Este cuento no es de los más populares entre los niños españoles, pero sí en la cultura anglosajona. Se trata nuevamente de un cuento "de fórmula", que son los más adecuados a esta edad y en el nivel inicial del aprendizaje de una lengua. Mediante la repetición de estrofas del relato una y otra vez se trabaja la confianza en la propia expresión y la "soltura" en la dicción, nuevamente, y como ya hemos dicho, sin buscar la corrección. Será a base de las múltiples repeticiones como los niños se vayan aproximando a la forma más correcta que sean capaces.

He buscado la versión que me ha parecido más sencilla y atractiva a la vez.

En clase nos centraremos en algunas palabras que se repiten en el cuento, y moveremos el esqueleto un poco.