El sexting consiste en el envío de fotografías o vídeos producidos por uno mismo y con connotación sexual, a través de móvil o de otro dispositivo con cámara. El riesgo está en que una vez enviados, pueden ser utilizados de forma dañina por los demás.
En algunas ocasiones el envío de este tipo de contenidos es involuntario, ya que otra persona puede utilizar el dispositivo en el que están almacenados (robo o pérdida de móvil, uso sin permiso,...) y reenviarlos. También puede ocurrir que una persona sea grabada sin su consentimiento. En cualquier caso, los riesgos en lo que respecta a la difusión del contenido, son similares al sexting.
Pretender que ningún menor lleve a cabo estas conductas sería algo poco realista en la actualidad, cuando socialmente se potencian roles excesivamente sexualizados y no está claro el concepto de privacidad. Por esta razón, los esfuerzos los debemos centrar en reducir riesgos y en fomentar la capacidad de crítica de nuestros hijos, para que actúen de forma responsable. Y, en caso de conflicto, reaccionar con calma, y emprender las acciones que puedan proteger al menor ( contactar con los difusores, informar al proveedor de servicios, denunciar, apoyo psicológico...).
En el portal Internet Segura for Kids ofrecen una Guía de Mediación Parental, con información y consejos útiles para padres sobre cómo abordar los problemas que puedan derivarse de un mal uso de Internet. Imagen publicada por Pro Juventute (2013) bajo licencia Creative Commons