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PROCESOS COGNITIVOS SUPERIORES: EL APRENDIZAJE

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OTRAS FORMAS DE APRENDIZAJE

Asociacionismo de E.L. Thorndike

El aprendizaje se basa en el establecimiento de conexiones entre hechos. Ante una situación dada, un individuo responde de una manera determinada (o no responde, lo que ya es una respuesta en sí). Esta respuesta es o no adecuada a la situación presentada. Si lo es, ambas cosas quedan asociadas. Es el principio de ensayo y error con éxito accidental. Según la ley del efecto, cuanto mayor sea la satisfacción o la molestia, mayor será la consolidación o el debilitamiento del vínculo.

Aprendizaje por observación o aprendizaje social

Es la teoría de A. Bandura, basada en la idea de que los sujetos aprenden por imitación de conductas que realizan otros sujetos. Ante un modelo de conducta, el sujeto realiza un proceso de aprendizaje en distintas etapas: observación (reconocer propiedades distintivas de una conducta), retención (almacenamiento en memoria) y ejecución (el sujeto ejecuta la conducta apropiada y una vez reproducida, dicha conducta es reforzada por condicionamiento operante en un proceso de modelamiento.) Estas técnicas se aplican en programas de entrenamiento en habilidades sociales para personas inhibidas o agresivas. Los modelos a imitar desde pequeños son el padre y la madre, familiares, amigos, profesores, y modelos simbólicos (héroes, famosos, etc.) Los adultos suelen imitar a personajes públicos de éxito social y económico. Los modelos son más eficaces cuando hay coherencia entre palabras y acciones.

Este nuevo modelo introduce de lleno el aspecto social y enfatiza los aspectos cognitivos. Cuando al observar la conducta de otro individuo se produce un cambio en la conducta propia, se puede decir que hay “aprendizaje por observación”. En todas las culturas, los niños adquieren y modifican patrones complejos de comportamiento, conocimientos y actitudes a través de la observación de adultos. Dada la importancia del aspecto social, también se conoce como aprendizaje social. Según Bandura "afortunadamente, la mayor parte de la conducta humana se aprende por observación mediante modelado". Afortunadamente, porque si las conductas se adquiriesen sólo por procedimientos de ensayo directo y error, los procesos de desarrollo se verían retrasados y estarían muy expuestos a las posibles consecuencias adversas de los errores propios. El aprendizaje observacional acelera y posibilita el desarrollo de mecanismos cognitivos complejos y pautas de acción social. Cuando la imitación está seriamente dañada -como sucede en algunos niños con deficiencias importantes en la competencia social- los procesos de socialización se hacen extremadamente difíciles y sufren también daños importantes.

Las investigaciones en torno a estos procesos han descrito una serie de efectos que puede tener el aprendizaje por observación:

- La adquisición de habilidades nuevas o inhibición de conductas previamente aprendidas.

- Facilitación de respuestas que están en nuestro repertorio y que las usamos al ver que otros las usan. Incremento de la estimulación ambiental.

- Los niños que vieron cómo se pegaba a un muñeco, además de usar el mazo para esto, lo utilizaron para golpear más cosas.

- Activación de emociones. Que se produzcan o no estos efectos depende de factores cognitivos tales como: la atención, la codificación de la acción, la posibilidad de reproducir la conducta, la motivación y la memoria. A su vez aparecen otros determinantes: la atención se ve facilitada si el modelo resulta atractivo o la motivación si la conducta resulta funcional o presenta incentivos. “Al observar la conducta de los demás y las consecuencias de sus respuestas, el observador puede aprender respuestas nuevas o variar las características de las jerarquías de respuestas previas, sin ejecutar por sí mismo ninguna respuesta manifiesta ni recibir ningún refuerzo directo. En algunos casos, el observador puede aprender de hecho tanto como el ejecutante” (Bandura y Walters, Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad).

VIDEOS:

https://www.youtube.com/watch?v=zVynCNGxYmU

https://www.youtube.com/watch?v=3G_XoTkj4c8

 

Las teorías cognitivas

Las teorías cognitivas del aprendizaje se refieren específicamente al aprendizaje humano y parten del supuesto de que hay una interacción entre el individuo (capacidades cognitivas) y el medio. Para estas teorías, el conocimiento no es el resultado de una mera copia de la realidad preexistente, sino de un proceso dinámico e interactivo a través del cual la información externa es interpretada y reinterpretada por la mente, que va construyendo progresivamente modelos explicativos, cada vez más complejos y potentes. Conocemos la realidad a través de modelos propios que construimos para explicarla y que pueden mejorarse o cambiarse con la ayuda de la intervención didáctica. Las teorías cognitivas, que se asocian al modelo constructivo de aprendizaje, han tenido una gran influencia en las teorías de la enseñanza.

