio, el CEIP Martínez Montañés, con los alumnos de 5 años. Es una de las actividades en las que más se implicaba y que más nos solicitaba, todos los años, con mucho interés el alumnado de diversificación.

2. DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD Y OBJETIVOS

La clase de 4º de diversificación se divide en tres grupos, para preparar un contenedor de reciclaje de papel (azul), uno gris (materia orgánica) y uno amarillo (envases). Con los contenedores y una canción enseñarán a reciclar a niños de Escuelas Infantiles y Colegios del barrio de Vallecas.

Los objetivos son:

• Aumentar la autoestima de los alumnos de diversificación, sintiéndose útiles y valorados.
• Interacción de alumnos de diferentes edades, nacionalidades y vivencias en un proyecto común.
• Inculcar en los alumnos hábitos de reciclaje mediante el juego y la expresión corporal.
• Colaborar con la Escuela Infantil y colegios del barrio  en el desarrollo de prácticas medioambientales.
• Trabajar objetivos y contenidos de ámbito científico tecnológico de 4ºESO.
• Trabajar con metodología de proyectos.
• Pasar un rato divertido y agradable

3. DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:

Fase 1: Repartir los grupos de trabajo. Como necesitamos un grupo de reciclaje de papel (contenedor azul), otro de envases (contenedor amarillo) y otro de orgánico (gris), se organizan en 3 grupos de 5 personas, que eligen ellos.

Fase 2: Componer la canción. La profesora de música del Instituto, Alicia Ruíz, nos ayudó elaborando una canción que nos encantaba, y que nos aprendemos rápido. La grabamos y se la dimos en la Escuela Infantil para que la aprendieran los niños. Todos los días la ponían para la entrada en la escuela. La canción dice:

El gris, el azul, el amarillo,
Son los colores para reciclar,
El gris, el azul y el amarillo,
La naturaleza vamos a cuidar
Me como una manzana y un melocotón
La piel y el hueso…. al contenedor
¿De qué color?... ¡Al gris!

Estribillo

El papel y el cartón, después de usarlos
Al contenedor... ¿de qué color?.... ¡al azul!

Estribillo

Se terminó la leche, se terminó el yogur,
¿qué hago con los envases?... al contenedor…
¿de qué color?.. ¡¡¡¡¡al amarillo!!!!

Tuvimos 2 reuniones previas con el equipo docente de la Escuela.

Durante esa semana, en la Escuela Infantil guardaron los envases de yogures, papeles, tetra briks, pañales y demás residuos que suelan producir.

Fase 3: Construir los contenedores que se van a llevar a la Escuela. Tardamos de 2 a 3 clases. Normalmente se puede plantear en el aula de tecnología o en el aula de referencia si hay espacio suficiente. Hay que pensar las medidas de las cajas y el diseño, recoger los cartones (nosotros los buscamos en contenedores de papel, para ser consecuentes con el proyecto), forrarlos de papel maché y pintarlos. Como siempre hay grupos más rápidos, se ayudan unos a otros fomentando actitudes de colaboración.

Fase 4: Conocer la escuela. Quedamos un día para ir a la Escuela a jugar y a conocer a los pequeños. Nos lo pasamos tan bien y fue tan enriquecedor que se establecieron dos horas lectivas de visita a la escuela para cada grupo de alumnos (el IES está a 10 minutos andando de la Escuela). En estos días participamos con los niños de sus actividades cotidianas, haciendo murales, cantando, ayudando en el comedor…, fue impresionante ver las relaciones que son capaces de establecer en un solo día. Se convirtió en lo más emocionante del trimestre, todo giraba alrededor de esta actividad.

La clase empezó a funcionar mucho mejor, porque teníamos un objetivo común y un aliciente para acabar las tareas de clase: preparar lo que de verdad importa, la visita a le Escuela Infantil.

Fase 5. Planificar la actuación. Esta fase puede durar tantas sesiones como se desee. Hay que preparar el taller, elaborar el guion, la lista de materiales que se necesitan (hacen una lista de lo que nos preparan en la escuela: pañales, envases de yogur, papeles, cartón, cáscaras de naranja, etc.). En la Escuela Infantil hay niños de integración, así que los mayores se turnarán para trabajar con ellos de forma individual (casi todos quieren).

Fase 6. Puesta en práctica de la actividad. Fuimos a la escuela 3 días (uno por clase). Los niños nos recibieron tímidos y expectantes. Los mayores nerviosos. Los alumnos de 4º se portaron de forma responsable y comprometida con los pequeños, con respeto y con cariño. Fue un encuentro muy emotivo.

Hicimos un corro y cantamos juntos la canción. Los pequeños se sientan y van saliendo los grupos: (“la basura” está en el suelo”)

Primero apareció en la clase el contenedor gris, con los alumnos vestidos de gris, animando a los niños a llevar los residuos orgánicos, y felicitándoles cuando acertaban.

Después entraron con el contenedor azul, les explicaron qué se debe reciclar y les animaron a hacerlo.

Al principio había que ayudarles, cogerlos de la mano y acompañarlos, pero lo fueron aprendiendo y acabó toda la clase echando papeles al contenedor.

Lo mismo hicimos con el amarillo.

Luego salimos al patio con los 3 contenedores y allí todos juntos clasificaron y depositaron los residuos en el contenedor correcto. Cada uno de los mayores se encargaba de 2 pequeños. Al finalizar se pusieron todos a jugar juntos.

Como sorpresa la directora les preparó un aperitivo en la sala de profesores, les hizo muchísima ilusión, se sintieron queridos, valorados y respetados.

Es una de las experiencias más bonitas y gratificantes que he realizado con los alumnos en mi trayectoria profesional, y una de las que los niños recuerdan con más cariño.

De vuelta al instituto, contentos y agotados