¿Cómo descubriste a qué te querías dedicar profesionalmente?

Siempre me había gustado la ciencia ficción (libros, películas), pero no fue hasta muy tarde, casi terminando la carrera de Lingüística en la asignatura de Procesamiento del Lenguaje Natural,  la Inteligencia Artificial (IA) dedicada al lenguaje, cuando me di cuenta de que en realidad se puede estudiar algo muy parecido a lo que tanto me fascinaba. De tanto que me gustaba, empecé a investigar, y más tarde a dedicar dicha investigación (IA y lingüística) a la dislexia.

¿A qué das más importancia, a tu formación humanística o a tu formación tecnológica?

Pues ha dependido mucho del momento. Durante el doctorado en informática eché mucho de menos no ser ingeniera porque me vi envuelta en situaciones técnicas muy complicadas. En esos momentos valoraba más la formación técnica. Ahora mismo formo parte del consejo asesor de la estrategia de inteligencia nacional del gobierno y me estoy dando cuenta de que el humanismo es crucial en muchas circunstancias más complejas. Ahora mismo pienso que la tecnología está tan integrada en nuestra vida (humana) que la tecnología solo puede ir de la mano del humanismo para proteger nuestros valores como sociedad.

¿La Inteligencia Artificial (IA), tal vez, es un concepto muy amplio. ¿Cómo lo contarías para animar a los jóvenes y adolescentes a profundizar en este concepto?

En mis clases de IE en la universidad lo que les digo a mis alumnos es que estudiar IA es como estudiar anatomía en mitad del Renacimiento. Estamos en un momento crítico de la historia en el que todo está cambiando, hemos dedicado siglos a intentar replicar el cuerpo humano con maquinaria, ahora estamos intentando replicar el cerebro usando ordenadores. No puede ser más fascinante.

¿Qué ha supuesto para ti la IA en tu día a día?

Como ha sido parte de mi investigación desde 2010, era parte de mi trabajo. Ahora en los últimos años está en todos lados (cuando whatsapp te sugiere un texto, cuando google te sugiere una consulta), ya es parte de nosotros.

Hablemos de las barreras por razón de género. ¿Cuál es tu experiencia, siguen existiendo, cómo podemos combatirlas?

Mostrando modelos de profesiones para niños y para niñas desde que son pequeños. Son cosas muy sencillas pero desde que eres pequeña, si no ves un modelo, no sabes si puedes serlo. Un ejemplo personal muy tonto, pero que es verdad: la primera vez que volé en avión con seis años, yo les dije a mis padres que quería ser azafata. En el fondo quería volar en avión, ser piloto, pero como no vi a ninguna mujer asumí que me tocaba ser azafata. También cuando decidí que quería ser investigadora fue porque vi a Marie Curie en un libro.

Se necesitan muchos profesionales de las carreras STEM. ¿Cómo animarías a los adolescentes, especialmente a las chicas, a desarrollarse profesionalmente en estos ámbitos?

Las animaría a que probasen a acompañar a un profesional STEM un día (hay varios programas), para que descubran lo que es, porque es absolutamente fascinante. Y luego ya que cada uno decida lo que más plenitud le da, pero que lo prueben antes porque es difícil de imaginar sin probarlo.

Tradicionalmente las ingenierías, y entre ellas la Informática, son estudiadas por menos mujeres. ¿Qué crees que aportan ellas como elemento diferencial en este campo?

Creo que todos los seres humanos aportamos cosas únicas. Si no estudian mujeres, nos estamos perdiendo la mitad de la muestra. En los equipos, cuanto más variados (de todo) más aportan, más lejos llegan, mejores investigadores y productos se desarrollan. Esto lo llevo comprobando años.

Has desarrollado una brillante carrera en el mundo de la Tecnología pero tu formación inicial no era ésta. ¿Podrías explicar el proceso por el cual todo está interrelacionado?

Estamos en un punto en que el conocimiento de casi cualquier área se incrementa si se usa la tecnología. Me fascinaba la lingüística, si a la lingüística le unes toda la capacidad de análisis de cuerpos y de IA, primero acabas sabiendo y descubriendo mucho más de lingüística y segundo las posibilidades de aplicación son mucho más grandes. En mi caso vi la tecnología como un facilitador. Si no llega a ser por esto no conseguimos que Dytective llegue a todos los niños. No se puede, por ejemplo, atajar un problema como la dislexia de forma masiva como están haciendo vuestros colegios.

¿Cómo surge Dytective?

Dytective surge porque desde el equipo investigador queríamos que las personas usaran lo que habíamos descubierto, para que la dislexia dejara de ser una barrera, para que los niños no fracasaran a causa de la dislexia, detectando el riesgo de dislexia y ayudando a mejorar la lecto-escritura. Era nuestro sueño y ahora es un sueño compartirlo con vuestros docentes, gracias por hacerlo posible.

¿Qué proyectos te gustaría iniciar para seguir aportando mejoras en la comunidad educativa? Existe alguna aportación por parte de los docentes en este sentido después de usar Dytective?

Tengo un proyecto en mente que me fascina pero que es muy complejo, a ver si lo conseguimos. Me gustaría que Dytective detectara no solamente el riesgo de tener dificultades de lecto-escritura sino también tus fortalezas. Esto daría muy buenas noticias y esperanzas a los maestros, niños y familias. Ojalá en unos años podáis ver esta versión optimista de nuestro test de cribado.