Dentro de las teorías cognitivas podemos señalar varias aportaciones:

a) El constructivismo, de J. Piaget. Según este autor, la mente del niño o de la niña se desarrolla en una serie de etapas en función del desarrollo del sistema nervioso, la experiencia individual y la transmisión social. En cada etapa existen unos esquemas o modos de mirar el mundo, simples al principio y complejos en la vida adulta. El aprendizaje se produce mediante dos procesos: incorporación o asimilación de nuevas experiencias a esquemas previos existentes, y adaptación o acomodación de los esquemas, que cambian para hacer posibles nuevas asimilaciones. Cuando se produce un esquema nuevo se ha producido una adaptación.

b) El aprendizaje significativo. Para Ausubel, la adquisición de nueva información que se da en el aprendizaje es un proceso que depende de las ideas relevantes que ya posee el sujeto, y se produce a través de la interacción entre la nueva información y las ideas previas. Ausubel distingue entre aprendizaje significativo, cuando el nuevo material se relaciona de forma sustancial (con sentido) con los conocimientos previos del alumnado; y aprendizaje memorístico, cuando se establece una relación arbitraria (no entendida, sin sentido) entre la nueva información y los conocimientos anteriores. Con respecto a la presentación de los nuevos contenidos, distingue entre aprendizaje por recepción, donde el alumno/a recibe los contenidos que debe aprender en su forma final, para su comprensión y asimilación, y aprendizaje por descubrimiento, donde el contenido no se da en su forma acabada, sino que el alumnado tiene que descubrirlo y reorganizarlo antes de asimilarlo.

La teoría de la Gestalt. Khöler

Wolfgang Köhler (1887-1967), desde la teoría de la Gestat (Wertheimer y Koffka, vista en unidad 3), contribuyó a establecer el concepto de aprendizaje por Insight: discernimiento repentino y automático sobre una serie de estímulos. El aprendizaje es producto de una reestructuración súbita de la percepción de lo global, de una reestructuración de esquemas cognitivos, gracias a la incorporación de nuevos elementos a los esquemas anteriores. El aprendizaje no tiene que ver con repetir sino con organizar los elementos de forma diferente. La persona aprende porque ve la situación con una nueva óptica que implica las relaciones lógicas entre los elementos. La experiencia previa puede facilitar o también dificultar el “Insight” (aprendizaje). Lo facilita en problemas estructuralmente similares o que tengan rasgos estructurales en común, y lo dificulta cuando las tareas requieren una solución nueva o productiva. Según esta teoría, la repetición de una experiencia se acumula sobre las experiencias anteriores solo si el segundo evento se reconoce como una recurrencia del anterior; además considera que el aprendizaje, si es comprensivo, es más rápido y supone una mayor retención que el aprendizaje memorístico o asociativo; también sostiene que un patrón de relación dinámica descubierto o comprendido en una situación es aplicable a otra (transferencia); y que las recompensas y los castigos no actúan de forma automática o inconsciente para fortalecer los actos sino que tenían que percibirse como pertenecientes al acto previo. Wertheimer sostuvo que era preciso enseñar a los niños conceptos globales, que contribuyeran a su intelección general, antes que inculcarles los detalles; porque cuando los pormenores les son enseñados primero, a menudo los alumnos se confunden y no logran comprender el significado de lo que aprenden. “El todo es más que la suma de las partes".

VIDEOS:

https://www.youtube.com/watch?v=9g7wGDs_X_g

https://www.youtube.com/watch?v=q10qXYVV1jE

 

Los factores del aprendizaje

En el proceso de aprendizaje intervienen muchos factores en una interconexión dinámica. Por un lado están los factores intrapersonales, como los factores cognitivos (capacidad intelectual), emocionales (estado emocional, alteraciones emocionales por cambios hormonales, tensiones,…) y corporales (modificaciones fisiológicas); la competencia instrumental (en una materia, ciclo …); los conocimientos previos; las estrategias de aprendizaje y memoria; estilo personal de aprendizaje (modo de emplear y organizar el pensamiento); la motivación para aprender, actitudes, valores, autoconcepto y autoestima (valoraciones de sí mismo). Por otro lado están los factores socio-ambientales, entre ellos, la familia, el barrio, la situación socioeconómica, los amigos, medios de comunicación; y sobre todo la situación concreta de aprendizaje o el contexto educativo formal: centro escolar, grupo de clase, reglamento interno, programaciones de materias, proceso de enseñanza de cada docente, etc.

