
Llamamos cambio climático a la variación global del clima en la Tierra, cambio que puede ser debido a causas naturales o humanas. El término "efecto invernadero" alude a la retención del calor del Sol en la atmósfera por determinados gases como el dióxido de carbono, el óxido nitroso o el metano. Sin este efecto invernadero natural, las temperaturas en la Tierra serían extremas y la vida tal y como la conocemos no sería posible en nuestro planeta
El mundo industrializado, con su consumo feroz de energía procedente de combustibles fósiles, ha liberado a la atmósfera enormes cantidades de gases con efecto invernadero, lo que ha hecho aumentar la temperatura media de la Tierra 0,6ºC durante el siglo XX. Las consecuencias serán no solo ambientales, sino a nivel económico y social. Se predice un aumento del nivel del mar, fenómenos climáticos extremos, desaparición de animales y plantas, falta de agua potable, de alimentos, aumento de enfermedades... Y los países pobres serán los primeros en sufrir las peores consecuencias.
El pasado domingo 29 de noviembre, personas de todos los lugares del planeta salieron a las calles para exigir a los principales líderes mundiales (que se reunen a partir de hoy en Paris en la Cumbre de Naciones Unidas por el Clima, COP21) que lleguen a un acuerdo ambicioso para combatir el cambio climático.