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MOTIVACIÓN Y FRUSTRACIÓN

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INTELIGENCIA

LA INTELIGENCIA

La inteligencia humana es la capacidad de aprender de la experiencia, resolver problemas y adaptarse el ambiente. Ahora se considera que la inteligencia es múltiple y susceptible de mejora mediante la educación. Ahora sabemos que la inteligencia no solo es una posesión personal, sino que implica manejar instrumentos y herramientas, tanto físicas como virtuales. Y la constatación de la inteligencia en animales y sistemas informáticos, derrumba el axioma de la exclusividad humana.

¿Qué es la inteligencia? Proviene de dos vocablos latinos: inter que significa entre, y legere que es escoger o leer. De la etimología podemos deducir que ser inteligente consiste en escoger la mejor alternativa entre varias; consiste en formar ideas, juicios y razonamientos, así como resolver problemas o crear nuevos productos.

La Psicología reconoce cuatro dimensiones constitutivas de la inteligencia:

1. La inteligencia como capacidad o competencia. La inteligencia depende de la dotación genética y de la estructura y el funcionamiento del cerebro. El ser humano nace con unas capacidades, que debe desarrollar en un medio natural y sociocultural, es fruto de la interacción de la herencia y el ambiente.

2. La inteligencia como procedimiento o estrategia. La conducta inteligente es también una conducta estratégica.

3. La inteligencia como conocimiento. Los procesos y estrategias no actúan en el vacío, necesitan de conocimientos o representaciones mentales.

4. La inteligencia como adaptación al ambiente. Esta perspectiva es defendida por William James, John Dewey, Jean Piaget, Robert Sternberg y Howard Gardner.

En el siglo XX, los psicólogos se han interesado más por estudiar las diferencias en inteligencia entre los individuos, que por investigar la naturaleza de la inteligencia.

Enfoques en el estudio de la inteligencia:

1. Enfoque diferencial. Estudia si la inteligencia se compone de varias aptitudes o de una sola y observa las diferencias que existen entre las personas. El enfoque psicométrico de la inteligencia contribuyó a la construcción y difusión de test, que permiten establecer el cociente intelectual (CI) para cada sujeto.

2. Enfoque cognitivo. Busca entender la forma en que las personas representan y procesan la información. Estudia las estructuras y procesos mentales (Teoría de Robert Sternberg).

3. Enfoque evolutivo. Investiga la génesis y el desarrollo de la inteligencia a lo largo de la vida (Jean Piaget).

4. Enfoque biológico. Estudio del sustrato anatómico y fisiológico que hace posible la inteligencia.

Teorías clásicas

A comienzos del siglo XX surgen teorías psicométricas o diferenciales, que explican la inteligencia como un conjunto de habilidades identificadas a través del análisis factorial

- Una capacidad innata. En el libro El genio heredado (1869), de Francis Galton, éste describió la inteligencia como una “potencia mental” de origen biológico. La inteligencia se hereda.

- Dos factores de inteligencia. El psicólogo Charles Spearman (1863-1945) defendió una teoría bifactorial de la inteligencia. Existe un factor “g”, la inteligencia general, y factores “s”, habilidades y capacidades responsables de las diferencias entre puntuaciones en diferentes tareas.

- Las siete aptitudes mentales. Louis Thurstone (1887-1955) criticó la concepción unitaria de Spearman y abogó por una inteligencia formada por siete habilidades mentales primarias: 1. Comprensión verbal. Es la capacidad de comprender material verbal. Se usan test de vocabulario y comprensión lectora. 2. Fluidez verbal. Consiste en la producción de palabras, sentencias y textos. 3. Aptitud numérica. Realizar cálculos numéricos y resolver problemas simples. 4. Memoria. Consiste en el recuerdo de series de palabras, letras, números o rostros. 5. Rapidez perceptiva. Esta aptitud implica el reconocimiento rápido de letras y números y en la capacidad de señalar semejanzas y diferencias entre distintos dibujos. 6. Visualización espacial. Consiste en la visualización de formas, rotación de objetos y tareas en las que se necesita encajar las piezas de un puzzle. 7. Razonamiento inductivo. Esta aptitud suponer razonar a partir de lo particular para llegar a lo general. Se mide con test de series de letras o números, etc.

Evaluación de la inteligencia

Los psicólogos han creado diferentes test para medir la inteligencia y otras capacidades mentales. Un test es un instrumento utilizado para medir la inteligencia, y está constituido por una serie de preguntas o tareas que se administran a individuos para comprobar si poseen una capacidad o un conocimiento determinado. Las respuestas del sujeto permiten compararlo con su grupo de referencia.

Los test de inteligencia. Alfred Binet (1857-1911) desarrolló la primera “Escala de Binet” (1905) para medir las capacidades intelectuales y predecir el rendimiento escolar. La escala consistía en una serie de pruebas seleccionadas por orden de dificultad creciente y agrupadas por distintos niveles de edad. Binet pensaba que la aptitud mental aumentaba con la edad y examinó a muchos niños en tareas que requerían un esfuerzo mental, apuntando la edad de cada niño y definiendo la edad mental como el rendimiento medio de los niños a una edad cronológica. En 1912, el psicólogo alemán William Stern pensó que era posible medir el cociente intelectual (CI), y para calcularlo empleó la siguiente fórmula: CI=EM/EC.100, en la que EM quiere decir edad mental, y EC, edad cronológica. Después Terman en la Universidad de Stanford, realizó adaptaciones de la “Escala de Binet”. La versión actual de la “Escala de Inteligencia Stanford-Binet” mide cuatro tipos de capacidades: capacidad verbal, razonamiento numérico, razonamiento abstracto-visual y memoria a corto plazo. La inteligencia general se estima a partir de las calificaciones obtenidas en estas pruebas. Otra prueba de CI muy utilizada en EE. UU fue diseñada por el psicólogo David Wechsler y se conoce como “Escala de Inteligencia Wechsler para Adultos” (WAIS-R). Hay versión para niños. Estas pruebas constan de dos partes: una verbal, compuesta por definición de vocabulario y comprensión de conceptos; y otra no verbal, que consiste en armar objetos pequeños y ordenar imágenes en una secuencia lógica. Las pruebas diseñadas para medir la inteligencia deben reunir estas características: fiabilidad (un test es fiable si origina el mismo resultado cada vez que se aplica) y validez (un test es válido cuando mide lo que afirma medir).

Limitaciones de los test. Algunos psicólogos, como Charles Spearman, H. Eysenck y los especialistas en psicometría, defienden la validez de los test, porque son buenos predictores del aprendizaje académico. Otros autores protestan contra los test que miden el cociente intelectual. Stephen J. Gould, autor de “La falsa medida del hombre”, escribe: “La idea de que la inteligencia pueda ser una cosa única, hereditaria y mensurable es un absurdo peligroso”. Una crítica común es que las pruebas basadas en la psicometría se preocupan de un campo pequeño del pensamiento humano (se centran en el lenguaje y las matemáticas). No tienen en cuenta la creatividad ni la intuición. Además, el CI y el éxito en la vida tienen poco en común. Los resultados en la predicción de la competencia profesional generados por el CI son muy pobres.

(Además, como ya hemos visto, los test puede redundar en las  las expectativas que tenemos acerca de algo y éstas hacen que eso acabe sucediendo : experimento de Rosenthal y Jacobson. VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=_qC8Dtq-BcA)

Teorías actuales

En la actualidad destacan tres perspectivas en el estudio de la inteligencia que se han opuesto al enfoque psicométrico: el procesamiento de la información de Robert Sternberg, la inteligencia emocional de Daniel Goleman y las inteligencias múltiples de Howard Gardner.

Teoría del procesamiento de la información. La psicología cognitiva concibe la mente como un sistema de procesamiento de información simbólica. Estudia los procesos cognitivos que un individuo utiliza cuando ejecuta una tarea. Robert Sternberg (1949), profesor de la Universidad de Yale, autor de la Teoría triárquica de la inteligencia, define la inteligencia como la actividad mental que nos sirve para adaptar o conformar entornos del mundo real relevantes para nuestra vida. La inteligencia está formada por la interacción de aspectos componenciales (recursos intelectuales), experienciales y contextuales. Los recursos intelectuales interactúan con elementos del entorno y de la experiencia personal. Tipos de inteligencias: Inteligencia componencial (analítica). Implica la dirección consciente de nuestros procesos mentales para analizar y evaluar ideas. Para Sternberg, la inteligencia es modificable. Inteligencia experiencial (creativa). Es la capacidad para afrontar tareas novedosas, formular nuevas ideas y combinar experiencias. Ej.: creatividad científica, la capacidad para diagnosticar el problema del motor de un coche. Inteligencia contextual (práctica). Implica la adaptación, selección o modificación del ambiente individual. Sternberg distingue tres tipos de acciones propias de la inteligencia práctica: la adaptación ambiental, la selección ambiental y la conformación del medio.

La inteligencia emocional. ¿Por qué una persona con un brillante expediente académico no siempre logra más éxito profesional? ¿Por qué algunas personas disfrutan más de la vida que otras? ¿Por qué unos son fuertes en condiciones adversas mientras otros se hunden a la primera? El psicólogo Daniel Goleman responde a estos interrogantes en su obra la Inteligencia emocional (1995), donde resalta el poder de los sentimientos y emociones frente a la fría lógica racional, porque libres de emociones no seríamos humanos. La inteligencia emocional engloba habilidades como el control de los impulsos, la motivación, la perseverancia o la empatía. Estas habilidades configuran rasgos de personalidad como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, indispensables para la adaptación social.

Goleman destaca cinco habilidades de la inteligencia emocional:

1- Conciencia de uno mismo. Se trata de conocernos a nosotros mismos (virtudes, debilidades, emociones e impulsos), darnos cuenta de lo que sentimos o necesitamos para dirigir mejor nuestras vidas.

2- Autocontrol emocional. Es la habilidad de controlar nuestras emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo. Implica el control del estrés y la ansiedad ante situaciones difíciles.

3- Automotivación. Es la capacidad de motivarse uno mismo para lograr nuestros objetivos. Supone saber demorar la gratificación y sofocar la impulsividad, no rendirse a la ansiedad o el derrotismo.

4- El reconocimiento de las emociones ajenas. La empatía es la capacidad de “ponerse en el lugar de los demás”. Las personas empáticas son capaces de escuchar a otros y entender sus problemas o necesidades.

5- El control de las relaciones. Es el talento para manejar las relaciones con los demás, saber persuadir e influenciar a los demás. Una persona con habilidades sociales sabe liderar grupos y dirigir cambios, trabajar en equipo y crear buen ambiente dentro de un grupo.

Inteligencias múltiples. Howard Gardner, psicólogo de la Universidad de Harvard, establece una nueva concepción sobre la inteligencia en su libro La teoría de las inteligencias múltiples (1983). Basada en investigaciones de las ciencias cognitivas, de la psicología evolutiva y de la neurociencia de pacientes con daños cerebrales, superdotados y de diferentes culturas. La inteligencia, según Gardner, es una amalgama de destrezas para crear, aprender y resolver problemas, que permite al individuo resolver las situaciones de la vida y hacer algo valioso para una comunidad o cultura. El desarrollo de esas destrezas depende de la dotación biológica, su interacción con el entorno y de la cultura.

Los ocho tipos de inteligencia son los siguientes:

Inteligencia lingüística. Capacidad para usar palabras de manera efectiva, sea en forma oral o por escrito. Habilidades para la poética, la retórica, la mnemotecnia, la explicación, el metalenguaje.

Inteligencia lógico-matemática. Capacidad para utilizar los números y razonar adecuadamente. Incluye la comprensión de los esquemas y relaciones lógicas, las proposiciones (si-entonces; si y solo si…, entonces; causa-efecto) y las abstracciones. Los procesos que se desarrollan son la categorización, la clasificación, la inferencia, la generalización, el cálculo y la demostración de hipótesis.

Inteligencia espacial. Aptitud para percibir de forma correcta el mundo visual espacial (explorador y guía) y ejecutar transformaciones sobre esas percepciones. Propia de los ingenieros, arquitectos, artistas, decoradores e inventores.

Inteligencia musical. Capacidad de transformar (un compositor), expresar (un músico), discriminar (crítico musical) y escuchar (un aficionado) las formas musicales. Incluye sensibilidad al ritmo, el tono o la melodía de una pieza musical.

Inteligencia corporal-cinestésica. Capacidad de usar el cuerpo en la expresión de ideas y sentimientos, y el uso de las manos para transformar elementos. Incluye las habilidades de coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad, así como la capacidad cinestésica.

Inteligencia intrapersonal (conocimiento de sí mismo). Consiste en comprender los propios pensamientos, sentimientos y emociones para guiar la propia conducta. Esta inteligencia suele tener una autoimagen precisa (virtudes y limitaciones), conciencia de los estados de ánimo, conocer los propios motivos o deseos, y tener autocomprensión y disciplina.

Inteligencia interpersonal (capacidades sociales). Capacidad de entender e interactuar bien con los demás. Incluye la sensibilidad a las expresiones faciales, la voz y los gestos, capacidad de discriminar diferentes clases de señales interpersonales.

Inteligencia naturalista. Capacidad de distinguir, clasificar y utilizar objetos del mundo natural. Incluye habilidades de observación, reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.

El desarrollo de la inteligencia

Jean Piaget (1896-1980) ha desarrollado la teoría más coherente sobre el desarrollo intelectual. Esta teoría constructivista concibe los procesos cognitivos como resultado de la interacción activa e innovadora del individuo con su entorno físico y social. Conceptos clave La teoría del desarrollo de la inteligencia de J. Piaget presupone la maduración del organismo y la influencia del medio social.

Conceptos fundamentales de la teoría del desarrollo de la inteligencia de J. Piaget:

1- Esquemas. Son las categorías del conocimiento que nos ayudan a interpretar y entender el mundo.

2- Adaptación. La inteligencia es una adaptación al ambiente. Hay dos procesos fundamentales: Asimilación. Todo ser humano tiende a asimilar el medio ambiente a su organismo y a su esquema de pensamiento y acción. Acomodación. Consiste en cambiar o modificar nuestros esquemas existentes a la luz de nuevas informaciones o nuevas experiencias.

3- Equilibrio. Los niños pretenden encontrar un equilibrio entre la asimilación y la acomodación.

4- Organización. El pensamiento se organiza adaptándose a las cosas, y organizándose, estructura las cosas.

5- Estadios. Piaget dividió el desarrollo intelectual del individuo en distintas etapas o estadios. A medida que los niños progresan de una etapa a la siguiente reorganizan y amplían las estructuras cognitivas de la etapa anterior. El aprendizaje puede acelerar o retardar el proceso, pero se necesita un tiempo de maduración. Etapas del desarrollo cognitivo El desarrollo de la inteligencia se produce por la interacción de factores genéticos y ambientales como cualquier otro rasgo físico o psicológico.

J. Piaget considera que el ser humano pasa por cuatro estadios en su evolución intelectual.

Inteligencia sensorio-motriz (0-2 años). El niño conoce el medio físico y social mediante el uso de sistemas sensoriales (visión, audición) y motrices (boca y mano). Las fases de esta etapa son: el recién nacido solo posee actos reflejos (succión, llanto); después los reflejos se organizan en hábitos y la percepción es discriminatoria; y finalmente, aparece la inteligencia sensorio-motriz, que le permite manipular objetos (es sensorio-motriz porque solo utiliza percepciones de objetos presentes y movimientos coordinados entre sí).

Inteligencia pre-operativa (2 a 6-7 años). En este estadio surge el pensamiento representativo. El niño puede usar palabras, imágenes y otros símbolos para referirse a entidades que existen en su entorno. La representación comienza con la imitación y el juego, el dibujo y el lenguaje también ayudan al desarrollo infantil. El lenguaje permite al niño reconstruir sus acciones pasadas en forma de relato y anticipar el futuro mediante la representación verbal y el diálogo consigo mismo. Propiedades del pensamiento infantil son: animismo (concibe las cosas como si estuvieran vivas) y egocentrismo (capta una situación solo desde su punto de vista).

Operaciones concretas (7-11 años). El niño realiza operaciones con objetos que percibe y manipula, y aprende las nociones de cambio y permanencia. Realizar operaciones concretas se debe a un esquema del pensamiento: las conservaciones. Hacia los siete años admite la constancia de la materia; a las nueve, la conservación del peso, y a los once, la del volumen.

Operaciones formales (12-16 años). Los adolescentes logran desprenderse de los objetos inmediatos para razonar sobre lo abstracto y lo posible. Aparece el pensamiento hipotético, comienzan a hacer razonamientos condicionales (“si…, entonces…”) y, aunque la hipótesis no se cumpla, el adolescente es capaz de deducir las consecuencias que se derivan de ella.